Este miércoles 31 de octubre se conoció la sentencia contra los comuneros mapuche Carolina Landero, su hermano Jorge Landero, su madre, la lonko Juana Calfunao, el werken Antonio Cadin, la tía de Carolina, Luisa Calfunao, y Romelia Neculmán Calfunao (hija de Luisa). Todos fueron condenados por desacato a la autoridad y/o daños. A continuación, una […]
Este miércoles 31 de octubre se conoció la sentencia contra los comuneros mapuche Carolina Landero, su hermano Jorge Landero, su madre, la lonko Juana Calfunao, el werken Antonio Cadin, la tía de Carolina, Luisa Calfunao, y Romelia Neculmán Calfunao (hija de Luisa). Todos fueron condenados por desacato a la autoridad y/o daños. A continuación, una versión editada y subtitulada, de la declaración original de la joven ante los jueces, el día del juicio oral.
«Soy inocente de los delitos de desacato por los que se me acusa. Cualquier hijo defendería a su madre, el hijo que no defiende a su madre no es hijo….y si este tribunal oral en lo penal no es imparcial e independiente, cometerá el delito de vulnerar los derechos del niño. Lo digo por mi hermana Relmutray. Mi abuela Mercedes sufre de sus caderas, tiene 76 años y aun así estuvo con arresto domiciliario diez meses. Yo soy mayor de edad, trabajo, y mi hermana está a mi cuidado. He hecho todo para sacarla adelante, ella sigue con sus estudios, algo que nadie hace a esta edad. Les doy a conocer a toda persona mapuche y no mapuche que este tribunal no debe impedirme trabajar para que ella pueda terminar su año escolar.
Como dijo mi madre a comienzos de este juicio, un mapuche sin tierra no es mapuche. Desde que ella me llevaba en el vientre, he sufrido el dolor por la lucha que ella ha dado, como una mujer digna de llevar el nombre de Juana Calfunao y de ser escogida como Lonko. No cualquier mujer es Lonko, tiene que tener mucha sabiduría. Madre, estoy orgullosa de ti y de ser tu hija y de pertenecer a la comunidad Juan Paillalef, de ser quien soy: una comunera que defiende el derecho legítimo a nuestra tierra ñuke mapu.
Los costos de la persecución
Toda nuestra comunidad y los que estamos en ella hemos sido victima de persecución y hostigamiento. Con la declaración que han dado a conocer mi madre, mi padre, mi hermano, mi abuela, mi lamngien Ernesto y mis amigos Víctor y Gloria, queda en claro todo el historial de mi comunidad y la reivindicación de nuestras demandas, el cuidado a nuestra naturaleza y el cariño y apego a nuestra tierra, Esta declaración que estoy transmitiendo a cada uno de ustedes, y a los señores jueces y presidente, fiscales y público presente, es para darles a conocer es la parte humana que le ha tocado de vivir a una mujer tan joven como yo.
Desde estos 11 meses de encarcelamiento de mi familia señores, les digo que nadie podrá desarticular a toda una comunidad, a toda una familia, todos encarcelados en diversas cárceles de Chile. Tuve la tarea difícil de ser el sustento de toda una familia, de hacer el papel de hermana y mamá, para mi hermana de 9 años, de trabajar duro para que ella no pase hambre, frío y cuidarla para que nadie le haga daño, porque yo la amo, para mí, mi hermana es todo. He tenido que buscar tratamiento psicológico para ella en Santiago por 2 meses, me hice cargo de mis tres primos menores, mi prima de 15 años, y Monchito de 3. Cuando comenzó todo esto quedamos solos, sin dinero ni alimentación, solo una pieza de arriendo de 3 metros x 3, pues tuvimos que dejar nuestro lugar de origen, un lugar maravilloso y mágico, nuestra tierra de la comunidad Juan Paillalef.
Mi hermano aymará
Sin embargo, cuando todos estábamos detenidos, en el día de los hechos, surgió desde las tierras lejanas del sol, de la pachamama y el pueblo aymará un hombre, mi hermano, pero no un hermano de sangre: por el solo hecho de ser indígena él es mi hermano. El es Carlos Acosta Tarifa. (‘Carlos, quiero que te levantes para que te vea el público’). El no es cualquier persona, es un hermano egresado de derecho que dejó su tierra natal, su familia y sobre todo su madre y sus adorables hermanos. Carlos no se fijó en el gasto de tiempo y dejó todo atrás, incluso sus estudios, para venir a luchar a territorio mapuche, al wallmapu.
Y en estos 11 meses hemos luchado codo a codo contra toda esta injusticia. Hemos pasado muchas necesidades. No lo digo para inspirar lástima. Es más: estoy orgullosa de mi desempeño diario como comunera, dedicada a informar a la gente, a la opinión pública internacional acerca de todo el maltrato que hemos sufrido. Hemos buscado apoyo para que se difundan estos hechos escribiendo todos los días hasta las 2:00 de la mañana, y redactando comunicados. Aunque no he podido continuar mis estudios, cada uno de los días vividos en estos 11 meses ha sido una jornada de estudio de leyes, donde he comenzado a adquirir un conocimiento que seguiré porque estoy recién empezando a vivir.
Soy yankan
Mi fuerte es la medicina ancestral mapuche. El año 2006 me desempeñaba en mi comunidad, trabajando en el cuidado de la tierra y en la siembra de las plantas para sustentarme, mientras mis padres y mis hermanos reivindicaban y ayudaban a otros hermanos mapuches en la primera huelga de hambre de presos políticos de Angol y trabajaban con muchas otras comunidades actualmente en conflicto. En ese tiempo yo me especialicé con mi abuela Meregilda Huentelao que es machi, y yo me convertí en su yankan, su asistente, su enfermera. Es la naturaleza quien elige a quien va a ser yankan, esto tiene que ver con la cosmovisión mapuche y con mi ascendencia, o sea mi kupalme, el linaje, la estirpe de los Paillalef y de nuestras machis por quienes tengo mucho respeto, y esto también tiene que ver con mi tuwun, el lugar donde siempre han estado mi abuelos, mis padres y ahora nosotros, esta parte tan importante para nuestro pueblo nación.
Actualmente no tengo casa, en la comunidad Juan Paillalef la casa que tenemos es una trinchera: latas retorcidas, quemadas por los 3 incendios. Pero lo que no me mata me hace fuerte. Estuvimos con arresto domiciliario mi prima, mi abuela Mercedes, mis amigos y yo, que les dirijo esta declaración de conciencia hacia ustedes. Mi arresto era desde las 6 de la mañana hasta las 8 de la noche. El resguardo que me hacían era disparar, balearme e ir amedrentarme a mi casa y no recogían mi firma. Yo les hago una pregunta ¿qué clase de arresto era ese realizado por carabineros del sector de Los Laureles, gente sin mente que desempeña este trabajo de amedrentamiento como lo máximo? Luego lloran por la muerte de uno de ellos, pero ¿qué pasa con las muertes de mapuches que no se ha hecho justicia, pero sí se hace justicia para el uniformado?
Somos autónomos y no vivimos de proyectos
A pesar de tanto tormento vivido en mi juventud, somos una comunidad autónoma. Nosotros no vivimos de proyectos de CONADI como el programa Orígenes. Sólo trabajamos desde nuestra comunidad para las comunidades y enseñando la «ley indígena» que según dicen nos debiera resguardar. Pero es una ley indecente porque no es ley de nuestro pueblo. Quien nos debiera juzgar son nuestras autoridades ancestrales.
Pero aun así trabajamos haciendo serigrafía, agendas mapuches, diccionarios, poleras, calendarios, y no dependemos de nadie. Es así como salimos y recorrimos desde el norte hacia el sur difundiendo la cultura, enriqueciendo las mentes caídas de la gente, hablando del conflicto y de la poca voluntad desde la presidenta Michelle Bachelet Jeria hacia abajo, y de la poca voluntad política de resolvernos los problemas a nosotros los mapuches ¿Y por qué me refiero a esto? José Saramago, un escritor español dijo en la gira de esta mujer ‘Haga el favor de mirar a los mapuche’. Y a ella le dio vergüenza, no tenia donde meterse y sonrió.
Con tanta cosa vivida, yo podría estar con depresión, o loca, pero aun no puedo conocer esa palabra. Soy una mujer muy valiente y muy alegre en su momento, también muy seria en lo formal. Todo el mundo se imaginó que estando presa nuestra lonko y tanta gente de nuestra comunidad yo me iba a quedar llorando y de brazos cruzados… Jamás señores, mi ideología y mi cultura, mi pensamiento de lucha no cambiarán, y estoy orgullosa de ser mapuche, de andar vestida a la usanza mapuche por las calles. La gente no entiende, creen que ando disfrazada y eso es por la falta de estudios, porque no tener un apellido mapuche no impide ser mas mapuche o menos, lo que importa es la praxis, la práctica, lo que haces y la manera de crianza con la que te han formado tus padres.
No puedo sentir miedo
Aun así, en el día de ayer los señores fiscales y en especial uno de ellos Mauricio Torres mencionó que tenía temor por su vida, temía ser atacado y temía salir a la calle. Yo les pregunto respetuosamente a los fiscales y también a los magistrados: ¿ Y qué queda para mí, una mujer tan joven, con tres casas quemadas, con los latifundistas disparándome a mi casa cada vez que voy a mi comunidad, lanzándome piedras a las 12:00 de la noche en el techo de la casa en la comunidad? Yo no puedo sentir miedo, y no tengo dinero para contratar guardaespaldas como el señor Moya, no cuento con eso, pero aun así sigo resistiendo. Para que me autorizaran la visita a las cárceles de Temuco, me costó 10 meses de trámites, cartas y gestiones por el permiso.
Cuando mi madre y mi tía estaban en huelga de hambre, el señor director regional de gendarmería José Cornejo tenía que entregarme la respuesta de los 6 puntos del petitorio un día jueves. Pero me hizo esperar hasta el viernes a las 7:00 de la tarde, perdí el bus, y me respondió con 14 carabineros al lado afuera de la dirección regional. Yo estaba exigiendo mis derechos, me hizo pasar a su oficina, y yo le dije «¡qué vergüenza me da ver una persona uniformada que se demora una semana en responder una carta, mientras que yo esta carta se la hice en 15 minutos y con palabras de un abogado!» Su respuesta fue mandar a reprimirme, mientras mi madre y mi tía se morían del hambre. Qué vergüenza que haya tenido que venir el ilustrísimo juez Juan Guzmán Tapia de tan lejos para verificar en las cárceles las condiciones en que estaban todos los presos de nuestra comunidad. El visitó a mi padre, hermano, y mi lamngien Ernesto, y en la cárcel de mujeres vio a mi madre y mi tía y les solicitó deponer la huelga de hambre. El juez Guzmán reconoció públicamente que existen presos políticos mapuches. Para esto sí que hay prensa y hablan maravillas. Pero ¿por qué no dicen que mi hermano Waikilaf se tuvo que cortar el brazo y escribir en la pared con sangre ‘trasládenme a otra cárcel’ por las condiciones inhumanas en que lo tenían, en un subterráneo con 23 horas diarias de encierro?
Todos somos Juana Calfunao
Ando en foros difundiendo y también en Santiago se han movilizado. El 12 de octubre se hizo una marcha y había una foto como las que hacen para las campañas electorales, pero esta vez la foto era de mi madre y allí decía con letras rojas «TODOS SOMOS JUANA CALFUNAO». ¿Por qué tanto respeto, mil personas marchando con carteles, será porque es peligrosa o porque es luchadora? Son incontables las cartas que he tenido que escribir a la señora presidenta. He viajado a Santiago para entregarlas personalmente en la Moneda a la espera que me dé audiencia; son muchas las marchas a las que he acudido, las declaraciones están en Internet, y en diversos medios alternativos en Santiago, Valparaíso, donde denuncio todo el atropello. Dicen que Juana Calfunao es rica… Que lo prueben, pero será porque se viste decentemente.
Quizás después de escuchar mi historia, podrán ustedes entender mi reacción. Por todo esto no puedo dejar que le hagan daño a mi madre. La han torturado, la han orinado, le han pateado la vagina, la han escupido…Ella es una mujer dispuesta a dar la vida; es fundadora de la Comisión Etica Contra la Tortura, y defensora de los derechos humanos. En Brasil la honraron otorgándole la medalla que lleva el nombre de Chico Mendes. Cuando la recibió, ella tenía un ojo morado por una golpiza policial.
Por último doy las gracias a mis abogados, tanto al señor Cáceres por tomar este caso y defendernos a nosotros, y sobre todo al señor Lorenzo Morales, que gracias a nuestra ñuke mapu ha llegado desde Santiago a defendernos a nosotros los mapuches, en especial a nuestra comunidad. Gracias por tu esfuerzo amigo, porque eres valiente al enfrentar este juicio histórico.
Agradezco a mis amigos: ellos me han dado la calma y tranquilidad para llevarme a la espalda once meses de trabajo, agradezco a los organismos internacionales que han trabajado y a toda la gente que ha apoyado, a la Cruz Roja nacional e internacional. Y a la prensa, gracias por mostrar todo lo malo de los mapuches y decir que somos un peligro a la sociedad.
Agradezco haber podido mostrar al mundo las imágenes históricas de represión a mi comunidad y agradezco a la ñuke mapu y a mi madre por haberme traído al mundo y por hacerme tan guerrera como son también guerreros mis hermanos y mi padre.
Marrichiwueuu kom puche……….
¡Diez veces venceremos todos nosotros!
Temuco, 26 de octubre de 2007