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Tips antropologico sobre el desarrollo endógeno para configurar una nueva clase

Fuentes: Rebelión

1) El Desarrollo Endógeno no es un término tan de moda, lo he escuchado desde que estudiaba primaria cuando asumíamos el tema de la territorialidad indígena, su modo de producción, es decir, su forma de explotación, de intervención hombre-naturaleza, su organización social, su cultura, su lengua, su mitología y su manera de interpretar la vida, […]

1) El Desarrollo Endógeno no es un término tan de moda, lo he escuchado desde que estudiaba primaria cuando asumíamos el tema de la territorialidad indígena, su modo de producción, es decir, su forma de explotación, de intervención hombre-naturaleza, su organización social, su cultura, su lengua, su mitología y su manera de interpretar la vida, en otros términos, su concepción de la vida. Es un término muy bien estudiado e interpretado por la antropología, y en parte por la sociología, mediante el compromiso que ambas ciencias asumen ante el rol que deben cumplir sus agentes para el cambio social en respuesta a las viejas prácticas que han sido el camino de dominación y dependencia de la economía de enclave supeditada a las exigencias y demandas de un mercado que predomina sobre las denominadas economías locales.

En efecto, si hacemos un poco de historia para darle forma a este articulo, en determinadas circunstancias, la economía de los países latinoamericanos también se incorporó al mercado mundial a través de la producción obtenida por núcleos de actividades primarias controlados en forma directa desde fuera. En el caso de Venezuela, como es sabido por todos, se incorporó al mercado mundial, durante el siglo XIX y comienzos del sigloXX, mediante un impositivo esquema de dominación de explotación primaria, particularmente a través de la exportación del café y el cacao, lo que generó una nueva cultura que a su vez generó también un nuevo estilo de vida, al principio una vida «europeizante», como lo relataba Luís Manuel Urbaneja Achelpohl en su libro «En este país!…», esto significaba el cambio de una mentalidad para mantener el dominio humano y territorial mientras se consumía todo lo que era europeo: productos e ideas.

Luego de esto, comienza una nueva etapa provocada por el advenimiento del segundo circuito de explotación y dominación. La apropiación de los territorios claves en la explotación de los hidrocarburos por las empresas transnacionales, en su mayoría de concesión norteamericana, otorgadas mediante la negociación con los gobiernos de turno a partir de 1917 con los consorcios extranjeros norteamericanos e ingleses, donde comienza la explotación comercial de los hidrocarburos. Esta nueva práctica, como lo indica Héctor Malavé Mata, generará traumas en la sociedad venezolana puesto que las ganancias generadas por la venta del petróleo que fluía al Fisco Nacional, como pago de impuestos regulares y ocasionales y con el aumento de la producción petrolera a pesar del aumento de la capacidad fiscal del Estado venezolano, no se tradujo en planes de inversión interna, ni siquiera para para desarrollar un aparato productivo que generase bienestar en la población, en vivienda, en educación, etc. No hubo una transformación en la estructura económica conforme a objetivos precisos que conformasen un desarrollo armónico.

Pues bien, hoy, la Ciencia Social asume un nuevo reto frente a los factores contaminantes del desarrollo de los pueblos. Se trata de configurar un nuevo modelo de desarrollo que de respuestas al agotamiento de los modelos que han sido puestos en práctica, bien sea, desde una posición teórico-académica, hasta una posición instrumental, que permita legitimar mediante consenso una nueva forma de dominación lingüística en el sentido de poner al tapete términos exóticos para la explicación de la «dependencia latinoamericana». Enfoque dependentistas que nunca pusieron en práctica sus emblemas de construcción de una sociedad de iguales, puro esnobismo. Quedo para la historia de las letras como simple escuela interpretativa y no comprometida para la transformación del fenómeno de la dependencia, de un centro hegemónico por encima de una periferia, generadora de materias primas.

2) Así mismo, el economista Oswaldo Sunkel, miembro de la CEPAL, quien con su visión critica sobre la realidad económica y social de América Latina, no se esfuerza mucho en analizar y complementar que el nuevo papel del Estado y la necesidad de un proyecto nacional y el desarrollo endógeno, son las tres premisas fundamentales para generar desde adentro las condiciones para la transformación y no depender exclusivamente de agentes externos. La enorme demanda que la economía global ha generado en los pueblos afectados por el neoliberalismo, respuestas contundentes por parte de algunos países de América Latina, Argentina, Brasil, Uruguay, Bolivia y Venezuela, quienes han puesto en práctica la nueva estructura económica través de la implantación de una economía alternativa local para superar la crisis heredada desde la implantación de la economía de explotación europea.

Con la extracción del modelo alternativo de desarrollo dentro del enfoque neoestructuralista, se ha puesto en evidencia, por su misma capacidad para dar respuesta a las adversidades que genera el mismo capitalismo en su fase interventora armamentista, está la de diseñar las propias estructuras económicas, antecedido por tratar de equilibrar los aspectos que integran la constitución de una ciudadanía de contenido social, consagrada en los derechos sociales; la búsqueda de la equidad como objetivo supremo para el ordenamiento económico y social y por último, el rescate de lo público, como espacio para el ejercicio de la democracia, sustentado en la participación a través de la organización. Esos son los tres principios básicos para poder llevar a cabo la plena soberanía de un pueblo, además la puesta en práctica del desarrollo social.

3) Con el impulso del neoliberalismo, como pensamiento único, a partir de los años 80, es cuando el mercado se impulsa de forma más agresiva, creando un fundamentalismo del mercado y convirtiéndose en un medio y el fin último de todo comportamiento humano y transformándolo en un dogma ideológico impuesto por el FMI y el Banco Mundial. Pero como dice la Biblia, nada es eterno excepto Dios, toda esta avanzada neoliberal que hemos sufrido como pueblo ha tenido sus respuestas, se ha abierto en el mundo un debate amplio para el cuestionamiento del modelo actual de expansión, debido a los saldos arrojados en los países, algunos «cómplices», por ejemplo Colombia, Perú, México y otros donde las respuestas han sido satisfactorias, como Venezuela, que mediante el impulso de una nueva economía alternativa ha venido guisando el nuevo modo de producción socialista a través del modelo interpretado por el neoestructuralismo como salida a la crisis social y económica.

Los estudiosos del desarrollo, tales como Vázquez Barquero, Sergio Boisier y Osvaldo Sunkel, han venido diseñando las salidas a estas crisis generada por el neoliberalismo, los cuales han conducido a un nuevo modelo de desarrollo sustentable, donde el hombre y sus necesidades son la base fundamental para el desarrollo. Mediante este precepto, está la búsqueda de la equidad y la justicia social; la profundización de la democracia y la preservación del medio ambiente. Aquí, es el hombre, no los objetos, es su capacidad no su explotación. Por estas razones podemos ver que en Venezuela, el gobierno nacional ha impulsado un nuevo proyecto de desarrollo que permita a las comunidades excluida, generar su propio desarrollo a través de la economía social, donde lo cultural es parte importante para el mantenimiento de su entorno.

4) Para Vásquez Barquero, el Desarrollo Endógeno es una estrategia para la acción, para emprender las transformaciones y los cambios económicos en el marco de la globalización. Cada comunidad posee su particularidad, su identidad, su pasado histórico y su manera de explotar el ecosistema, es decir, tiene sus propios mecanismos de acción, su modo de producción. Se trata de una aproximación histórica al desarrollo, que se caracteriza por una manera muy particular de organizar su propio espacio. Posee un vínculo muy particular con su territorio. Antropológicamente es un espacio donde confluyen la solidaridad, el mito, la idiosincrasia y la territorialidad.

Para Sergio Boisier, este desarrollo constituye un enfoque humano, que le permite al hombre su transformación, potenciarse a si mismo para llegar a ser verdaderas personas humanas. El desarrollo no lo hace nadie sino el hombre, su individualidad y en su sociabilidad. Este autor esta ganado fuertemente en la idea de que el desarrollo endógeno es una fuerza espiritual, es la voluntad de superar las necesidades en un ámbito de encuentros de práctica de valores, cuyo principal requerimiento es lo cognitivo, un individuo abierto al cambio permanente. En eso esta basado su enfoque en el conocimiento para la acción territorial.

5) La configuración de los espacios alternativos o unidades autónomas de producción (Núcleos Endógenos), deben estar diseñadas por los mismos agentes involucrados, esto es el diseño participativo como elemento fundamental en la construcción de una sociedad adentro. Esto manifiesta que participar en el diseño, como paso fundamental, es estimular la toma de decisiones y el respeto a los valores de cada quien. De esta manera el objeto de estos espacios autónomos es conformar un hábitat popular desde una perspectiva compleja e integral, histórica y social de la realidad, abordando las diferentes dimensiones, de las que tanto menciona Boisier: individual, familiar, grupal, comunitario, local, regional y global. La Antropología maneja este aspecto como la íntima relación que existe entre los diversos elementos que concurren en una situación como así también los actores, su historia, sus relaciones, sus intereses y sus conflictos.

Toda unidad autónoma productiva debe ser un espacio donde confluyen ideas y emociones de un individuo o colectivo. Aquí nos referimos a los diferentes conocimientos que circulan entre sus miembros, los productores, los hombres y mujeres que transforman su núcleo en un hábitat para al sustento. Estos encuentros reflexivos deben ser permanentes para la sobrevivencia de la unidad, es un espacio donde se articulan las ideas y los distintos saberes, se reflexiona sobre ella para pasar de una mirada particular de la realidad a la generación de una nueva mirada global del mundo. En eso Freire acotaba en su libro «Pedagogía del oprimido» que los hombres no se hacen en el silencio, sino en la palabra, en el trabajo, en la acción, en la reflexión.

Por último, es necesario como primer paso para la acción endógena conocer lo que es conocido por otros. Los organismos involucrados en esta tarea deben estar capacitados para brindar apoyo a estas comunidades, no deben ser vistos como objetos para el cambio, sino sujetos que están en un proceso de transformación que necesitan ser capacitados para que en un futuro, estos, no dependan de agentes externos. Deben ser abiertos, como afirma Boisier, a los cambios generados por la misma dinámica que ofrece el sistema. Lo importante es prepararlos ideológicamente a través de un equipo multidisciplinario que este fielmente vinculado con este nuevo enfoque y que este muy adentro en la consecución de los cambios que este país esta llevando acabo. De esta manera, nuestro gobierno nacional como nuestro principal proveedor de las materias primas para el cambio, debe reajustar los cuadros de profesionales con perfil y competencia para que este se sienta como sujeto en un mismo proceso de cambio. Por ello, la nueva estructura social, debe canalizar una nueva clase social articulada entre los diferentes agentes para el cambio: Gobierno, Instituciones y comunidades, los tres son una nueva clase articulada.

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