Para la muestra… un botón
¿Quién eres?
Soy una mujer que a los 4 años tuvo que abandonar su tierra natal con su familia debido al accionar de los violentos y encontró en Santa Marta su hogar. Con más de 10 años en la defensa de Derechos Humanos y con liderazgo social en el movimiento estudiantil y la memoria histórica; miembro de la Fundación Hijos e Hijas por la memoria, contra la impunidad y Co- fundadora de la Casa de la Memoria Santa Marta, comprometida con las luchas sociales.
Soy una luchadora incansable de la política de la vida, se ha propuesto ganarle la Curul de Paz a tradicionales y al paramilitarismo.
¿En qué Circunscripción te presentas?
En la circunscripción #12 que corresponde a los departamentos del Magdalena, El Cesar y La Guajira, específicamente en las zonas rurales.
¿Las 16 curules son para las víctimas?
Si, las 16 curules surgen a partir del acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc como una exigencia de las organizaciones sociales y la sociedad civil para garantizar la participación de las victimas del conflicto mediante su representación en el Congreso. Estás curules representan a los 16 territorios a lo largo y ancho del país.
¿Hay candidaturas que no son víctimas?
Esta pregunta se puede responder desde dos lugares un lugar político y un lugar técnico. Desde lo político existen representantes de victimarios que pretenden usurpar el lugar de las victimas para legitimar la violencia estructural en los territorios. Si nos referimos a lo técnico la respuesta la deben dar las entidades que toman esa determinación, entidades que históricamente han sido coptadas por las casas políticas que hoy son las mismas pretenden usurpar la curul de paz.
¿Cómo es posible eso?
Esto sucede a raíz de los enlaces o cruces entre los partidos tradicionales que han venido gobernando a lo largo de los años quienes se han aprovechado de la imposibilidad de acceso a la información por parte de las comunidades. Provocando grandes brechas de desigualdad en el país y en los procesos de participación política.
De ahí surge parte de nuestra motivación de propiciar verdaderos cambios en la población que ha sido fuertemente golpeada por tantas personas inescrupulosas que sólo buscan su beneficio personal.
Unos ejemplos de candidaturas que no son víctimas ni de víctimas. Debido a la influencia que tienen los grupos armados en el territorio, lastimosamente aún se vive la violencia en Colombia. Eso ha llevado a que los clanes y casas políticas y sus alianzas con esos grupos armados busquen la forma de apropiarse de los espacios democráticos. Entre ellos tenemos
William Romero con el Clan Gnecco
Jorge Tovar Vélez, quién es hijo de Jorge 40
Pedro Castro con el Clan Castro Araujo.
¿Hay libertades para votar? ¿O se repetirá el que la ciudadanía vote con un fusil en la nuca?
Las libertades y garantías; son restringidas, debido a que no existe una democracia plena en Colombia y mucho menos ha existido posibilidad de participación política, en territorios que fueron afectados por el conflicto armado. Es decir, la permanencia de los grupos armados ha mantenido vigente la dinámica de la guerra.
Esto ha provocado que dichos procesos se vean afectados principalmente en las zonas rurales; como es el caso de la circunscripción #12 en las partes de altas de la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá, en dónde viven bajo constantes amenazas ante estos grupos. En otras palabras, no existe libertad para elegir pues en muchos territorios se vive desde el temor que infunden las armas.
¿Hay igualdad de condiciones para la campaña entre los aspirantes a las curules de las víctimas?
No existe la igualdad de condiciones, debido a los lazos internos que existen entre agentes violentos, el Estado y el gobierno.
Un claro ejemplo es el caso del William Romero quien es la ficha del Clan Gneeco, con Cielo Gneeco heredera del temido Jorgito Gnecco señalado paramilitar ajusticiado por Jorge 40, lo cual no resulta muy distinto al caso de Jorge Tovar Vélez hijo de Rodrigo Tovar Pupo – Jorge 40 quien a efectos de validar su participación de cara a las curules de paz fue nombrado como coordinador de víctimas a nivel nacional; para poder legitimar un «trabajo» en el contexto de las poblaciones afectadas. Adicional a esto, las registradurías ubicadas en los territorios cuentan con la presencia de los actuales grupos políticos que están en el poder; para tener incidencia en la toma las decisiones.
¿Quién debe responder por la falta de garantías?
Quién debe responder es el Estado. Pero esas garantías son ineficientes tanto para los candidatos como para los electores, dado el establecimiento de la mafia electoral, la cual se empeña en que quienes representamos a las víctimas y las organizaciones sociales no tengamos la posibilidad de acceder al congreso.
Considero que la forma en que se establecieron de las reglas de juego para participar fue excluyente e invisivilizadoras de procesos territoriales. Valga señalar el caso puntual el de Macaraquilla, Corregimiento de Aracataca, territorio que se encuentra adelantando proceso de restitución de tierras.
No tener la oportunidad de participar genera en la población un sentimiento de exclusión pues se desconoce su proceso y las circunstancias por las cuales no habitan en los corregimientos y veredas que están estrictamente relacionadas con el desplazamiento producto del conflicto.
¿Cuánto dinero cuesta tu campaña, y Cómo se financia?
Quién financia nuestra campaña es el gobierno, pero no es un secreto que cuando los fondos vienen desde entidades gubernamentales, el dinero llegue por pedacitos, dificultando los procesos de la campaña. En cuanto al presupuesto de campaña como tal o el monto total no está claro. Lo que sí está claro es que en la cámara tradicional el tope está alrededor de los 3mil millones de pesos pero en la cámara de paz nos hablan de un anticipo menor a los 60 millones para una lista de 2 personas. Es insólito.
¿Las víctimas saben que tienen derecho a elegir su representación?
Existe un total desconocimiento sobre este proceso en los departamentos, pero aún más en los corregimientos, al no haberse hecho la divulgación adecuada de la información por parte del gobierno. Parte esencial de la campaña es la pedagogía ya que es la primera vez que las víctimas cuentan con la posibilidad de elegir una cámara de paz. ¡No podemos permitir que otros sigan aprovechándose de lo que está destinado para nosotros! ¡Ya está bueno de eso!. Es increíble, porque los representantes de las cámaras tradicionales solo deben hacer campaña en 1 departamento y a nosotros en 3 y sin recursos, parece que el carácter especial es para frenar y no potenciar espacios democráticos.
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