Como se ha hecho una tradición, la noche del 11 de septiembre un numeroso grupo de personas se congregó a las puertas de la casa de Tomás Moro nº 200, que fuera durante la Unidad Popular la casa del presidente Allende y que, por decisión de su gobierno, debió ser por siempre la casa de […]
Como se ha hecho una tradición, la noche del 11 de septiembre un numeroso grupo de personas se congregó a las puertas de la casa de Tomás Moro nº 200, que fuera durante la Unidad Popular la casa del presidente Allende y que, por decisión de su gobierno, debió ser por siempre la casa de los presidentes de Chile. La elección de una residencia en una calle con ese nombre no pudo ser más apropiada: Thomas Morus, hombre de Derecho, un gran humanista británico de fines del siglo XV y comienzos del XVI que combatió con valentía al militarismo y todo asomo de absolutismos y que pagó con su vida su lealtad a estos principios, tal y como Salvador Allende pagó con su vida su lealtad a los trabajadores.
Al acto, convocado por los comunistas de Las Condes, asistió una nutrida representación del Partido Socialista del sector, en su mayoría jóvenes estudiantes, y participaron también Juan Carlos Concha, ex ministro de Allende y la compañera Carmen Vivanco, luchadora histórica de la AFDD en tanto que el siempre solidario Max Berrú, recién regresado de gira por Italia, trajo junto a sus hijos el canto esperado. Fue un buen momento para recordar el valor y la dignidad de Hortensia Bussi que la mañana del 11 de septiembre del 73, sin más compañía que un pequeño grupo de compañeros del GAP, debió soportar el bombardeo criminal de la casa de Tomás Moro en que se encontraba y que llevaron a cabo los cobardes generalotes de las FFAA chilenas, aceitados convenientemente por la derecha, las transnacionales y el gobierno de Nixon. Un golpe en que el ejército tuvo un lugar protagónico, el mismo ejército que hoy contrata criminales a honorarios con el visto bueno del gobierno. En la actividad se recordó las violaciones a los derechos humanos y el saqueo de la economía del país perpetrado por la derecha y los militares durante los años de la dictadura. Se recordó además la lucha por la democracia, las tareas pendientes y la necesidad de reforzar la unidad y la lucha por profundizar democracia y cambio social.
Dos días después, durante la multitudinaria marcha de las organizaciones de derechos humanos al memorial del cementerio general, las fuerzas de carabineros volvieron a mostrar su brutalidad, su desprecio por los derechos del pueblo, en fin su formación autoritaria y represiva. Una vergüenza de esta débil democracia, cuyos gobiernos no han abordado en profundidad los temas de las FFAA y de las llamadas » de Orden». Sin desconocer la presencia de elementos ajenos a los manifestantes, cuyo origen merece más de una duda, nada justifica la violenta represión contra mujeres, niños y compañeras y compañeros de edad avanzada. Si los policías, disfrazados astronautas armados, no perturbaran los ánimos con su presencia provocadora y con sus excesos, lo probable es que no habría violencia en las manifestaciones.
En otro orden, ha concluido el período de inscripciones electorales con un sistema cavernícola que dificulta la participación ciudadana. Este año se aumentó sólo en 200 mil nuevos electores, cifra considerablemente menor que la de 2005 lo que muestra por una parte un menor interés de parte de los potenciales electores y por otra lo inconveniente del procedimiento. Con todo, los nuevos inscritos representan cerca de un 3% del total.
Respecto de las parlamentarias, fue inscrita la lista unitaria contra la exclusión, fruto del pacto instrumental de la Concertación y la Izquierda. Es lo nuevo y lo positivo de esta etapa de la lucha. Se inscribieron otras listas parlamentarias que llaman la atención por su heterogeneidad sin principios, allí hay de todo, caudillos viejos y nuevos caudillos. Concluyó además el proceso de inscripción de candidatos presidenciales. Así las cosas, todo listo para partir en la recta final del proceso que culmina en diciembre…. o en enero. Compiten varios presidenciables del sistema y está la Izquierda con el suyo : Jorge Arrate. En el camino trazado por Allende, ahora a trabajar por los nuestros.