Los astilleros de Sevilla siguen en pie de guerra. El lunes pasado los trabajadores sevillanos cortaron la carretera de la esclusa y montaron barricadas durante más de cuatro horas, después de que la Junta de Andalucía les comunicase hace unos días el cierre de la factoría por falta de financiación y pedidos. Alrededor de un […]
Los astilleros de Sevilla siguen en pie de guerra. El lunes pasado los trabajadores sevillanos cortaron la carretera de la esclusa y montaron barricadas durante más de cuatro horas, después de que la Junta de Andalucía les comunicase hace unos días el cierre de la factoría por falta de financiación y pedidos.
Alrededor de un centenar de trabajadores de los astilleros salió de la fábrica sobre las siete de la mañana del lunes e inició una marcha, que al ser interceptada por la Policía Nacional, quien no permitió su continuidad, derivó en el corte de la vía y la formación de barricadas, donde se quemaron neumáticos y maderas y se produjeron enfrentamientos con los cuerpos de seguridad, como informa Europa Press. El corte finalizó tras unas cuatro horas de altercados y, según fuentes del comité de empresa, al menos dos trabajadores han sido heridos de manera leve tras el impacto de las bolas de goma disparadas por la policía.
El levantamiento de las barricadas no supone el fin de las actividades de protesta, pues continúa el encierro iniciado el pasado viernes, a la vez que se anuncian y preparan más acciones para todos los días de esta semana. Concretamente, este martes, aunque no hubo ningún acto de protesta, los trabajadores de la factoría han recibido la visita de los concejales de Izquierda Unida en el ayuntamiento de Sevilla, Antonio Rodrigo Torrijos y Josefa Medrano.
Por otra parte, los trabajadores también han criticado el excesivo despliegue policial que se ha producido en torno a la factoría, lamentándose de ser «tratados como terroristas, no simples trabajadores en lucha». Al menos hay seis furgonetas policiales estacionadas en la puerta de entrada y otras tres en la secundaria, y, según los propios empleados, los policías han registrado a los operarios y sus coches antes de entrar a sus puestos de trabajo.
Falta de financiación y pedidos.
Hay que recordar que los problemas en este sector vienen de lejos y que desde el verano están produciéndose distintas movilizaciones y protestas, como la manifestación del pasado seis de septiembre desarrollada en la capital hispalense o la más reciente acción del día trece, en la que diversos trabajadores del astillero se arrojaron al río Guadalquivir y colocaron una pancarta reivindicativa. Pero el punto de inflexión ocurrió el pasado jueves, cuando la Junta de Andalucía comunicó el cierre de la factoría por la falta de financiación y de pedidos; una comunicación que se produjo tras la celebración de una reunión en la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia, donde, como afirma el portavoz del comité de empresa Joaquín Martínez en declaraciones a EP, «la Junta de Andalucía con nocturnidad y alevosía, nos comunica el cierre de la factoría». Es en este momento cuando se acuerda comenzar el viernes con el encierro de carácter «permanente e indefinido», al sentirse «engañados, humillados y utilizados» por la corporación. El propósito es conseguir que la Junta «revoque lo que nos ha dicho y consiga que la fábrica se reactive con carga de trabajo y con personal».
Fuente: http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article28898