Por ahí anda un cuento racista que me parece que pega muy bien con la situación que vive mi país. Y como que soy negro creo que me puedo dar el lujo de repetirlo, no con la intención de hacer apología a esos racistas hijos del infortunio que andan sueltos por las calles, sino para […]
Por ahí anda un cuento racista que me parece que pega muy bien con la situación que vive mi país. Y como que soy negro creo que me puedo dar el lujo de repetirlo, no con la intención de hacer apología a esos racistas hijos del infortunio que andan sueltos por las calles, sino para ilustrar la realidad en la que han obligado a vivir a nuestro pueblo.
Y dice:
Unos racistas cogen a un negro y lo llevan a un estadio al estilo del circo romano para que luche contra un león. Lo entierran hasta el cuello en la arena de manera tal de que no pueda defenderse y sueltan al león, cuando el negro ve al león venirle arriba abre la boca y comienza a emitir aullidos fuerte para asustarle. Por lo que los racistas del público comienzan a gritarle: «negro descarado, juega limpio».
A Cuba también se le acusa por defenderse.
Hago esta comparación, y valga la semejanza, porque creo que hay mucho de discriminación en el trato que se le da a Cuba en comparación con los demás países del planeta.
¿Por qué la tienen cogida con mi patria?
La sociedad cubana no es perfecta, ya eso lo sabemos y cuando a Pablo Milanés se le ocurrió escribir la canción «no vivo en una sociedad perfecta», todos, sin excepción la coreábamos porque estábamos seguro de que él solo decía en voz alta lo que la mayoría de nuestro pueblo pensaba.
Los cubanos nunca han pretendido presentar a Cuba como un modelo en cual orientarse. Han sido siempre los otros, los oprimidos los que han tratado de ver en Cuba un ejemplo a seguir. Hay algunos por ahí que hablan de «exportar revoluciones» como si el ser humano estuviera condenado a vivir en el martirio toda una vida. Las revoluciones no se exportan, ellas son el producto de la incapacidad de gobiernos de malhechores de resolver los problemas de los de abajo. Es por eso que me sorprende cuando veo con que interés en el mundo de hoy se habla, a decir de la prensa de estos días, de un «modelo cubano que ni para el mismo Fidel Castro funciona».
Cabe entonces hacerse la pregunta:
¿Puede un país que tenga que desarrollarse bajos las mismas condiciones que se ha tenido que desarrollar Cuba en 50 años bajos el efecto de un terrible bloqueo y políticas absurdas, desarrollar su propio modelo?
La respuesta la debe saber hasta el gato: NO
¿De qué modelo cubano hablamos entonces?
Desde hace unos días la prensa internacional no se cansa de repetir (y lo hacen con la euforia de aquel que se alegra como si se hubiera ganado un premio en la lotería), que el Comandante Fidel Castro finalmente reconoció en una entrevista que el «modelo cubano» no se puede exportar, porque ni en Cuba ha funcionado. Y como yo ya estoy acostumbrados a estas fechorías mediáticas y sé «de que pata cojea» la prensa internacional cuando se trata de Cuba, me hice a la tarea de investigar. Porque lo peor que pueda hacer un lector es repetir lo que lee o lo que le dicen sin verificar la fuente. Ver para creer.
Si, porque hay periodistas que piensan que la mayoría de nosotros los lectores somos una partida de incultos y analfabetos y nos venden la noticia como en una boutique que vende calcetines, siempre al gusto del consumidor. Ese eterno empeño de contentar los deseos del cliente, sobre todos los deseos e intereses de aquellos que pagan, los que siempre están arriba machacando a los de abajo.
Nada, que el profesor de la escuela hace todo lo posible porque aprendamos a leer y a escribir y entre la prensa, la radio, la televisión y el internet no dejan de hacer lo imposible para embrutecernos más.
Volvamos al tema.
Resulta ser que en una reciente entrevista concedida por el Comandante en Jefe Fidel Castro al periodista de la revista Atlantic, Jeffrey Goldberg, a la pregunta de que «…si él creía (El Comandante) que el modelo cubano era algo que aún valía la pena exportar», Fidel Castro le respondió «El modelo cubano ya no funciona ni siquiera para nosotros». Con la pregunta Golberg desde luego trataba de matar dos pájaros de un tiro. Sostener en una conversación con el líder de la revolución cubana la tesis de que «Cuba exporta la revolución» y tocar al mismo tiempo el tema del «modelo cubano». La respuesta obtenida no podía ser más «escandalosa» para los medios.
¡Hasta Fidel Castro reconoce que el modelo cubano no funciona! Hemos leído a diestra y siniestra.
Claro que Golberg no mintió cuando trasmitió la noticia. Él no inventó la frase, él la interpretó a su manera y nos la trasmitió a nosotros los lectores de la forma que él piensa que nosotros deseábamos leerla. Porque estimados lectores, en el mundo mediático de hoy ya no se escribe razonablemente, sino lo que se vende. La verdad y la razón ya hace tiempo que dejaron de contar.
Lo que vino después es la copia perfecta de un libreto a la Hollywood. Ya a partir de este momento esta frase se convirtió en el pasaje más importante en la entrevista. Lo demás pasa a ocupar un segundo plano, el contenido de la entrevista se ignora. Y nosotros como siempre seguimos consumiendo esta porquería de periodismo.
Cambiemos el escenario…
Hace unos días el banco Barclays Bank fue demandado por el gobierno de Estados Unidos por realizar transacciones financieras con Cuba, haber violado la Ley de Comercio con el Enemigo y la Ley de Poderes Económicos de Emergencia. Por esta razón este banco estará obligado a pagar 149 millones de dólares al Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Si, porque estos señoritos del Norte se otorgan el derecho de decidir quienes son los amigos y enemigos de esta humanidad, crean leyes inhumanas, carentes de legalidad y legitimidad, diseñadas para provocar hambre y el caos en el mundo. Estos especialistas del terror y sus vasallos piensan que tratando de matar al pueblo cubano de hambre van a acabar con el socialismo en Cuba.
En pocas palabras: al estado y al pueblo cubano se le prohíbe el derecho de desarrollarse de la forma que estimen conveniente. Se le trata de estrangular económicamente limitando al estado a recibir un crédito de un banco internacional. Una acción tan vital como importante para la gestión financiera de un ser humano, una empresa o un país.
Mientras tanto el mundo mira y calla. Será que estamos escasos de coraje, o que estamos llegando a la cumbre de la enajenación política y social.
Pobre de este mundo si seguimos permitiendo tanta barbarie e injusticias.
Vamos a seguir con las preguntas:
¿Puede un país como Cuba que no se le permite establecer relaciones comerciales normales con otros países como corresponde, crear su propio modelo?
Desde luego que NO. Porque estas leyes están hechas para eso, para evitar que Cuba se desarrolle y se convierta en un modelo a seguir. Este es el truco que se sigue en este juego a las políticas diseñado para destruir a la Revolución Cubana.
Y ahí tenemos a Obama tomándonos el pelo, haciendo como si hiciera y el mundo contentándose por el solo hecho de que en la Casa Blanca esté un poco más oscura, como si las cosas estuvieran cambiando positivamente para los de su piel. Él sigue ahí, a merced de los de arriba. Continua aplicando el bloqueo contra Cuba con todo el rigor de las leyes y disposiciones administrativas que conforman ilegalmente esas leyes absurdas, que nadie entiende y comprende, pero las aceptan como vasallos ignorantes, carentes de todo pudor
Claro que con Obama nada ha cambiado para los cubanos, de la misma manera que para los afganos, los palestinos y los iraquíes, tampoco nada a cambiado. Por allá todavía andan las bombas «Made in USA» hacienda de las suyas, sembrando el terror entre personas inocentes que nada le han hecho al pueblo norteamericano.
Y por ahí andan los especialistas y cubanólogos regados por el mundo, pero también dentro de Cuba, haciendo de las suyas. Esos papagayos del infortunio que no se cansan de hablar del bloqueo interno cubano, sobre la corrupción, el tecnocratismo y burocratismo en Cuba, como si nuestra patria fuera el único país del mundo que padece de estos males. Hablan de fracaso del socialismo como si el capitalismo estuviera brillando por sus logros.
Es por eso que propongo, que antes de comenzar con conjeturas y habladurías que solo perjudican al cubano de a pie, que aboguemos por el cese del bloqueo, que aboguemos por la abolición de la posición común de la Unión Europea contra Cuba y por qué no, vamos a abogar por que bancos como Barclays Bank le pueda otorgar un crédito a una empresa cubana o al estado cubano sin necesidad de soportar el peso de esas leyes absurdas y denigrantes. Vamos a abogar para que se deje de mirar a nuestra tierra con una lupa, que no se le discrimine y que se le trate de una vez y para siempre como a un país normal. Vamos a luchar para que esos malvados que no se cansan de jugar a las políticas descabelladamente se llenen de coraje y eliminen de una vez y para siempre ese inhumano bloqueo. Y cuando hayamos logrado estos objetivos tan justos como lógicos, entonces tendremos la oportunidad de hablar y hacer nuestras propias conjeturas. El pueblo de Cuba necesita que se le de esa oportunidad, es su derecho, lo demás es cuento y bla, bla, bla.
* Justo Cruz, cubano residente en Alemania y Coordinador de Cuba Si