Las declaraciones contradictorias entre miembros del gobierno colombiano socavan los esfuerzos de mediación que realizan la senadora colombiana Piedad Córdoba y el presidente de Venezuela. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, manifestó el domingo que está «empeñado» en entablar un diálogo con el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), a […]
Las declaraciones contradictorias entre miembros del gobierno colombiano socavan los esfuerzos de mediación que realizan la senadora colombiana Piedad Córdoba y el presidente de Venezuela.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, manifestó el domingo que está «empeñado» en entablar un diálogo con el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), a fin de llegar a un acuerdo humanitario que permita la liberación de los secuestrados en poder de la guerrilla.
Durante la transmisión del programa televisivo «Aló Presidente», el mandatario venezolano señaló que considera posible la concertación de un acuerdo humanitario con Manuel Marulanda, «Tirofijo», luego de que éste último le hiciera llegar a Chávez una carta y un video donde expresa su interés en llegar a un acuerdo. Incluso, el mandatario venezolano indicó que podría tener una propuesta para el jefe de las FARC, sin brindar detalles.
Chávez difundió el video y leyó la carta de «Tirofijo» el pasado 18 de septiembre, desde el Palacio de Miraflores en Caracas, acompañado por la senadora Piedad Córdoba, enviada especial del presidente colombiano Álvaro Uribe.
El líder bolivariano agregó que el éxito de las negociaciones y de la paz en Colombia dependen de un encuentro suyo con «Tirofijo». Para lograr esa misión pidió ayuda a Dios.
Hugo Chávez es un militar retirado del cuerpo de paracaidistas del Ejército. Declaró que «me lanzaré en paracaídas y caeré directo allá (en la selva colombiana)», para lograr el acuerdo con las FARC.
El martes 25 Chávez recibe en el palacio de gobierno a los familiares de los tres estadounidenses rehenes de esa guerrilla desde febrero de 2003. De este encuentro participa también la senadora colombiana Piedad Córdoba. Dos días después, esos familiares se reunirán en Nueva York con Uribe.
Los tres ciudadanos estadounidenses pertenecen al Departamento de Estado de Estados Unidos y aducen que realizaban labores antidrogas. La guerrilla colombiana asegura que la liberación de Marc Gonsalves, Thomas Howe y Keith Stannsen, solo se producirá cuando Estados Unidos devuelva a Colombia a Ricardo Palmera, alias «Simón Trinidad» y a Anayibe Rojas, apodada «Sonia», ambos extraditados en 2005 a Estados Unidos, acusados por narcotráfico, juzgados y condenados por una corte federal del país del norte.
«Simón Trinidad» también enfrentó un segundo proceso, en el que fue acusado de conspiración en el secuestro de los tres contratistas del Pentágono.
La senadora Córdoba expresó el viernes su malestar por las voces adversas de altos funcionarios del gobierno colombiano en torno a las negociaciones con la guerrilla. La senadora puntualizó que las declaraciones públicas vertidas, tanto por el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural colombiano, Andrés Arias, como por el canciller colombiano, Fernando Araújo, están saboteando su gestión como facilitadora.
Arias se opone a un despeje de fuerzas militares, donde eventualmente podría realizarse el intercambio humanitario.
A esto se suman las expresiones del ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos. Aseguró que el gobierno que integra no garantizará la seguridad del vocero de las FARC, Luis Edgar Devia, alias «Raúl Reyes», en su desplazamiento hacia Caracas para la reunión del 8 de octubre con Chávez.
«Si Reyes, o cualquier miembro de las FARC, quiere ir a Venezuela, que lo haga por sus propios medios y corriendo sus riesgos», advirtió Santos según la edición del domingo del diario El País de Cali.
Como si no fuera suficiente, Álvaro Uribe rechaza tajantemente un encuentro entre Chávez y representantes de las FARC en territorio colombiano, pero está de acuerdo en que se produzca en Venezuela, acentuando las contradicciones en el seno del gobierno que encabeza Uribe.
La legisladora Córdoba considera que el gobierno colombiano exhibe una «falta de coherencia frente al intercambio (humanitario)» y le reclamó a Uribe que fije una política inequívoca en cuanto a este tema. «Pareciera que hubiera una sinfonía de voces dispersas y contrarias en el gobierno del presidente Uribe», añadió Córdoba.
Piedad Córdoba viene reuniéndose periódicamente con Hugo Chávez en Caracas y también ya lo ha hecho con el número dos de las FARC, «Raúl Reyes», en la selva colombiana hace poco más de diez días. Actualmente se encuentra en Estados Unidos, donde se entrevistó con altos funcionarios del Departamento de Estado norteamericano y con un grupo de Representantes demócratas.
Como corolario de las reuniones mantenidas en Estados Unidos, es posible que la senadora visite en un próximo viaje en octubre a los guerrilleros colombianos «Simón Trinidad» y «Sonia», presos en cárceles de Washington DC y Fort Worth respectivamente, que podrían ser liberados en caso que prospere el intercambio humanitario con rehenes.
Para el próximo 8 de octubre está previsto un encuentro en Caracas entre Chávez y el número dos de las FARC, «Raúl Reyes». Esta reunión -que fue coordinada por la senadora Córdoba- constituiría el primer contacto directo con las FARC y allanaría el camino para un posterior encuentro entre Chávez y «Tirofijo», líder del grupo guerrillero.
El gobierno de Uribe se opone firmemente a conceder el área desmilitarizada que piden las FARC para la liberación de los secuestrados. Asimismo, el presidente colombiano acusó el sábado a la guerrilla de urdir un engaño para obtener rédito político en el marco de la negociación internacional sin liberar a los cautivos. No obstante, al día siguiente Uribe reiteró su respaldo a la mediación que lleva a cabo su homólogo venezolano.
«El presidente (Uribe) en ningún momento ha dudado de la validez de este paso (mediación de Chávez)», aseguró el Alto Comisionado para la Paz de Colombia, Luis Carlos Restrepo en rueda de prensa el domingo convocada tras su encuentro con Uribe y la senadora Córdoba.
El consejero de paz agregó que el gobierno colombiano obrará con prudencia en este tema, no hará públicos los asuntos internos dialogados con la senadora Piedad Córdoba, con el presidente Chávez y con el mandatario francés, Nicolas Sarkozy, para no entorpecer la dinámica del acuerdo, aseguró Restrepo.
Por expreso pedido del gobierno de Colombia, el presidente venezolano realiza desde hace tres semanas gestiones de facilitador de un acuerdo para lograr la libertad de cuarenta y cinco personas secuestradas en poder de las FARC, entre ellas la ex candidata presidencial en 2002 Ingrid Betancourt. A cambio, los guerrilleros piden la liberación de quinientos compañeros presos en las cárceles colombianas.
Chávez informó que desde todas partes del mundo le han enviado mensajes de solidaridad a la gestión de mediador que mantiene entre las FARC y el gobierno colombiano. Incluso hasta el gobierno de Estados Unidos le ha manifestado su apoyo en esta tarea, a través del embajador norteamericano en Bogotá, William Brownfield, un viejo conocido del líder bolivariano, ya que previamente había sido embajador en Caracas.
La comunidad internacional en su conjunto espera con expectativas un desenlace favorable en el canje humanitario. Solo falta que el propio gobierno colombiano se encolumne más activamente detrás de lo que parece ser la mediación más exitosa en cincuenta años con las FARC.