A 74 días de haber iniciado la huelga de hambre por la libertad de todos los prisioneros políticos, y tras haber dado nuestro mejor esfuerzo, los prisioneros políticos Esteban Burgos, Jorge Espinola, Hardy Peña y Jorge Mateluna damos por finalizada la huelga de hambre hoy jueves 24 de junio. El proceso iniciado a mediados de […]
A 74 días de haber iniciado la huelga de hambre por la libertad de todos los prisioneros políticos, y tras haber dado nuestro mejor esfuerzo, los prisioneros políticos Esteban Burgos, Jorge Espinola, Hardy Peña y Jorge Mateluna damos por finalizada la huelga de hambre hoy jueves 24 de junio.
El proceso iniciado a mediados de abril, y que culmina hoy convirtiéndose en la huelga de hambre más larga en la historia de Chile, nos deja
daños y deterioros como producto del prolongado y difícil periodo de inanición; terminamos desnutridos, con una perdida de masa corporal que promedió los 26 kilos; evidenciamos daños renal, hepático, destrucción parcial de nuestra flora intestinal, deterioro del aparato músculo-esquelético, de la piel y páncreas, daño cardiaco posiblemente irreversibles, carencias significativas de vitaminas, proteínas y minerales
esenciales, tal como dejan en evidencia diversos y completos exámenes realizados, todo lo cual requerirá -para ser restaurado- de un largo y lento periodo de recuperación. Es el costo a pagar por la decisión de luchar consecuente y dignamente por un anhelo impostergable como la libertad, sobre todo después de 14 años de injusto encarcelamiento.
Estos 74 días de extenuante lucha no han sido en vano, dieron sus frutos, destacándose como logros concretos:
El aceleramiento de la libertad diaria de los compañeros que ya se encontraban saliendo producto de luchas anteriores; la puesta en libertad, vía derechos intrapenitenciarios, de al menos nueve compañeros; agilización de los tramites judiciales que posibilitaría la salida de tres hermanos más (Elizabeth Núñez, Esteban Burgos y Jorge Espinola).
Son avances concretos imposibles de haber alcanzado sin las movilizaciones externas y la presión de la huelga de hambre. Ha sido un importante avance también la claridad en que quedó expuesto al mundo entero que las y los prisioneros políticos no aceptamos ser utilizados como moneda de cambio y que a la impunidad nos hemos opuesto luchando en la primera línea de acción.
Lo antes señalado y la actitud decidida permitieron la articulación de un gran movimiento, incluso mucho más allá de estas fronteras, que ha solidarizado y apoyado activamente; con expresión y gestión diversa la causa por la libertad.
Fuimos capaces de romper un cerco informativo que me mantuvo por más de 14 años, pues hoy poco son los que desconocen que en Chile hay prisión política y que los que estamos al interior de sus cárceles fuimos juzgados por Fiscalías Militares – fundamentalmente- con procesos colmados de irregularidades, errónea aplicación de la Ley Antiterrorista, tortura, dobles juicios y condenas con ensañamiento político por nuestra condición de luchadores populares, tal como ocurre hoy con los prisioneros
políticos mapuche.
Ha quedado muy patente que este Chile de hoy estará muy lejos de ser democrático mientras mantenga la desigualdad social, siendo la prisión política una de ellas.
Lo ocurrido el día de ayer en el Senado, es decir, el rechazo del Proyecto de Ley de Indulto, en su idea original, dejo en claro que la motivación inicial y última de la derecha fue siempre utilizar la idea del Proyecto y del indulto como una formula que les permitiera adquirir mayores cuotas de impunidad para los violadores de los derechos humanos.
Sin embargo entendemos que por iniciativa de algunos parlamentarios concertacionistas, se abrió -dentro de la misma idea de legislar- una posibilidad de solución que podría dejar en libertad a cerca de once compañeros que no tienen Ley Antiterrorista, en un tiempo futuro y cercano y una posible solución también para los que si tienen esa ley, mediante una revisión de sus procesos en la Corte Suprema, en un tiempo acotado por ley y que no debiera exceder unos cuantos meses. O sea, es el estado
en su conjunto quien tiene la responsabilidad de resolver ese tema. Esto último zanjaría el cuestionamiento a si somos o no terroristas. Definitivamente nunca lo fuimos y no lo seremos y así ya ha sido demostrado por el propio autor de la Ley Antiterrorista, el ex Ministro de Justicia Francisco Cumplido. Todo lo anterior, se nos ha dicho, seguirá su
curso en el parlamento, requiriendo esta vez de quórum simple para su aprobación y no debiera demorar más que unos meses.
ahora, deberá jugar un rol clave la Bancada Concertacionista, sus partidos políticos y el propio gobierno, pues tiene herramientas legales para ir solucionando ya, sin olvidar por supuesto, a todos quienes aún sufren la continuidad de la razón punitiva, expresada en el extrañamiento y exilio que también requieren respuesta y solución.
Terminamos la huelga de hambre, con la certeza que nadie podrá juzgarnos por no haber luchado con todas nuestras fuerzas y decisión y atendemos al llamado de los que más nos quieren y al llamado de nuestros propios cuerpos. Pero la movilización por la libertad no puede detenerse, porque seguiremos en prisión hasta que se concreten soluciones, ya sea en el parlamento o por parte del ejecutivo.
Convocamos entones a nuestros familiares, amigos y compañeros, organizaciones políticas, culturales y artísticas, sociales, agrupaciones de derechos humanos, pobladores, trabajadores, minorías concientes y activas, colegios profesionales, abogados consecuentes, organismos internacionales, hermanos en el extranjero, a los medios de comunicación populares, a cada uno de los que nos han manifestado que esta lucha a sido justa, a seguir luchando con todo el empeño que puedan surgir del corazón y de la conciencia.
Por último, dedicamos los triunfos que se puedan desprender de esta durísima huelga de hambre, movilización callejera y gestión, a todos los familiares que, sin ser entes políticos y venciendo el dolor de vernos en mal estado, supieron estar a la altura de las circunstancias, asumiendo un rol protagónico; a nuestros compañeros y organizaciones
solidarias, en especial al Encuentro por la Libertad, que venciendo obstáculos
diversos tuvo la capacidad de impulsar un movimiento ascendente en la exigencia de libertad para todos.
Son y serán parte de los logros obtenidos; cada mujer y hombre que han luchado desde su espacio, aportando de acuerdo a su realidad y experiencia.
La libertad será un anhelo conquistado, más temprano o más tarde, con menos o más fuerza, pero que se han quedado finalmente.
Para todos el más combativo saludo, el más fraterno abrazo, de esta pequeña banda de hermanos en que nos hemos convertido de hoy y para siempre.
¡Que ninguna voz calle y ningún puño alzado se rinda!
¡Basta ya. Libertad ahora a los presos políticos!
Esteban Burgos, Jorge Espinola, Hardy Peña y Jorge Mateluna son miembros del Colectivo Rodriguista en prisión