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La derecha es este domingo el principal enemigo

Simplemente cumplir

Fuentes: El Siglo

Al inaugurar la Fiesta de los Abrazos, el compañero Guillermo Teillier resaltó la acendrada conciencia social de los militantes del Partido Comunista que dedican la mayor parte de sus vidas a la búsqueda del bienestar para su pueblo y para los pueblos del mundo ; es decir a la lucha por el desarrollo democrático en […]

Al inaugurar la Fiesta de los Abrazos, el compañero Guillermo Teillier resaltó la acendrada conciencia social de los militantes del Partido Comunista que dedican la mayor parte de sus vidas a la búsqueda del bienestar para su pueblo y para los pueblos del mundo ; es decir a la lucha por el desarrollo democrático en la perspectiva del socialismo y el comunismo.

Poco antes y a propósito de los desafíos del domingo 17, la compañera Ana González de Recabarren había recordado algunos pasajes de la historia nacional que dan cuenta de esa conciencia en una emotiva carta. Recuerda allí que, proclamado el candidato presidencial Juan Antonio Ríos del Partido Radical, en los años 40, el apoyo ofrecido por los comunistas no fue recibido como debía ; pese a lo cual el PC, que había formado parte del Frente Popular con Aguirre Cerda, trabajó con entusiasmo por la victoria de Ríos. Poco después los comunistas contribuyeron decisivamente al triunfo de González Videla. Su traición y la represión consiguiente distanciaron por años al PC del PR, sin embargo nuestro partido fue eje principal en la articulación de fuerzas que confluyeron para dar vida a la Unidad Popular, incluyendo al PR que era resistido por otras organizaciones. En todos los casos primaron los intereses generales del pueblo chileno, la necesidad de unir para avanzar.

Durante el gobierno de Frei Montalva en 1964 hubo quienes proclamaron «negarle la sal y el agua». No fue la posición del PC. ¿Cómo podríamos oponernos a impulsar que comenzara la reforma agraria y una ley de juntas de vecinos, si eran parte de nuestras propuestas? Nos opusimos a lo que lesionaba los intereses populares y apoyamos lo que les beneficiara ; pero es más, cuando el tacnazo del golpistas Roberto Viaux contra el mismo Frei, hubo quienes vacilaron. Los comunistas no. El partido llamó al pueblo y salió a las calles a defender la democracia y a frustrar el golpe. Años más tarde, en el gobierno de la Unidad Popular, para defender y consolidar, el PC impulsó acuerdos amplios que no prosperaron. Durante la dictadura de Pinochet fuimos los primeros en llamar a un frente amplio antifascista y a no renunciar a ninguna forma de lucha. La historia trascurrió de otro modo y la intervención externa y las vacilaciones terminaron excluyéndonos nuevamente, pero nada nos apartó ni nos apartará de nuestra invariable disposición al combate y a la unidad del pueblo.

Es que al luchar por su liberación de la expoliación capitalista, la clase obrera y la fuerza política que la representa de modo principal, buscan al mismo tiempo la liberación del conjunto del pueblo ; de la generosidad de su conducta abundan los ejemplos dados. En las condiciones actuales es cierto que tenemos diferencias muy importantes con el candidato del oficialismo en el plano nacional e internacional y seremos oposición de izquierda en su eventual gobierno, pero hoy el enemigo principal es la candidatura del pinochetismo.

Las dudas comprensibles no legitiman abrirle las puertas a los herederos de la dictadura. Con Piñera están los torturadores y los que fusilaron por la espalda a nuestros compañeros, y están los que dieron las órdenes. Son los mismos responsables del desaparecimiento o asesinato de mujeres, hombres, niños y ancianos; los que asesinaron al propio Frei Montalva que había apoyado el golpe. Los responsables máximos de todo el horror de la dictadura militar. Frente a lo cual no hay lugar para el principismo ni el maximalismo. Si la Concertación cumplirá o no los compromisos que ha adquirido con la izquierda no depende tanto de ese bloque sino de lo que haga el movimiento popular. Al cerrarle el paso a los deudos de Pinochet, lo que hacemos los comunistas es, una vez más en la historia, confiar en el pueblo, confiar en los trabajadores, luchar por ellos, luchar con ellos. No hay más plazos. El domingo se trata entonces, fieles al legado de los fundadores del movimiento obrero y del movimiento popular, simplemente de cumplir con nuestros deberes revolucionarios.