El secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP a través de la Delegación de Paz en La Habana, presentó al país y al mundo los resultados que demuestran su cumplimiento total a la determinación de cese al fuego y de hostilidades unilateral decretado el 15 de diciembre de 2013. La Declaración leída por Pablo […]
El secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP a través de la Delegación de Paz en La Habana, presentó al país y al mundo los resultados que demuestran su cumplimiento total a la determinación de cese al fuego y de hostilidades unilateral decretado el 15 de diciembre de 2013.
La Declaración leída por Pablo Catatumbo, integrante plenipotenciario por las FARC-EP en los diálogos precisa que, los hechos de guerra en los que se vieron comprometidas algunas unidades nuestras, se presentaron como respuesta a la permanente agresión de las tropas oficiales que no cesaron sus operaciones durante el periodo que finaliza hoy.
El cese que hoy culmina -el segundo decretado desde que comenzaron estos diálogos-, es un hecho más que prueba nuestra voluntad, decisión y consecuencia ante el compromiso asumido con los colombianos. Y confirma nuestra cohesión y unidad política.
Por su parte el gobierno, siguió en marcha con su Plan Espada de Honor en su segunda fase: más adquisición de armamento, más incremento del pie de fuerza, arreció los bombardeos indiscriminados -incluso la población civil se ha convertido en blanco «legítimo» de la aviación-, los bombardeos a las unidades guerrilleras de las FARC-EP y el ELN fueron parte de la respuesta gubernamental al cese decretado por nuestra organización.
Además, no cesa la ofensiva contra los movimientos populares y sociales «sin tregua y sin cuartel»; van más de 50 líderes e integrantes de estos movimientos asesinados durante el año largo que llevan estos diálogos de Paz. De igual manera, las detenciones arbitrarias contra líderes sociales se han masificado.
Aunque el panorama se vea obscuro ante la evidente intención del gobierno de no aflojar en su actitud represiva declarada y descarada contra el pueblo y sus organizaciones sociales y populares, hay que ser optimistas.
Y ese optimismo nos lo da el hecho que «(…) cada vez es mayor el número de colombianos que se hace consciente a ese respecto y lo manifiesta abiertamente. Sólo ellos, unidos, organizados y movilizados podrán conseguir que la oligarquía colombiana y el militarismo se detengan y acepten examinar y solucionar las verdaderas razones por las que el pueblo colombiano se rebela», dice la declaración. Al tiempo que cierra con la afirmación en nuestra creencia en la conciencia del pueblo colombiano, y retoma una frase de Jorge Eliecer Gaitán:
«Seremos superiores a la fuerza cruel que habla su lenguaje de terror a través del iluminado acero letal».
Esta mañana, también hubo un pronunciamiento de la Delegación de Paz sobre la antidemocrática situación generada por la decisión del Procurador de destituir e inhabilitar a Gustavo Petro, actual Alcalde de Bogotá.
El comunicado lo dio a conocer el comandante Ricardo Téllez luego de presentado el resultado del cese unilateral de fuegos y hostilidades decretado por las FARC-EP que finaliza el día de hoy. (Leer comunicado)
«(..) Levantar un movimiento que corte de raíz todos los abusos de esta instancia tiránica del poder (…)», dice el comunicado por medio del cual las FARC-EP a través de su delegación de Paz, se pronuncia en contra de los abusos de poder del procurador Ordoñez, al mismo tiempo, se refiere al fallo proferido por el Tribunal superior de Cundinamarca, en favor del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro.
La decisión del Tribunal, considerada como «decente», se ocupa solo de suspender temporalmente los efectos jurídicos de la sanción dictada por la Procuraduría en contra del Alcalde Petro.
Esta decisión es como poner paños de agua tibia a un tumor que esta por reventar. El Procurador debe ser destituido por abusivo, y si el presidente no se pronuncia, que debería haberlo hecho, es al pueblo a quien corresponde hacer sentir su determinación en defensa de la democracia y en contra de una institucionalidad descompuesta, expresándose como lo ha venido haciendo y ejerciendo su derecho como soberano.
De ahí la urgencia de una Asamblea Nacional Constituyente, que remueva esas instancias de poder corrompidas y puestas al servicio de tenebrosos intereses.