El Congreso fue rodeado por la solidaridad, la esperanza, la fuerza y la ternura, que lo hicieron rodar, levantar banderas, hacer crecer nuevos abrazos que se fundieron en uno solo, durante estos tres últimos días, especialmente dentro de nuestro campamento, que cobijó a más de 600 delegadas de todo el país.
Desde el árido desierto del norte al sur austral, desde mar a cordillera, cientos de mujeres campesinas, artesanas, asalariadas agrícolas y trabajadoras de bordemar, de pueblos originarios y afrodescendientes llegamos hasta el puerto de Valparaíso para culminar nuestro Tercer Congreso Nacional Programático.
El proceso Congreso, que llevamos a cabo durante un año, nos permitió cimentar caminos futuros y esperanzadores, que desde lo local, regional e interregional reafirmó las bases programáticas de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas, ANAMURI, nuestra visión y misión. En este contexto, convocamos en nuestra mística inaugural a nuestras compañeras y hermanas ejecutadas y detenidas desparecidas, cuya heroica lucha empapó de fuerza esta jornada final del Congreso Nacional.
En nuestra historia está el presente. En el Primer Congreso Nacional Programático rompimos el silencio y dijimos: “Nosotras tenemos la palabra”, que marcó la ruta social y política de ANAMURI. La Palabra, razón y fuerza, por eso la mantuvimos en nuestro Segundo Congreso Nacional bajo la consigna “las mujeres continuamos con la palabra” para reafirmar que luchamos contra el capitalismo, el patriarcado y por nuestros derechos.
Hoy, frente al presente político el Congreso afirma que la consigna es “Sin miedo, con convicción y esperanzas, debemos convertir nuestros sueños en acción, pero también en lucha”.
Dijimos sin miedo, porque debemos enfrentar la amenaza de una derecha fascista. Con convicción, porque defendemos nuestros derechos y los derechos de la madre Tierra. Con esperanza, porque la semilla germina en esta juventud que se hace parte de este Tercer Congreso y enarbola las banderas de ANAMURI. Nuestros sueños sostienen la resistencia, nos llama a la acción y a luchar por el bien vivir de nuestros pueblos.
Nuestro Congreso se vio realzado con la participación de la Articulación de las Mujeres del Campo de América Latina y el Caribe, quienes asistieron para preparar la próxima asamblea mundial de mujeres de la Vía Campesina, acompañadas por los coordinadores de los Institutos Agroecológicos Latinoamericanos IALA. Esta participación conjunta permite sentar las bases para la formación de los nuevos profesionales que el campo necesita, desde el trabajo de la tierra, Soberanía Alimentaria y una conciencia clara sobre el feminismo campesino y popular.
También estuvieron presentes en la Asamblea, siempre solidarios y comprometidos con nuestra organización, la Fundación Rosa Luxemburgo, la Fundación Heinrich Böll, Bizilur desde el país Vasco y desde Ecuador, Grain.
Se valoró el accionar político de los últimos años. Tuvimos un levantamiento popular que posicionó demandas, que visibilizó movimientos inspirados en la lucha de resistencia del pueblo mapuche. Sorteamos la pandemia y vencimos barreras tecnológicas manteniendo nuestra organización viva y activa, fundamentalmente en torno al reto de posicionar, dentro del proceso Constitucional, las demandas campesinas, los derechos de las mujeres y los derechos de la madre Tierra.
Hoy, nos declaramos en rebeldía ante las maniobras de esta derecha fascista que pretende imponer una nueva Constitución Política, con una estrategia que pretende ir más allá de lo que se permitió la propia Constitución pinochetista.
Durante todo el proceso Congreso, en el centro estuvo consolidar la unidad y las alianzas con los movimientos sociales y populares, entre ellos, la clase trabajadora, los movimientos ambientalistas y el movimiento feminista, para garantizar la Soberanía Alimentaria con Justicia de Género y preservar la Función Social de la Tierra y el Agua, poniendo en el centro, el derecho a la alimentación.
En medio de un desastre climático que vino a alterar los ciclos de la naturaleza, con monocultivos apoderándose del paisaje, la contaminación y el extractivismo que azota a nuestros territorios y destruye nuestra biodiversidad, se hace más urgente luchar unidos para defender nuestras vidas y la vida del planeta.
Saludamos que el premio Nacional de Geografía, este año haya sido otorgado a una mujer, pero no cualquier mujer, sino de una compañera que ha transitado durante estos 25 años junto a ANAMURI, por ello, nos enorgullece y hacemos nuestro este reconocimiento a la geógrafa, Ximena Valdés.
El Congreso, además de haber sido enriquecido por el debate político, la construcción de propuestas, expresó su solidaridad con los pueblos hermanos, especialmente hoy que los israelitas intensificaron sus ataques contra el pueblo del Palestina, provocando un genocidio sin precedentes. El Congreso fue rodeado por la solidaridad, la esperanza, la fuerza y la ternura, que lo hicieron rodar, levantar banderas, hacer crecer nuevos abrazos que se fundieron en uno solo, durante estos tres últimos días, especialmente dentro de nuestro campamento, que cobijó a más de 600 delegadas de todo el país.
Saludamos la 8° Conferencia Internacional de la Vía Campesina y la Asamblea Mundial de Mujeres del Campo, cuya consigna “Con Convicción abrimos los caminos al feminismo campesino y popular, construimos Soberanía Alimentaria y luchamos contra las crisis y la violencia!!!”, consolida nuestros andares, parafraseando al alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, “la vía campesina, junto a la vía porteña y a tantas otras vías que hoy se abren paso día a día en diversos territorios, se encuentren en el camino de la unidad, la lucha y la transformación.”
“Sin miedo, con convicción y esperanzas,
convertimos nuestros sueños en acción y lucha!!!”
Valparaíso, octubre de 2023