El cabo Pablo Emilo Moncayo expresó al llegar al aeropuerto de Florencia, que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) son una realidad que no se puede negar. Moncayo agradeció a la misión humanitaria, sobre todo a Piedad Córdoba y a los gobiernos de Ecuador, Venezuela y Brasil por la ayuda prestada para hacer posible su liberación. No mencionó al Gobierno colombiano.
Pablo Emilio Moncayo, ex prisionero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en sus primeras palabras tras haber permanecido en cautiverio durante 12 años, dijo que no importa lo que él opine de esta guerrilla, no se puede negar su existencia.
«Creo que lo que yo piense de la guerrilla de las FARC en nada va a cambiar el rumbo de la historia de Colombia. Sencillamente existen en Colombia, son una realidad, no se les puede negar por más que se quiera, por más que parecen invisibles, pero ahí están», dijo Moncayo.
Moncayo también sostuvo que a pesar de que los analistas consideren que sufre del Síndrome de Estocolmo (identificación del retenido con su captor) y que algunos periodistas consideren a los soldados provenientes de Patascoy, donde fueron capturados, como guerrilleros, él ha soportado los años de cautiverio por amor a su patria y a su institución.
»Yo se que muchos analistas dirán que uno sale con el Síndrome de Estocolmo. Recuerdo que un periodista de radio nos catalogó a nosotros, los soldados de Patascoy, como guerrilleros, eso me dolió porque yo he conservado mi uniforme por amor a Colombia y por amor a la institución» , manifestó el cabo.
Moncayo también afirmó que sin importar lo que él pensara era » la democracia de Colombia, buena o mala, la que sostiene al Gobierno, le guste o no le guste a la gente».
Agradeció al presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien solicitó un gesto de paz de parte de la guerrilla con su entrega, a las gestiones del presiente venezolano, Hugo Chávez y al presidente brasileño Lula Da Silva por su cooperación. No mencionó al Gobierno colombiano, que, encabezado por el presidente Álvaro Uribe, ha obstaculizado su liberación durante casi un año, desde el 16 de abril de 2009 en que la guerrilla anunció su disposición de liberarlo unilateralmente.
Moncayo, quien se confesó sorprendido de volver a ver a la civilización después de tanto tiempo y sobre todo de los avances tecnológicos, también mostró su gratitud para aquellos que participaron en la liberación como el grupo Colombianos y Colombianas por la Paz, a los miembros de la tripulación brasileña y »a la incansable doctora Piedad Córdoba».
El sargento Moncayo agradeció a los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, de Venezuela, Hugo Chávez y de Brasil, Luis Inazio Lula Da Silva, por las gestiones que hicieron para buscar su libertad en los últimos 12 años.
El cabo recién liberado también hizo un aparte con las palabras de sus compañeros de cautiverio, el coronel Edgar Duarte y »mi primero Martínez», refiriéndose a José Libio Martínez, que le solicitaron la colaboración de alguna organización internacional no gubernamental que les ayude a ser liberados.
Pablo Emilo Moncayo también comentó que había sido doloroso escuchar sobre el inicio de la travesía de su padre, pues tuvo las primeras noticias de sus largas caminatas cuando llevaba cinco dias bajo tratamiento médico, muy enfermo y postrado en cama.
»Debo decir que cuando mi papá comenzó a marchar, llevaba yo cinco días de tratamiento médico porque estaba postrado en cama y duré siete meses caminando con muletas, fue algo muy duro para mí», enfatizó Moncayo.