Recomiendo:
0

Sobre el problema de las listas completas en la votación a candidatos en Podemos (o sobre la diferencia entre castrenses y demócratas)

Fuentes: Rebelión

Una vez más nos vemos inmersos en otro conflicto en el seno de Podemos dentro de este proceso que se llama «Asamblea ciudadana». Lo cual, aunque ya no es nueva noticia llegados a este punto puede llegar a sorprender dado que en realidad ya hubo un bando que ganó este conflicto interno de forma indiscutible […]

Una vez más nos vemos inmersos en otro conflicto en el seno de Podemos dentro de este proceso que se llama «Asamblea ciudadana». Lo cual, aunque ya no es nueva noticia llegados a este punto puede llegar a sorprender dado que en realidad ya hubo un bando que ganó este conflicto interno de forma indiscutible con aquel 80% que le daba la victoria aplastante al equipo de «Claro que Podemos». ¿Es sorprendente por tanto que, habiendo sido tan drásticamente derrotados aquel equipo que se llama «Sumando Podemos» siga haciendo de las suyas? Todo lo contrario, en esta situación creo les voy a echar de menos; lo que sorprende es que el equipo de Iglesias ya habiendo conseguido lo que querían con una victoria tan clara siga exactamente en la misma posición hostil, negando incluso un proceso integrador. Siendo así, mi simpatía con respecto al cómo se están haciendo las cosas a raíz de las últimas noticias acaba de cambiar de bando.

Escribo esto a raíz de las últimas noticias con todo este asunto sobre la elección de los candidatos para la «directiva interna» (consejo ciudadano). La cuestión que ha levantado tanto revuelo es la siguiente: El equipo Claro que Podemos presenta una lista de 62 personas (siendo este el numero exacto de persona que compondrá este consejo) ocurriendo pues que en caso que se votase sencillamente a la lista de este equipo, en caso en que se pudiera (como de hecho será) dando a un solo click seleccionar a todo el equipo, no quedaría margen alguno para todas las demás candidaturas independientes que se presentan, quedando excluidas.

Esto es un problema, pues aunque las listas sean abiertas ya hemos comprobado el calado del poder mediático que tiene el equipo de CqP por lo que no es descabellado suponer que presentasen lo que presentasen serían ellos los que ganarían en estas votaciones. Contra esto se nos ha dicho que criticar que la lista sea completa aun cuando las votaciones son abiertas en realidad lo que conllevaría es una impugnación contra la propia ciudadanía, como si dijéramos que «podría no votar lo mejor», acusándonos a aquellos que nos mostramos adversos a este procedimiento como «antidemocráticos», lo cual demostraría el juego sucio con el que se defiende que la lista sea completa. Está claro que será la gente quien decida la lista de candidatos final, aunque claro, no todos los candidatos tienen el poder mediático de Iglesias… Y negar esta realidad no es más que la demostración de cuanto se puede jugar sucio mediante un pulcro cumplimiento de la ley, siempre y cuando, tal que así, no se tengan en cuenta las condiciones materiales en el discurso, como es el caso.

Con todo ello, a mi lo que más me llama la atención es esta posición defensiva en la que se continúa desde CqP aun cuando ya han tenido una victoria arrolladora en lo más importante: La estructura interna de la organización, y no solo ganaron sino que además demostraron su poderío imbatible. ¿Por qué no ceder ahora entonces? Esto también me parece un problema pues continuar en esa actitud no es en nada el mejor camino para alcanzar una estabilidad interna, una normalización del proceso (que ya está bastante enrarecido). Hablaba el otro día sobre este asunto con una compañera de Sumando Podemos que estaba bastante dolida con esta situación y se preguntaba por qué CqP no habían podido presentar una lista de al menos 56 personas, «habría sido tan fácil» me decía, con mucha tristeza al sentir que desde CqP se habían cerrado las puertas para todos los demás. A su vez, luego estuve hablando con otro compañero de CqP que me argumento afirmando que cómo iban a dejar espacio para un equipo de personas que había supuesto una «oposición organizada» contra el modelo que ellos habían estado llevando. Estos dos testimonios me resultaron de lo más significativos.

Está claro que no hay mejores estrategas que los de CqP y que saben como ganar, pero a raíz de esto se me disparan ciertas dudas de si saben realmente como gestionar estas victorias. Se bien que esta artimaña no se trata de aprovechar la autoridad indiscutible de este equipo para colocar una camarilla de personas afines eliminando cualquier posibilidad de disyuntiva interna dentro de la organización pues, en realidad, dentro del equipo que presenta CqP hay muchas posiciones distintas y dentro de lo que cabe tiene cierto margen de pluralidad; no se trata tanto de evitar esto como directamente a aquellos que se presentaron en su momento como competidores, es decir, al equipo de Sumando. Tanto es así que el propio Echenique lo ha denunciado y ha retirado la lista en la que se presentaba el y otras 21 personas acusando a CqP de no dejar espacio para la pluralidad y casi a un pasito de acusarles de presentarse como lista cerrada, lo cual, aunque no es cierto si que puede llegar a tener ese efecto una lista defendida por Iglesias dadas las condiciones.

La cuestión es ¿son tan peligrosos los miembros de Sumando Podemos o quien fuera otros independientes para no dar el mínimo margen desde CqP para que pudieran entrar? Lo dudo mucho y aunque nadie pueda discutir que si de lo que se trata es de ganar CqP son invencibles, pero pongo en cuestión su habilidad política en este asunto y les acuso de tener una actitud castrense con respecto al como gestionan su victoria. ¿Acaso no sería una mejor estrategia tomar, ahora que ya han ganado, una actitud más demócrata y conciliadora con respecto a sus adversarios otorgándoles un espacio dentro de la organización para así aplacar sus ánimos, la posibilidad de conflicto, y generar una mayor estabilidad y normalidad del proceso?

Llegados a este punto en que no cabe duda de la supremacía de CqP casi parecería que este tipo de actitudes denotas un cierto resentimiento y rencor contra sus adversarios, como si se ofendieran de que se les hubieran opuesto, como si tal actitud no pudiera tolerarse o como si les consideraran a la gente de Sumando una especie de grupo de agitadores o rebeldes internos. Este tipo de actitudes tan poco comprensivas con aquellos que se les oponen son desestabilizadoras y desilusionantes, además de absolutamente innecesarias: Un pequeño grupo de miembros de Sumando o Independientes no tendría poder para desestabilizar las líneas fuertes del partido; al contrario, serían el símbolo de la integración y aplacaría las furias que se despertaron con los conflictos anteriores, sería una forma elegante de formar un pacto de paz con todas las fuerzas y conformaría, a mi ver, una organización mucho más cohesionada y fuerte.

Ante esto, la respuesta que se nos ha dado es algo así como que «no nos preocupemos» que «aún queda mucho sitio» de cara a las autonómicas y las municipales, y que «no hace falta estar en el comité estatal para formar parte de Podemos». Respuesta que a mi ver no solo sería insultante (ya que pone todas nuestras quejas al deplorable nivel de la simple búsqueda de poder), sino además de una estupidez estratégica sorprendente teniendo en cuenta que estamos ante las mentes más brillantes en campaña política de este país. ¿Qué actitud podrían esperar de aquellos a los que han estado compitiendo y que luego han excluido y negado entrar en un proceso pacificador una vez estos formasen parte de la organización a un nivel distinto? ¿De verdad no les importa lo más mínimo que los comités de las autonomías guardasen el mínimo resquemor o distancia contra el estatal? Y si no es así ¿Es que acaso eso tan solo nos lo dicen para aplacar los ánimos de al menos parte de cuantos ahora se quejan y luego tienen otra buena preparada para cuando llegue ese momento?

En fin, lo peor de todo no son estas preguntas, lo peor es que hayamos llegado a una situación que permita tan siquiera formularlas. Están siendo demasiadas actitudes que aumentan la desconfianza dentro de la organización, cuando en realidad sería tan fácil (¿no es así?) que con un poco de generosidad de los vencedores y la grata voluntad y responsabilidad que ya han mostrado los vencidos hubiéramos conseguido acabar de un plumazo (nunca mejor dicho) con estos conflictos y demostrar con que facilidad y cuanto honor pueden los grupos opuestos darse la mano y configurar la integridad de esta gran alianza que es Podemos y en la cual mantengo toda mi fe, ilusión y confianza.

Finalmente, en lo personal tengo puesta mi plena confianza en todas las personas que configuran la lista de CqP, pero más allá de eso y si no fuera por tantas condiciones excepcionales en que se está dando todo este proceso creo que todos podemos reconocer que ciertas cosas no se están haciendo bien del todo, y que aunque algunas sean malos remedios a problemas mayores, otras son completamente innecesarias y pienso que ya bastantes oscuridades razonables está soportando la militancia de la organización como para no recibir aunque fuera el mínimo gesto de generosidad y buena voluntad por parte de los vencedores con tal de avanzar finalmente a la unificación final de Podemos, con sus arrugas y estrías, en lugar de esta purificación planchada que se nos presenta.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.