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Siete toneladas de bombas de fósforo contra un diabético

Fuentes: Rebelión

Esta es la pornografía y voyerismo de los mass-media con la muerte. La más alta tecnología de punta utilizada por el pentágono norteamericano contra el campamento del «Mono Jojoy» no deja de sorprendernos. Más de treinta aeronaves entre aviones, helicópteros, radares, sistemas satelitales y la utilización de bombas fósforo, arma prohibida por la convención internacional […]

Esta es la pornografía y voyerismo de los mass-media con la muerte. La más alta tecnología de punta utilizada por el pentágono norteamericano contra el campamento del «Mono Jojoy» no deja de sorprendernos.

Más de treinta aeronaves entre aviones, helicópteros, radares, sistemas satelitales y la utilización de bombas fósforo, arma prohibida por la convención internacional de las Naciones Unidas.

«La utilización de armas químicas está prohibida por natura y ley de los hombres; pero para los agresores eso poco importa con tal de salirse con la de ellos. Como tampoco tuvieron empacho en bombardear un territorio extranjero (Ecuador) para asesinar a civiles y guerrilleros; como tampoco lo tuvieron en utilizar el peto de la Cruz Roja Internacional para hacer una liberación, tampoco lo tuvieron esta vez para utilizar el fósforo». (Juan Carlos Vallejo – Artículo: Para matar al «Mono Jojoy» usaron fósforo)

Hombres de fuerzas especiales de Colombia, Estados Unidos y con la asesoría de mercenarios militares israelíes. Fue la combinación perfecta de este gran «triunfo» del gobierno lacayo colombiano.

Qué vergüenza que para la misma seguridad nacional se haya tenido que utilizar toda una operación militar al estilo de la segunda guerra mundial para matar a un hombre de sesenta años y enfermo de diabetes que nos han querido mostrar ante los mass media como el hombre más «sanguinario» del mundo, veamos algunos métodos «sanguinarios» del «Mono Jojoy» y hagamos la siguiente comparación: secuestro de civiles y militares, minas antipersonales, toma a bases militares, estos son los métodos que le han querido mostrar al mundo entero como lo más perverso de la humanidad.

Nos hacemos una pregunta, ¿acaso los 7.500 prisioneros políticos que se encuentran en las cárceles del régimen y que no se les ha resuelto su situación jurídica no es un secuestro también?

¿Las fuerzas militares de Colombia no siembran también minas antipersonales para protegerse del enemigo?

¿La toma de objetivos militares por parte del ejército hacia los campamentos guerrilleros no son actos de guerra?

Lastimosamente en el fragor de la intensidad de la guerra que vive el país y de cualquier otro conflicto del mundo se utilizan estos métodos, obviamente que como demócratas, como defensores de derechos humanos, no compartimos los métodos de cualquier guerra.

No deja de ser una gran falacia y un gran relato macondiano por los más medias que han querido convertir esta acción militar como la más grande proeza ante el mundo, claro «contra un enfermo diabético y sesentón», lo que queremos mostrar con este escrito es reflejar y mostrar la realidad que hay detrás de esta acción militar nacional con ayuda de la más grande potencia del mundo, los Estados Unidos.

Esta operación se asemeja a un David enfrentado a 500 Goliat.

En esta operación en donde se ha mostrado toda esta tecnología de punta en últimas lo que nos demuestra es que fue más un éxito por delación, citamos en entrevista en el periódico el tiempo (Lunes 27 de Septiembre de 2010) María Isabel Rueda (MIR) al General de la policía Oscar Naranjo, MIR pregunta al General Oscar Naranjo «O sea que, más que localizarlo con algún instrumento satelital, ¿fue a través de información suministrada por fuentes humanas?», el general Naranjo responde «Fuentes humanas con verificación técnica».

Los medios de comunicación de Colombia para ir montando todo un entramado al más fiel estilo de las novelas de capo que se proyectan en Colombia, quisieron mostrar ante la opinión nacional e internacional que al «Mono Jojoy» le introdujeron microchips en las botas, en las medias e inclusive en los calzoncillos para hacerle rastreo por vías satelital, ¡valla que cosas que se inventan estos medios!, así es la forma como informan al pueblo al más fiel estilo farandulero de los medios de comunicación norteamericanos.

En la misma entrevista del tiempo María Isabel Rueda le pregunta al General Naranjo «Pero ¿entonces la apasionante historia de que le pegaron a «Jojoy» una especie de localizador satelital en el cuerpo no es cierta?, responde el general «hace parte de las novelas que se tejen cuando se produce este tipo de golpes». Es más, este mismo general reconoce que el «Mono Jojoy» palabras textuales de él «el es hijo de esta violencia nuestra».

Ante estos mismos medios de des-información hacen parte del ritual de voyerismo y morbo con que se presentan este tipo de noticias en especial cuando se trata de un cabecilla de las FARC, recordamos algunos hechos de morbosidad: la entrega de la mano cercenada de Iván Ríos, que entre otras cosas esa sola manito nos costó al erario público nacional 5.000 millones de pesos, otro hecho, las imágenes del cadáver de Raúl Reyes y por último el féretro inflado del «Mono Jojoy».

Qué bueno sería que en aras de la imparcialidad informativa revelaran también los videos de los jefes paramilitares en cuyas cintas están registradas las masacres más horrendas que se hayan cometido en Colombia por estos grupos de las fuerzas especiales y oscuras del estado.

Citamos algunas de ellas:

La masacre de Trujillo Valle año 1989 – 1992 donde los paramilitares en un contubernio maquiavélico con miembros de policía, ejército y narcotraficantes cogían a los campesinos de la región, les ataban las manos, los introducían en un costal, los colgaban en un arco de futbol con machetes, les cortaban la cabeza, las manos, los pies y por ultimo eran arrojados sus troncos al rio cauca mientras que con las extremidades alimentaban al león que era una de las mascotas de los jefes paramilitares y veinte años después este león descansa en su morada en el zoológico de Cali.

O la forma como mataron al padre Tiberio coordinador de las granjas agrícolas en esa misma región. Lo llevaron al puesto de policía de Trujillo Valle, lo desnudaron, le desollaron la piel a punta de cortaúñas, y con una barbera le quitaron sus genitales, después le abrieron el vientre, le sacaron las vísceras, rellenaron su cuerpo con piedras y lo arrojaron al rio Cauca. Antes habían violado a su sobrina delante de él, después del violento acto carnal le introdujeron un palo de escoba por el ano. Sería bueno que RCN y caracol mostraran esta cinta ya que estamos en la semana de la memoria histórica. Los métodos sanguinarios de unos no pueden ser menos «sanguinarios» que los otros. (Informe del CINEP – Memoria histórica de Trujillo)

Ahora comparamos la forma como quedó el cadáver del «Mono Jojoy»:

«Las fotografías del cadáver del «Mono Jojoy» volvieron a mi memoria las dantescas escenas en Faluya (2004) y la Franja de Gaza (2009), cuando los ejércitos invasores utilizaron, contra toda norma internacional, el fósforo como arma letal para hacer salir de sus túneles a los combatientes y civiles que se resguardaban en ellos. No hay lugar a dudas: con fósforo mataron al «Mono Jojoy». Los cuerpos inflados como globos y semiderretidos como si fueran de cera son la prueba fehaciente de la presencia de este elemento químico utilizado ilegalmente como arma de guerra.» (Juan Carlos Vallejo – Artículo: Para matar al «Mono Jojoy» usaron fósforo)
 
¿Será que aún lo colombianos no nos vamos a ruborizar con estas escenas de cuya máxima obra pictórica es la muerte?, dejamos esto como una interrogación.

Sería bueno que los mass media revelaran también los testimonios de cómo los jefes paramilitares narran la forma paso a paso como cercenaban, torturaban y por último arrojaban las personas vivas en hornos crematorios para no dejar rastro ni huella de este festín macabro.

Esto es solo para citar algunos casos de la película y pesadilla de la horrible noche de que todavía no hemos despertado los colombianos.

Qué tristeza, la muerte en Colombia se convirtió en un aliciente, se volvió un culto a la pornografía mediática de algunos medios.
La operación Sodoma donde le arrojaron 7 toneladas de bomba fósforo a un guerrillero diabético sin defensa antiaérea servirá para construir el perfecto guion de una gran película al más fiel estilo de Hollywood y así mostrar ante el mundo que el «Mono Jojoy» diabético y sesentón era el peor «sanguinario» del mundo por encima de genocidas como George Bush, Benito Mussolini, Adolfo Hitler, Francisco Franco, Winston Churchill. Estos personajes que en él solo siglo XX para imponer su burguesía capitalista asesinaron cincuenta millones de seres humanos en la segunda guerra mundial, mejor dicho, los emperadores tiránicos, perversos del antiguo imperio romano son unos pobres tontos al lado del diabético «Mono Jojoy».

La única ideología que se está imponiendo en Colombia es la de la muerte impuesta por la burguesía capitalista nacional que no ha querido entender que es más fácil allanar el camino del diálogo y el entendimiento buscando la salida de ésta jaula de la muerte: preguntamos ¿Cuántos de los hijos de los altos generales, ministros, banqueros, senadores y del mismo presidente están marchando al campo de batalla a disque a defender la gran patria? Pues ninguno de ellos está yendo a este escenario de terror. Son los hijos de campesinos, de obreros, que se están matando entre sí para en últimas como carne de cañón defiendan los intereses de la economía traqueta, asesina, mezquina e intolerante de la élite gobernante.

La paz que nos espera a los colombianos después de que sea «derrotada» la insurgencia es la prosperidad de los Ardila Lule, Los Mario Santodomingo, los Sarmiento Angulo, los Nicanor Restrepo, los Pastrana, los Samper, los Santos, inversionistas extranjeros. Que seguirán engordando sus arcas financieras con el dinero que se deje de invertir para la guerra.

Mientras tanto en millón de víctimas por la cruenta violencia en Colombia (cifra revelada por el mismo presidente Juan Manuel Santos) serán reparadas con una mínima indemnización y se estamparán con el sello de la impunidad sin que jamás se reconozca la verdad y la memoria histórica de ellas.

No cabe duda que nos aprestamos a una nueva reingeniería del terrorismo de estado y el futuro para la gran mayoría de los pobres en Colombia seguirá siendo incierto.

Esa es la paz que nos espera en Colombia, entrega de todos nuestros recursos naturales, privatizaciones, entronización del modelo económico excluyente será la combinación perfecta del coctel siniestro de la unidad nacional, unidad que consiste en defender los intereses de la élite mafiosa colombiana que será menos estridente y más pragmática que la anterior bajo el híbrido ideológico de la tercera vía.

A propósito del bicentenario hace doscientos años el yugo opresor español utilizaba los mismos métodos contra quienes se revelaban contra la corona española mostrando en la plaza pública la cabeza de los insurrectos y arcabuceando los cuerpos de hombres y mujeres que no comulgaban con los intereses de la nobleza española. La historia se repite.

¡Basta ya! Levantemos el puño contra la mentira la barbarie, engaño y rechazando la guerra con sus métodos sanguinarios dirigidos por las mentes más enfermas de un estado miserable de cosas.

Lo que queremos en Colombia es una patria incluyente donde los cantos de sirena no sea la guerra, negros, indios, mestizos, blancos, seremos una sola raza, que es la raza de la virtud y de sabiduría, de entender que somos una sola nación donde no son los fusiles, bombas y metralla los que han de definir el resultado de esta lucha, sino la fuerza persuasiva de los argumentos y la autoridad moral de quienes los esgrimen.

 
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.