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Tiempos de cambios

Fuentes: Rebelión

Sucesivos gobiernos de la Concertación, la Alianza y la Nueva Mayoría han dado al traste con las esperanzas democratizadoras de todos aquellos que plebiscitaron en 1988 la vuelta a la democracia. La aplicación del modelo neoliberal en Chile es el balance de una política agotada. Quien fija la agenda son los grupos económicos. Por ello […]

Sucesivos gobiernos de la Concertación, la Alianza y la Nueva Mayoría han dado al traste con las esperanzas democratizadoras de todos aquellos que plebiscitaron en 1988 la vuelta a la democracia. La aplicación del modelo neoliberal en Chile es el balance de una política agotada. Quien fija la agenda son los grupos económicos. Por ello la ciudadanía mira con absoluta desconfianza las propuestas de los candidatos presidenciales, las cuales se han transformado en menús que al día siguiente de la elección serán abandonados.

En algunas semanas será la segunda vuelta entre el candidato de la Nueva Mayoría y el de Chile Vamos. Dado el cuadro electoral ambos candidatos saben que no cuentan con los quórum parlamentarios para realizar propuestas fundamentales. La historia republicana de los últimos años nos permite señalar que se abrirá un período en que las opciones en juego se allanen a continuar el modelo. Esa opción es lo que más probablemente suceda.

Sin duda no es la opción que sostiene la ciudadanía que votó por el programa de izquierda propuesto por el Frente Amplio. Tampoco es la de aquellos que no concurrieron a las urnas por la frustración a que conduce el juego político de las últimas tres décadas. Frente a este verdadero empate político la izquierda debe tener una respuesta discutida de cara a la ciudadanía.

Tres temas constituyen la columna vertebral de lo que puede llamarse el programa de gobierno de la izquierda para Chile: una nueva Constitución; el estatus del cobre como base de financiamiento de la economía nacional y las reformas laborales.

Estos 3 temas pueden resumirse en Principios Constitucionales que deberán ser refrendados mediante un plebiscito el cual el Presidente de la República en virtud del Poder Constituyente Originario someterá a plebiscito. Sobre esta base sancionada plebiscitariamente el presidente de la República nombrará una Comisión destinada a dar forma definitiva a los Principios aprobados en una nueva Constitución para Chile.

Sugiero los siguientes 10 Principios Constitucionales.

Principio 1. El gobierno es democrático y semi representativo por cuanto la ciudadanía, junto con su participación en elecciones periódicas participará además mediante el Plebiscito, la Iniciativa Popular de Leyes y el referéndum revocatorio de las autoridades;

Principio 2. La Constitución consagrará como uno de los mecanismos esenciales de ejercicio de la Soberanía Popular, la institución del referéndum revocatorio de las autoridades nacionales y locales.

Principio 3. La inscripción electoral será automática a partir de los 18 años de edad. El voto será un derecho que se ejercerá libremente. El Presidente de la República, así como intendentes, gobiernos regionales, parlamentarios, alcaldes y concejales serán elegidos por votación popular.

Principio 4. Se reconocerá la doble nacionalidad de los chilenos, aún en aquellos casos en que la legislación del país en el cual el nacional chileno se haya nacionalizado exija la renuncia de la nacionalidad chilena para adquirir aquella.

Principio 5.   Leyes especiales definirán las Áreas de intervención del Estado, esto es Social Solidaria, la cual contendrá la educación, la salud, la vivienda, y la previsión social; el Área de las empresas públicas [p. ej. transporte] y semipúblicas. Se derogará el inciso 2º del nº 21 del Art. 19 de la actual Constitución Política que dispone que «El Estado y sus organismos podrán desarrollar actividades empresariales o participar en ellas sólo si una ley de quórum calificado los autoriza».

Principio 6.   Los tribunales con plena latitud mediante sus fallos interpretarán la ley en todos aquellos casos no previstos por las leyes específicas o en aquellos casos en que existiere una posible contradicción. Con ello se consagrará el principio fundamental de la creación del derecho a través los fallos de los tribunales.

Principio 7.   En la sociedad chilena imperará una economía social-solidaria donde se garantice el derecho de sus ciudadanos al empleo, a una vivienda digna, así como a regímenes de pensiones dignos, educación y salud públicas. Es la consagración de los Bienes Públicos.

Principio 8.   La nueva Constitución contendrá los principios de administración de los Bienes Públicos – agua, yacimientos mineros, energía, infraestructura, tierras públicas, mar territorial – que de manera irrenunciable e imprescriptible, son de propiedad de la Nación. Su uso será regido por leyes reglamentarias de trámite ordinario. El agua y las semillas constituyen la base esencial de la vida y el patrimonio genético. Pero también lo es la preservación del medioambiente que el sistema económico social neoliberal no sólo no respeta sino que destruye.

Principio 9.   El derecho a una vejez digna estará consagrado en un sistema de pensiones administrado por un ente estatal el cual se regirá por el sistema del reparto, sin AFPs.

Principio 10.   Los sindicatos se unirán por rama o sector de producción. Las organizaciones sindicales sectoriales negociarán colectivamente con la parte patronal las condiciones laborales a comienzos de año.

Tres observaciones.

Una. Nada de lo aquí propuesto puede ignorar el Artículo 5° de la actual constitución que se encuentra en el Capítulo I° que rige las «Bases de la Institucionalidad». En el inciso 1° del Artículo 5° se establece que: «La soberanía reside esencialmente en la Nación. Su ejercicio se realiza por el pueblo a través del plebiscito y de elecciones periódicas y, también, por las autoridades que esta Constitución establece. Ningún sector del pueblo ni individuo alguno puede atribuirse su ejercicio».

El régimen actual es semi representativo, abriéndose la puerta para realizar la consulta plebiscitaria en virtud del Poder Constituyente Originario que reside en el Presidente de la República. La reglamentación del Plebiscito se encuentra en las Disposiciones Transitorias de la Constitución de 1980, a saber las Disposiciones 19, 20, 21, 23, 27, 28, y 29. Estas disposiciones se complementan con aquellas de la Ley de Inscripción y Servicio Electoral y la Ley de Votaciones Populares y Escrutinios.

Dos. La dictadura convirtió a los concesionarios en dueños de los minerales. Es lo que se llama la concesión plena . Barbaridad que se ha mantenido en Chile por decenios, porque el derecho es parte del poder, así como lo resintió Andrés Bello cuando con toda impudicia la oligarquía chilena, cómplice de los mercaderes extranjeros -como Mr. North con el salitre-, dueña y poseedora de las mayores riquezas en Chile, le torció la nariz a su artículo 719 y lo convirtió en un 591 que transformaba al arrendatario en dueño virtual de las minas que arrendaba. Ni la Concertación, ni la Nueva Mayoría en los últimos tres decenios han dicho nada sobre esos minerales que pertenecen a la Nación. Hizo la vista gorda. Por eso nuestra gran tarea consiste en restituir esa enorme riqueza al pueblo de Chile. Los concesionarios, como en todas partes del mundo podrán ser concesionarios pero no dueños. Es una tarea formidable la que tenemos por delante: eliminar la concesión plena .

Tres. El régimen tributario, como ya se ha expresado en diversas ocasiones por los críticos al sistema actual, debe consagrar la llamada doble tributación. Es decir un sistema desintegrado, que separa de la tributación los impuestos pagados por las empresas del adicional o global complementario que pagan los accionistas al momento de retirar los dividendos. Gran parte del Gasto Tributario (exenciones), que representa 25% del ingreso tributario, debe suprimirse. Por último, observemos que no existen evidencias en el mundo que relacionen recortes tributarios a las corporaciones con tendencias al crecimiento.

Pienso que en el próximo período que se abre con la segunda vuelta, el Frente Amplio deberá plantear ante la ciudadanía y el nuevo Congreso, las materias fundamentales que en último término buscan constituir una sociedad más justa y solidaria. Es la gran tarea que se abre al pueblo de Chile en los próximos años.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.