El gobierno preocupado de que su apoyo sigue bajando en las encuestas ha inyectado 22 millones de dólares más para los empresarios del Transantiago y así impedir que el sistema de transporte suba durante el mes de agosto. Después de que durante meses Piñera y sus ministros usaron la excusa del «panel de expertos» y […]
El gobierno preocupado de que su apoyo sigue bajando en las encuestas ha inyectado 22 millones de dólares más para los empresarios del Transantiago y así impedir que el sistema de transporte suba durante el mes de agosto.
Después de que durante meses Piñera y sus ministros usaron la excusa del «panel de expertos» y dijeran que ellos eran los responsables de que subiera el pasaje, rápidamente esto cambio y ahora quedo demostrado que los verdaderos responsables están en el gobierno y que finalmente esta era una decisión política y no técnica.
Esta claro que no es justo que sean los trabajadores, los estudiantes y usuarios de este mal sistema los que tengamos que pagar para que los grandes empresarios del transporte se sigan haciéndose cada día más ricos. Un reciente estudio del propio Ministerio de Transportes revelo que este negocio hace cada vez mas millonarios a los operadores del Transantiago, estos empresarios ganan más que las Isapres, las AFPs, las eléctricas, las telecomunicaciones y la banca, esta es una completa barbaridad dado que se están enriqueciendo a costa de los sectores más pobres de la población que son los que están obligados a usar el transporte público.
Pero como ya han dejado ver a través de la prensa, personeros cercanos al gobierno, el congelamiento del precio del pasaje responde a una situación coyuntural y lo más probable es que las alzas vuelvan rápidamente, una vez que la gente deje de demostrar su descontento, una vez que eso ocurra se continuara con los aumentos del pasaje y se retomara la meta de llegar a los $800 pesos de aquí a fin de año.
El gobierno a pesar de las cifras indesmentibles del lucro de los empresarios, sigue llamando déficit a las enormes ganancias que están haciendo los operadores del Transantiago, que en algunos casos en colmo de los abusos, ni siquiera están pagando los sueldos o las imposiciones de los trabajadores, como ya han denunciado los sindicatos de choferes de varias empresas del Transantiago.
Lo que esta claro es que hoy la mayor parte del sistema de transporte está financiado por el Estado, pero sigue administrado por privados que no tienen ninguna intención de mejorar el sistema, porque ellos están muy bien así, el Transantiago para ellos es su gallina de los huevos de oro y no están dispuestos a soltarla.
La única alternativa a este caos y al robo descarado de los empresarios es que el transporte público pase a manos del Estado. El transporte público debe ser de propiedad social, para que pase de ser un sistema malo y caro, a uno de bajo costo, limpio, cómodo, eficiente, pero para cumplir con estos requisitos la administración y el control debe estar bajo los trabajadores y usuarios del sistema y no de de unos «expertos» que nunca en su vida se han subido al transporte público.
Los trabajadores no tenemos más alternativa que exigir un transporte público estatal, si queremos mejorar en algo nuestras condiciones de vida.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.