Si el Estado no protege nuestros derechos, está incumpliendo la legislación chilena sobre derechos humanos y los compromisos internacionales que se han adquirido al respecto.
Trabajadoras sexuales de América Latina y el Caribe exigen reconocimiento y derechos en Chile para vivir libres de violencia
La Red de Mujeres Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica y el Caribe denuncia la exposición y la vulnerabilidad que enfrentan las trabajadoras sexuales en Chile. La desprotección legal, la falta de reconocimiento de derechos y la exclusión social fomentan las arbitrariedades y la violencia institucional, así como el incremento de acciones delictivas dirigidas en contra de las personas que ejercen el trabajo sexual.
Este escenario se vuelve mucho más hostil por la estigmatizante labor de los medios de comunicación social chilenos que exponen a las trabajadoras sexuales exhibiendo sus rostros e identidades, presentándolas como responsables de la violencia que se ejerce en su contra. Este periodismo sensacionalista, deficiente e irresponsable, arremete en contra de las trabajadoras mezclando trabajo sexual con drogadicción, delincuencia e incivilidades.
En América Latina y el Caribe, la inmensa mayoría de nosotras cuenta con el trabajo sexual como sustento de vida y como dedicación exclusiva. Nuestras condiciones de trabajo son deplorables, dados los índices de violencia, la no aplicación de normas nacionales e internacionales sobre condiciones laborales y la ausencia de monitoreo de dichas condiciones laborales por parte de los Estados.
Tal como documentamos desde la RedTraSex, los Estados tienen un protagonismo gravitante en la violación directa de nuestros derechos en la región, pero también tienen una responsabilidad fundamental en el resto de violaciones de derechos humanos y derechos laborales, pues es su obligación el diseñar y poner en práctica políticas que frenen los abusos por parte de particulares y acabar con la impunidad reinante.
La legislación internacional y la nacional chilena protegen de manera exhaustiva los derechos de todas las personas trabajadoras. Lo clave para nosotras, las trabajadoras sexuales, es entonces el reconocimiento del trabajo sexual como un trabajo.
Si el Estado no protege nuestros derechos, está incumpliendo la legislación chilena sobre derechos humanos y los compromisos internacionales que se han adquirido al respecto.
Por todo lo expuesto anteriormente, exhortamos al Gobierno de Chile y a las autoridades e instituciones pertinentes a manifestarse públicamente e implementar medidas de protección a las personas que ejercen el trabajo sexual, así como avanzar en el urgente, necesario e importante reconocimiento del trabajo sexual.
Reconocer el trabajo sexual es el primer paso hacia una vida libre de violencias.
RedTraSex