Tras retomar ayer sus funciones luego de su viaje a Washington para participar en los interrogatorios a los ex agentes DINA Michael Townley y Armando Fernández Larios, el ministro Alejandro Solís expresó su «satisfacción por el resultado de esas diligencias», aunque no reveló el contenido. El juez Solís, que instruye el proceso por el doble […]
Tras retomar ayer sus funciones luego de su viaje a Washington para participar en los interrogatorios a los ex agentes DINA Michael Townley y Armando Fernández Larios, el ministro Alejandro Solís expresó su «satisfacción por el resultado de esas diligencias», aunque no reveló el contenido. El juez Solís, que instruye el proceso por el doble homicidio del general Carlos Prats y su esposa, Sofía Cuthbert, ocurrido en Buenos Aires en 1974, causa para la cual fueron indagados ambos ex agentes, dijo que no antes de quince días llegará a sus manos la traducción oficial de los interrogatorios.
En fuentes vinculadas con la investigación se conoció, sin embargo, que fundamentalmente Townley, el que más importa, confirmó al ministro lo que ya en 1992 reveló al entonces subcomisario de Investigaciones Rafael Castillo en Annapolis, en Estados Unidos, y en 1999 en ese mismo país a la jueza María Servini, que instruye el proceso en Buenos Aires.
Como resumen, Townley dijo que Pinochet ordenó matar a Prats; que la DINA pagó al menos 26 mil dólares a argentinos de ultraderecha y al agente chileno Mario Igualt para preparar y cometer el atentado; que los argentinos «no tuvieron el valor para matar a Prats»; que entonces la DINA encargó la misión al coronel Raúl Iturriaga, jefe exterior del organismo; que a él, Townley, le encargaron la tarea; y que él junto a su esposa Mariana Callejas, también agente DINA, fueron los autores materiales del crimen. Trascendió -además- que Townley entregó dos nombres nuevos del complot, el del ex agente Maximiliano Ferrer y un suboficial de Ejército.