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Comentario a una entrevista a Santiago Alba Rico

Sujeto de la historia y desastre cultural

Fuentes: Espai Marx

Queridísimos amigos: hoy es el último día de vacaciones para mí, y deseaba haber dedicado la tarde a poner mi libro de Lukacs sobre Hegel en las 350 páginas ( es denso y me quedarían entonces solo 150 por leer). Os explico esto porque desearía poder transmitiros toda la importancia que a mi juicio -a […]

Queridísimos amigos: hoy es el último día de vacaciones para mí, y deseaba haber dedicado la tarde a poner mi libro de Lukacs sobre Hegel en las 350 páginas ( es denso y me quedarían entonces solo 150 por leer). Os explico esto porque desearía poder transmitiros toda la importancia que a mi juicio -a mi juicio, luego, de su importancia e interés, todos juzgareis-tiene el asunto que deseo tratar con vosotros en privado. Versa sobre la entrevista, que es muy interesante, que se le ha hecho a Santiago Alba y que me había enviado Alexandre y que os remití ayer mismo (http://www.fabrica.cat/index.php?option=com_content&task=view&id=512&Itemid=38). El asunto de la entrevista -los diversos asuntos- creo, son importantes en grado máximo. Santiago trata sobre ellos con particular agudeza, con penetración, con saber. El tema axial, a saber, el análisis sobre la penetración de la vida cotidiana y de las culturas materiales por parte del capitalismo para el consumo es para nuestro pequeño grupo saber compartido plenamente; somos un pequeño grupo que hemos hecho todo lo posible hasta grado inimaginable por heredar lo mejor de nuestra traditio, la KOMINTERN, y donde otros saldaban en baratillo, se deshacían de ello a escondidas, como si nunca lo hubiesen conocido ni tenido ni sabido, nosotros, hemos logrado para nosotros estas y otras magníficas granjerías. Bueno.

El asunto que me interesa tratar aquí es el mismo que llama la atención y sorprende al entrevistador, y que en realidad es el que hace a la posición reflexiva, dubitativa, vacilante en un aspecto muy importante, de Santiago, cuya agudeza inteligencia y vastísimo saber están claros. Y también la claridad expresiva; Lo uno y lo otro es lo que precisamente permiten al entrevistador percatarse de un problema. Para enunciarlo de una forma que haga referencia al texto diré que la argumentación va de una reflexión sobre el «cierre categorial», sobre la sociedad que ha llegado a un punto de no retorno y cierre sobre sí misma, a la posibilidad de hacer pequeñas cosas que la cambien.

Vuelvo un poco atrás. El texto de la entrevista trata sobre la crisis antropológica que padecemos en Europa , y sus consecencias -en «el primer mundo», si me es lícito simplificar y resumir -. Santiago deja de lado, como mínimo, el mundo árabe y el Cono Sur. Considera Santiago que en Europa y EEUU estamos en una situación de transformación antropológica. El individuo humano de las zonas tecnológicamente más poderosas de la tierra ha mutado de ser. Esto es completamente plausible desde el plano conceptual, pues el ser humano no posee una forma de comportamiento de raíz natural instintiva, un ethos biológicamente determinado; sino que es un ser cultural, un bios cuyo programa de vida debe ser culturalmente formado e interiorizado, sin lo cual no es un ser individualmente viable. Un ser por tanto social al que la sociedad le proporciona la cultura que le permite sobrevivir. Sabemos que hemos intercambiado sobre esto. Pero lo dejo aquí (captatio benivoletiae,)

Por tanto, para mutar nuestras características definitorias como ser homo no es menester mudar el código genético. Basta con cambiar de forma radical nuestra antropología transformado nuestra axiología de valor civilizatoria. Los valores , principios etc que alimentan las ideas que usamos para reproducir y producir la vida -el pensamiento vivido-.

Si muta el proyecto antropológico, las ideas que han hecho curso durante siglos y milenios, la libertad, la …dejarían de ser copertinentes a ese nuevo antropós. Las ideas que han dado pie a la traditio revolucionaria pasarían a ser pasado, arqueología, como el culto solar, y otras ideas humanas ya desaparecidas de la humanidad. Si esto ocurre en la parte de la población humana más dotada tecnológicamente, en cuyas sociedades se acumulan la mayor cantidad de recursos materiales, etc podemos suponer que se abre un negro futuro para la especie en su totalidad…como mínimo un colapso por choque sin salida entre los civilizados tecnológicos y los menos dotados…(puede cambiar la composición de los países «avanzados» y de los «retrasados» pero si no cambia el modelo de aspiración de sus habitantes…). Estoy pensado en el Manifiesto y su recuerdo del derrumbe del Imperio Romano.

El tema que Santiago somete a nuestra consideración es muy grave, muy serio. A lo largo de la entrevista Santiago se abre a la posibilidad de la iniciativa humana, a la posibilidad de la praxis que se empeñe en la creación de nuevas formas de vida y cultura. Al comienzo del artículo Santiago plantea un análisis según el cual esta nueva civilización se interioriza en los individuos y se extienda en esos mundos de forma activa, reproduciéndose de forma cada vez más extensa, más amplia, más multiforme, funcionalizando todas las demandas humanas y creando otras nuevas que surgen de forma ineluctable en los individuos sumergidos en esas sociedades. Los imperativos del capitalismo, doblados por las tecnologías productivas hoy existentes desarrollarían una producción que sería la forma activa que moldearía los sujetos. Al penetrar en sus vidas cotidianas moldearía sin resto la naturaleza del ser humano.

La teoría del estructural funcionalismo y Teoría del sujeto

Del desastre cultural que vivimos no cabe duda: La cultura de la izquierda, la base cultural de la izquierda está disgregada.

Pero es aquí, ahora donde creo que se plantea el punto de debate. Y que se puede formular según el rótulo que le he puesto a este apartado. Ambas teorías son inconmesurables. Antes de ponernos a deliberar sobre lo que es posible etc, debemos elegir una u otra. Y es posible que para poder hacerlo, para optar por una u otra la dirimente, el elemento discriminante sea algo tan personal como la esperanza, la confianza, el socratismo (esto es el escepticismo irónico activo); que sea una posición existencial ante la vida la que nos incline a optar por una o por otra. O quizá nuestra propia experiencia personal, vital, lo que hemos vivido y la experiencia que tenemos de qué somos; tanto nosotros como nuestros amigos

La teoría del estructural funcionalismo como explicación humana pone la clave de todo en la estructura. Una estructura en un conjunto de elementos interrelacionados entre sí, cada uno de los cuales desarrolla propiedades emergentes como resultado de su interrelación con los demás. Las propiedades emergentes no son consecuencia de una autoactivación del agente, elemento o unidad discreta que entra en la relación, sino de la totalidad. Una viga de p.e. 30 toneladas, por sí sola no puede sostener nada sobre ella ni tan siquiera a 5 cm. del suelo. Es más, por sí sola, aislada, no puede sostenerse ni ella misma a 5 cm. del suelo. Es la trabazón con otras vigas la que organiza un sistema o estructura capaz de soportar pesos enormes y darles orden etc

La aplicación de esta teoría a la sociedad cuando se trata de explicar con ella el cambio histórico se basa en la elección de una item al que se convierte en fuerza independiente ,p e la actividad productiva, a la que se denomina de forma naturalizadora «fuerzas productivas» -para desnaturalizarla bastaría añadir: «…del ser humano, del individuo humano; o «del individuo humano socialmente organizado»- . Este ítem funcionaliza todos los ítems formantes de la estructura. Su desarrollo o cambio arrastra todos los otros formantes de la sociedad. Funcionaliza unos, aniquila otros y crea otros nuevos, para su autorreproductibilidad ampliada. Esta teoría había sido creada por Kautsky, que trataba de emular a Darwin y construir un modelo de «diseño inteligente» sin dios -ni hombre-. Y se impuso luego con su aceptación por Stalin. Su éxito con todo , su cenit, su cima la alcanzó en los años sesenta e irradió desde París. Althusser fue el hábil aplicador de las teorías estructuralistas imperantes en París -Levy Strauss, etc- al «marxismo». Hubiera podido ser otro cualquiera de los aventajados discípulos estructuralistas el que se adelantase y lo enraizase al marxismo. El caldo estaba preparado: con decir que hasta Parry Anderson tuvo su brote está todo dicho.

Queda por dar cuenta y razón del por qué del auge de estas teoría, tanto en el seno del movimiento democrático post 1871 como en los años sesenta del siglo XX cuando el auge económico de la Europa capitalista comienza a darle la vuelta al prestigio del bloque del este. Un filósofo que leo últimamente, el padre de la historia de la filosofía era de la idea de que toda contradicción o dificultad que se daba en la filosofía del cualquier periodo es resultado, recoge y expresa un contradicción del mundo real; pero yo no he comido tantas sopas como él para dar cuenta y razón de nada menos que eso mismo. Bueno, sigo

La teoría estructural funcionalista, como toda teoría humana -pero esto es ya sin quererlo una crítica, pues se basa en una afirmación que no se fundamenta en su antropología- tiene la singularidad de autocumplirse si se comparte o se cree. Si, con el ejemplo clásico -«clásico» de 30 años- las gentes, los corredores del bolsa creyeran que las manchas solares producen crisis económicas, cada vez que hubiese manchas solares -cada 11 años si mal no recuerdo- habría pánicos bursátiles, desinversión, quiebras y crisis. Si creemos que el desarrollo de las fuerzas productivas es el autobús a la Parusía -o como mínimo, a Lourdes- pues la apoyaremos, consideraremos que lo que se opone a eso es provincianismo, caspa, miseria moral, tontería, no saber vivir, cosa de acomplejaos, algo propio de pringaos sin saboir fairee …nada como tener un dromedario musical que revele que hemos estado en el fotomatón de Keops y Micerino, (viaje con nosotros… en una postal; conocer mundo en diez días) un coche de 1800 caballos en el que podamos sentarnos para poder oír música y que nos vean los vecinos, bañarnos en las paradisíacas playas (las 500 mejores playas «azules» españolas suman 368 Kms de longitud, y cada playa tiene menos de 100 metros de anchura: es un hacinamiento propio de campo de concentración…perdonad las mordacidades; pero tiene su finalidad, no es lo mismo estar enganchado a la coca que a esta porquería. El prestigio, es muy importante, pero esto es ya otra clave explicativa).

La izquierda interiorizó este modelo. No lo enfrentó; representaba perder grosor en sus filas, tener desafección entre sus votantes… sólo una vez desde 1960 se planteó el debate sobre la vida austera, lo hizo Harich con los informes del club de Roma; solo una fuerza política hizo ademán de abrir debate público… en PCI de Berlinguer (o, Berlinguer, que. me parece, fue dejado solo por el PCI…pero esto habría que estudiarlo..)

La otra teoría, la matriz intelectual opuesta es la Teoría del Sujeto. Es la matriz de la que surge el marxismo: la teoría del sujeto, del yo, del yo y su experiencia. Es la teoría la que surge como filosofar de la experiencia de la Revolución Francesa. Es la escuela de idealismo alemán. Y parte del yo, de la experiencia del yo, y de la reflexión sobre la propia experiencia. A su vez la experiencia surge como consecuencia -este es el eslabón fundamental- de la actividad del sujeto. La actividad se objetiva crea, produce ; y la actividad, para poder efectuarse exige que el sujeto se haya socializado previamente interiorizando los saberes que le permiten objetivarla , vivir: usos costumbres, etc-. La experiencia del yo es irredutible. Marx le llama conciencia. De clase, pero no como algo inherente a un colectivo masa, sino como conjunto de experiencias individuales de vida, culturalmente formadas: ¿Somos felices? ¿La gente se siente feliz? ¿Hay satisfacción vital en el hacer lo que se hace? ¿O hay altísimos grados de agresividad y violencia que señalan malestar, rencor? ¿se puede vivir 24 de cada 24horas en el paraíso?, pe, en una discoteca ¿o solo unas pocas horas por semana…?

Los seres humanos somos portadores de la cultura, y somos sus creadores. No la podemos controlar por entero, porque nadie puede abarcarla por entero. La cultura es la hominizadora: es el conjunto de saberes que orientan la actividad que produce y reproduce la vida. Desde saber cruzar una calle a saber usar un cuchillo, a saber cómo se saca un billete de tren a saber cómo se hace ese cuchillo o cómo se conduce ese tren o cómo se hace ese tren. Saberes, ideas, -el maestro de marx le llamó, por ser ideas, «espíritu» ;y por ser concretas, fruto de la producción mental y práctica humana anterior: «objetivo»: Espíritu objetivo- La cultura y sus contradicciones se nos impone, nos forma. Pero nosotros la experimentamos, somos los seres conscientes de esa totalidad de saberes intelectivos que objetivamos mediante nuestros actos. Y que experimentamos como agentes y como pacientes en nuestra experiencia, en nuestro fuero interno. Qué nos dice este fuero interno. Creo que la gente no está contenta consigo misma, con su vida, ni con los demás: «el mundo está lleno de borregos» «si deseas mucho algo lo obtendrás» -el «Secreto»,libro de autoayuda: ¡mas deseo de cosas, eso sí-. La conciencia de la cultura es nuestra consciencia de sujetos, la experiencia que hacemos con ella. Ella no tiene conciencia. La conciencia está en los sujetos vivos. No la bajarán de la cultura, del espíritu objetivo los grandes sabios, los grandes críticos, los grandes economistas -«mire usted, si yo sabré que yo creo que esto que vivo es una puñetera mierda», lo mismo que «mire usted, si yo sabré si me gusta o no me gusta el jamó serrano»-. Somos los muchos pobres en nuestra humilde experiencia de pobres y muchos los que tenemos la «AUTOCONCIENCIA DE LA HUMANIDAD» -¡»tremendol»! que diría chiquito de la Calzada-, pues porque la conciencia es eso, conciencia de la experiencia y no ciencia o arte o religión ..ni filosofar, el filosofar parte de la experiencia

Una pequeña muestra empírica. La busco en Engels, en su último prólogo -¿el alemán?- a la edición de La clase obrera en Inglaterra. Habla allí del East End londinense. Todos los conocemos por las películas, es el lugar de Londres del siglo XlX en el que ocurrían las cosas más horribles. Durante el Xlx había acogido a todos los sujetos arrojados de sus aldeas, de sus pueblos, por el capitalismo, y que no habían podido rehacer sus vidas tratando de crear una nueva forma de cultura y de vida a partir de su trabajo en una fábrica. Era un lugar de alcoholismo, droga , prostitución, enfermedad y feroz violencia. Pues Engels decía pasmado que ese mundo sin luz, todo barbarie había pasado a ser en el gran reducto de la clase obrera trade unionista organizada…Es un ejemplo histórico, y vale lo que nuestro optimismo decida que valga

Si seguimos con la teoría del sujeto, los individuos, experimentan su vida y en consecuencia, actúan y se movilizan, luchan, cambian situaciones, a esto los historiadores le llaman cambio de correlaciones de fuerza. .. El capitalismo no es algo al margen de la historia, de esas luchas de esas correlaciones de fuerza; podemos utilizar el concepto capitalismo para un sinnúmero de correlaciones de fuerzas muy diversas, si estipulamos -lo hacemos- que se denomina capitalismo a todo el inmenso conjunto de situaciones históricas dadas e hipotéticas imaginables, en las que se dé la concentración de la propiedad de los medios de producción en unas manos y en la que éstos se enfrentan a los que no los poseen, pero en cada correlación de fuerzas esto varía y varía de forma muy decisiva. Las sociedades son históricas, cada relación de fuerzas es distinta… el capitalismo es un nombre común a muy diversas situaciones históricas, de vida y experiencia de la gente. Paris 1943 y Paris 1973.. ., que dependen de la gente y de su actividad… Quiero decir que capitalismo no es el nombre de una Esencia, del Mal metafisico, no es «La Peste» la de Bergman en el séptimo sello o la de Camus. Y si el capitalismo es el nombre del orden que ahorma nuestra forma de vida, si nuestra forma de vida es el capitalismo, si el capitalismo es nosotros, es de sentido común, que podemos comenzar a cambiar las cosas y a combatir el capitalismo en una lucha con nosotros, desde nuestras propias vidas diarias. Desde la butaca de nuestra casa, incluso,…si nos ponemos a abrigar una esperanza un poco excesiva, un poco loca de la casa…

Es importante una cosa. Santiago Alba ve las cosas que vemos nosotros. Es una pequeña señal. Aquí y allá comenzamos a ver las cosas del mismo modo diversas personas. El espíritu objetivo, la civilización y la experiencia de civilización, la experiencia que aquella crea comienza a ir por aquí ¿no es importante?…¿Os acordais de 1989?. ¿quién dice que el mundo no cambia, que la gente no tiene experiencia, que su experiencia no tiene repercusiones, que sus actos no llevan a ninguna parte, que en Europa todo estaba decidido? Bueno, a lo mejor lo dijimos nosotros. A lo mejor, a pesar de creer que aquello era una dictadura no creíamos posible que aquello se fuera abajo, que «la historia retrocediese»… que no nos vuelva ahora a pasar el mateix…