La plataforma #Soy365 promueve la implicación de los hombres en el debate por la igualdad, poniendo sobre el foco a personalidades públicas que instan a reconducir actitudes negativas.
Se cumple un año del despido de Weinstein por sus casos de abuso y violación a más de 80 mujeres. 365 días después, basta con ver las manifestaciones contra la violencia de género o la marcha del 8M para descubrir la escasa presencia de los hombres, algo que demuestra que la implicación no es aún ni mucho menos la necesaria para que haya cambios. «La conducta habitual en los hombres suele ser la de estar en una situación de neutralidad», dice Bakea Alonso, una de las coordinadoras de #Soy365, «pero son tantos los pequeños detalles que hay muchísimo campo por explorar. Si los hombres no cambian, esto no es posible».
Esto mismo también lo defiende El Chojin, rapero español y uno de los primeros hombres en poner la cara para apoyar la campaña: «Tenemos que participar más en el debate feminista. Si vemos el feminismo como un problema de la mujer creo que no estamos entendiéndolo bien porque es un problema social y nos incumbe a todos y a todas», señala.
#Soy365 promueve la participación de los hombres desde un eslogan que incluye tres palabras clave. Desde su página web piden a los hombres que cuiden de las personas y el entorno que los rodea, que renuncien a sus privilegios para compartir con las mujeres los espacios de poder y toma de decisiones y, por último, que practiquen la igualdad en todos los ámbitos de su vida.
¿Qué concepto es más importante?
Desde #Soy365 tienen claro que renunciar a los privilegios es lo primordial a día de hoy. Pablo Padilla, diputado en la Asamblea de Madrid por Podemos, asegura que aún hay hombres que intentan aferrarse a ellos: «La actitud mayoritaria a día de hoy es la de no renunciar a los privilegios, pero el tsunami feminista que viene creo que sí hace tambalearse determinados pilares que estaban construidos sobre una negación de una desigualdad».
El Chojin, por su parte, entiende que los privilegios son algo a eliminar, no a repartir: «Hay que entender que eso de renunciar a los privilegios no debe ser tal. Los privilegios o son de todos o no son de nadie». Ya lo decía Clara Serra, política feminista y diputada por Podemos en la Asamblea de Madrid: «Todos son feministas, hasta que les toca bajarse de un acto».
Además de la lucha por la igualdad, otro de los objetivos de #Soy365 es que se reduzca la violencia de género, por eso pone el foco en los hombres. El Gobierno cifró en 51 las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en 2017, dato que a finales de septiembre de este año ya se situaba en 38. Números muy altos que demuestran que las instituciones aún tienen trabajo por hacer. «Tanto en las instituciones como organizaciones políticos hay determinadas sinergias que lo que hacen es perpetuar la desigualdad», asegura Padilla: «Hace falta una transformación de las instituciones públicas con la perspectiva de género», puntualiza el político de Podemos.
¿Hombres feministas o aliados feministas?
El proyecto cuida su vocabulario y las palabras no se usan en vano. Es difícil encontrar que a un hombre se le califique de feminista. Y no es fortuito. «En un tema tan importante, cada palabra está medida», nos cuenta Bakea, coordinadora del proyecto. «Lo que no queremos es, ya desde el principio, entrar en polémicas que van a desviar el objetivo de esta iniciativa. Hay colectivos que prefieren que los hombres se denominen como ‘aliados'», algo que Pablo Padilla entiende: «Queda mucho por hacer, de hecho antes tenía ‘feminista’ en mi biografía de Twitter y decidí cambiármelo porque es más acertado no denominarse como tal».
El acto central de la campaña durante el 2018 se llevará a cabo el próximo 24 de noviembre con un concierto que se realizará en el Auditorio Nacional de Madrid y estará a cargo de la Orquesta Metropolitana dirigida por Silvia Sanz Torre. El repertorio, cuenta Silvia, será formado para la ocasión: «Hay obras desde Carmen de Bizet como una mujer muy rompedora y también vamos a hacer algo del Amor Brujo y de Gustav Mahler, que cuentan las malas lenguas que era su mujer la que hacía sus orquestaciones».
La directora de orquesta, reconoce la importancia de proyectos como el de #Soy365 y asegura que estamos muy lejos de una equidad en oportunidades. En su profesión se han empezado a romper techos de cristal, pero reconoce que aún les quedan retos por afrontar. «No hemos llegado en ningún momento a unos niveles y a unas estadísticas que puedan ofrecer la paridad entre hombres y mujeres», dice la música. «Depende también de instrumentos y puestos, ya que hay algunos considerados más femeninos, como el arpa, la flauta travesera y el violín», agrega Sanz Torre. La construcción de la feminidad y de la masculinidad son también dos elementos a combatir. «Hay toda una parte en la que el patriarcado ha construido y que también daña a los hombres. Sabemos que hay más hombres que se suicidan, sufren más accidentes de tráfico, hay más hombres en la cárcel… y eso tiene que ver con esa construcción de la masculinidad», asegura Bakea, de #Soy365.
Las asignaturas pendientes
Ningún movimiento es ideal e incluso #Soy365 tiene cosas por mejorar. Uno de los hombres que participa dentro de la campaña asegura que los hombres no tienen que huir de lo «femenino» y asumir la «ternura y la vulnerabilidad». ¿Por qué esos rasgos son femeninos? «El feminismo se ha presentado como el único proyecto político transformador que genera horizontes de transformación y de cambios», justifica Padilla. «Hay motivos para la esperanza pero queda muchísimo por avanzar», reconoce.
El Chojin prefiere mantener la cautela y esperar un poco más para hacer valoraciones sobre progreso o estancamiento. «Si nuestro fin es acabar con cualquier trato discriminatorio vamos a vivir frustrados muchos años porque esto no va a cambiar de la noche a la mañana. Lo que tenemos que hacer es entender los avances que se están dando y seguir empujando», concluye.