Punto Final solidariza con los sacerdotes José Aldunate S.J., Mariano Puga y Felipe Berríos S.J., acusados ante la Congregación para la Doctrina de la Fe en Roma por sus opiniones en materias que hoy discute la sociedad moderna. En especial hacemos llegar nuestra afectuosa solidaridad al padre Aldunate, colaborador habitual de esta revista. Los tres […]
Punto Final solidariza con los sacerdotes José Aldunate S.J., Mariano Puga y Felipe Berríos S.J., acusados ante la Congregación para la Doctrina de la Fe en Roma por sus opiniones en materias que hoy discute la sociedad moderna. En especial hacemos llegar nuestra afectuosa solidaridad al padre Aldunate, colaborador habitual de esta revista.
Los tres religiosos fueron denunciados por el arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, o por el Nuncio Apostólico Ivo Scapolo (el punto no está claro porque ambos se culpan entre sí) ante la Congregación encargada de velar por la pureza de los dogmas de la Iglesia Católica. El motivo aparente son las opiniones de los tres sacerdotes sobre temas como el aborto, la homosexualidad, las parejas gay, las relaciones sexuales premaritales, y sobre la anquilosada institucionalidad de la Iglesia.
El Arzobispado ha declarado que el nuncio Scapolo le solicitó antecedentes sobre las opiniones de Aldunate, Berríos y Puga en diferentes medios de comunicación.
Por su parte, Scapolo -que culpa al Arzobispado de tomar esa iniciativa- se niega a recibir a los sacerdotes a la espera de una decisión del Vaticano sobre la denuncia.
Los sacerdotes Aldunate y Puga destacaron en la defensa de los derechos humanos durante la dictadura militar. El padre José Aldunate S.J. se ha referido en numerosas columnas publicadas en Punto Final a temas como los arriba mencionados. En su artículo «La ley natural, el matrimonio y la familia» (PF 812, septiembre 2014), por ejemplo, aborda los cuestionamientos contemporáneos a los puntos de vista conservadores de la Iglesia. En reciente entrevista con el semanario The Clinic , Aldunate ha planteado sus opiniones con admirable franqueza.
La censura que Ezzati o Scapolo (o ambos) pretenden imponer a los sacerdotes Aldunate, Puga y Berríos ha suscitado enorme repudio en las comunidades cristianas que aprecian y respetan la autoridad moral de estos pastores.
Publicado en «Punto Final», edición Nº 815, 17 de octubre, 2014