Mientras la proclama-video de las reconstruidas y depuradas Farc-EP, leída por Iván Márquez era reproducida y difundida «globalmente», despertando a la opinión pública mundial este 31 de septiembre 2019, la agencia colombiana de la trasnacional de la comunicación del grupo Prisa (Caracol) apresuradamente buscaba una contra-replica «local», parroquial y muy circunscrita e intrascendente políticamente por […]
Mientras la proclama-video de las reconstruidas y depuradas Farc-EP, leída por Iván Márquez era reproducida y difundida «globalmente», despertando a la opinión pública mundial este 31 de septiembre 2019, la agencia colombiana de la trasnacional de la comunicación del grupo Prisa (Caracol) apresuradamente buscaba una contra-replica «local», parroquial y muy circunscrita e intrascendente políticamente por lo mezquina, de los tres jefes del grupo «LA ELE» dentro del partido de la Rosa: Londoño, Lozada y Lascarro, para que repitieran ante los micrófonos, como loros, la orden inmediata del presidente Duque de sacar de las filas del antiguo partido ya rasgado total e irreversiblemente (por la razón moral de ser unos «bandidos narcotraficantes») y expulsaran oficialmente a los ex compañeros de armas que abandonaron el camino de la falsa reincorporación al Estado Contrainsurgente y terrorista dominante en Colombia.
Estado, cuyo aparato de terror terrestre (los narco-paramilitares oficiales que ya llevan fusilados sistemáticamente más de 600 líderes sociales indefensos y más de 140 ex guerrilleros desarmados) y cuyo aparto de terror aéreo de las Fuerza Publica adecuadamente aceitado y aprovisionado por el US Army desde sus 7 bases, reiniciaba los bombardeos indiscriminados y masivos en las selvas del Caguán sobre insurgentes y población civil de los alrededores, con la conocida estela de muerte y desolación. Estado que, a pesar de tan cruda, brutal y contundente realidad, todavía hay quienes desde la llamada Izquierda democrática (no en mi nombre) le niegan este carácter Contrainsurgente, persistiendo en la vieja tesis ideológica acuñada en el tiempo del «Frente Nacional del Estado de sitio», de que Colombia es una «democracia restringida, pero al fin democracia».
Una vez montada por Caracol dicha matriz mediática, la demás falsimedia con sus «Spinn doctors» o intoxicadores de opinión (uno de los más notables es la revista Semana por las togas asalariadas y de pseudo historiadores a su servicio) se dedicaron a hacer análisis «semiológicos y postmodernos» del video; lo más alejado posible de un análisis racional político del mismo:
Los uniformes y cachuchas o gorros variados, las botas de caucho, los correajes, los pechos escurridos o barrigas apretadas, las canas, las armas diversas ya no los chatarrizados fusiles AK47 postsoviéticos, «qué peligro una ametralladora 47 en manos de un ciego con boina», la sombra del sol declinante en la cara de los filmados, ya se está haciendo la identificación biométrica para ofrecer un millón de dólares por cabeza, unos 25 millones de dólares en total (¿de dónde saldrá esta jugosa tentación para las compañías estadounidenses de caza-recompensas anexas a la CIA?) los escasés de mujeres y el machismo sexual, el cambuche donde se habla, el rio Inírida que no aparece, la otra orilla de la «retaguardia» que puede estar en el lado venezolano o brasileño de este rio que si tiene orillas pero imprecisas o difuminadas; las imágenes de Marulanda y Alfonso Cano con el fondo de la mirada severa y milenaria de Bolivar ¿Qué propuesta política seria pueden hacer estos bandidos narcotraficantes? Están muy divididos entre ellos. Solo les interesa el dinero. No les quedará fácil unirse con los otros bandidos del ELN. Los colombianos no comemos de esa. Ñao papá. Estamos preparados es para fumigarlos. Muy preparados. Los negocios full, las armas mejor. El cómplice Maduro tendrá que responder en la ONU por esconder narcotraficantes. Protegeremos a los ya «nuestros reinsertaditos». Mientras la contradicción en las alturas entre Santos y AUV se encona aún más por «la piñata de las culpas» de que habla la señora Rueda en el diario el Tiempo 01.09.2019 y, la banalización del meme viral del gato malvado con gafas oscuras y bufanda palestina que fríamente le responde a la histérica, cuando le grita «me dijiste que dejarías las armas»: claro, «pero escondidas»; borraban cualquier asomo de una idea política, racional. Moderna.
La propuesta política central del video de Iván Márquez y Santrich de realizar una Asamblea Nacional Constituyente representativa, amplia, popular y democrática (ANAC popular y democrática) como final de un proceso popular constituyente que dé una VERDADERA Solución Política al reciclado conflicto social armado colombiano y, permita construir una VERDADERA paz en Colombia, ha quedado sepultada por la trivialidad irracional y la cerrazón contrainsurgente que solo busca la victoria y el exterminio del enemigo interno.
A los pseudo historiadores de la falsimedia del régimen no se les ocurrió recurrir a la verdadera historia de Colombia, por ejemplo, para recordar la ya muy documentada persistencia y tradición de la práctica política muy colombiana de terminar las matanzas a machete de campesinos pobres emborrachados con guarapo y sectarizados durante las múltiples guerras civiles ocurridas en el siglo 19 y parte del 20, a través de Pactos y Acuerdos Políticos entre liberales y conservadores de las diversas fracciones de la clase dominante y dirigente, escarmentados con la destrucción causada por las confrontaciones militares, las que tomaron la forma de reformas a la Constitución o incluso en nuevas Constituciones: Voy a estrujar mi memoria para citar algunas de ellas:
Las ocurridas entre 1.840 y 1.880 terminaron en el acuerdo de la Regeneración y en la Constitución de 1.886. La de los mil días (1.899-1.902) en las enmiendas de 1.910. Los intensos conflictos que llevaron a las modificaciones constitucionales de 1.936 del gobierno de López Pumarejo. La llamada «violencia bipartidista» (1.946-1.957) que llevó a los intentos constitucionales corporativistas y falangistas de gobierno de Mariano Ospina, de Laureano Gómez y la constituyente de Rojas Pinilla, su derrumbe y los pactos políticos ente los lideres anticomunistas, el liberal Lleras Camargo y el conservador Laureano Gómez en el mediterráneo español, que impusieron la «modificación plebiscitaria» de la constitución del Frente Nacional de 1.957. Los conflictos sociales y armados producidos por la misión del general Yarborough 1.960, el plan Lasso 1.963-64, de los primeros gobiernos del frente nacional que condujeron a las modificaciones constitucionales presidencialistas del Lleras Restrepo en 1.968. Los conflictos armados, el narcotráfico y la presión USA para imponer el neoliberalismo de Cesar Gaviria y la guerra integral de ministro de defensa Pardo Rueda y que excluyeron de las FARC-EP de la Constitución de 1.991, escalando el conflicto armado. Ect.
¿Por cuál razón? Si todo este proceso constituyente histórico, ha permitido el desarrollo de la base económica y la supraestructura jurídico política e ideológica de la sociedad colombiana, la que aceleradamente, al día de hoy, se ha trasformado radicalmente y nuevas clases sociales antes excluidas a «sangre y fuego» de la carta constitucional, hoy piden y exigen que sus intereses materiales y espirituales sean incorporados, o queden escritos en la carta constitucional ¿por cuál razón deben ser excluidos y sus voceros tienen que retomar las armas para ser escuchadas, o sean acogidas sus demandas totalmente subestimadas y minimizadas en la discusión mediatica?
¿Por cual razón? Dos días después de la video proclama global, tiene que Santrich repetir el mensaje «de memoria» y sin leer ningún papel escrito, en otro video presentado como primicia por el portal Sputniknews.com, para insistir en que solo hay dos vías para la realización de esa (ANAC) proclamada: «una vía concertada»… O, ante la cerrazón irracional del Poder, la condena garciamarquina de otros 100 de amargura, sangre, sufrimientos y tristeza que nadie desea, de la vía de «la conquista de esos cambios mediante el estallido de la inconformidad y la rebelión» (Ver https://mundo.sputniknews.com/
Este es el «cuento» que el subpresidente Duque en su levedad, incuria y mediocridad retrógrada, «muy tieso y muy majo» como el rin-rin-renacuajo de la fábula de Pombo, desde el telepronter de Palacio les dice a los colombianos que no se pueden comer.
¿Es, acaso, esta una forma racional y de política moderna adecuada a los tiempos que corren para resolver apropiadamente el desafío aparecido, en un momento de crisis no solo nacional sino Regional de proporciones globales?
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