M.H.: ¿De qué escapan los hondureños? G.A.: Del hambre y la represión. Los hondureños eligieron un Presidente, Zelaya, y hubo un golpe que lo anuló como Presidente, lo pusieron en pijama en la frontera y después el fraude descarado y violento contra tres sucesivas elecciones donde ganaba, por supuesto, la oposición de izquierda y ahora […]
M.H.: ¿De qué escapan los hondureños?
G.A.: Del hambre y la represión. Los hondureños eligieron un Presidente, Zelaya, y hubo un golpe que lo anuló como Presidente, lo pusieron en pijama en la frontera y después el fraude descarado y violento contra tres sucesivas elecciones donde ganaba, por supuesto, la oposición de izquierda y ahora una dictadura unida al hambre y al hecho concreto de que las medidas de Trump contra los inmigrantes afectan gravísimamente a países como Honduras, El Salvador, Guatemala y México que tienen millones de personas trabajando en EE UU.
M.H.: Otro acontecimiento destacado por la prensa en todo el mundo ha sido el asesinato del periodista saudí Khashoggi. Seguramente usted desde Europa tendrá una información más precisa sobre este hecho.
G.A.: Sí. En EE UU se horrorizan ante este crimen, no porque lo hayan matado, porque ellos matan todos los días a opositores que designan como blancos, la violencia para EE UU no es un problema, sino porque el gobierno de Arabia Saudita mintió y eso para el punto de vista moral evangélico sí es grave. Trump se horroriza por eso, pero le ha vendido a Arabia Saudita por 100.000 millones de dólares todo tipo de armas.
Además EE UU hizo guerras atroces, como la de Vietnam o anteriormente en Corea, después mató un millón en Irak, en Afganistan está ocupando actualmente y hay cientos de miles de muertos. EE UU solo protesta por el asesinato de este hombre, que fue atroz, una cosa del siglo XIII porque lo descuartizaron y se lo llevaron en valijas; y Europa hace lo mismo.
El único país que ha tomado medidas concretas es Alemania que le ha suspendido la venta de 4.700 millones de euros en armamentos. Francia dice que va a reestudiar su «ayuda» que son 11.700 millones de euros en armas, pero no la ha suspendido. Está esperando la oportunidad. La única medida que han tomado es no ir a la reunión organizada por Arabia Saudita, pero sí asistieron grandes transnacionales y vendieron 47.000 millones de euros más.
Entonces, la hipocresía de un régimen que mata, que obliga a enormes migraciones a miles de personas, a correr el riesgo de morir ahogados en el Mediterráneo para buscar salvarse, que mata millones de personas en la guerra y con sus consecuencias. La hipocresía de ese régimen es el régimen capitalista. Muerte, destrucción y Trump protesta por este asesinato, pero al mismo tiempo dice que sale del acuerdo sobre la limitación de las armas nucleares, o sea que está preparando una guerra nuclear que sería infinitamente más mortal para todos. Es una hipocresía terrible y la prensa lo acompaña en todo eso.
M.H.: Vayamos a una realidad que usted conoció de cerca en el siglo pasado, se ha hablado hasta el hartazgo del asesinato del periodista pero no se habla nada del papel de Arabia Saudita en la guerra contra Yemen que hoy leía está en peligro de una gran hambruna que afectaría a 14 millones de personas.
G.A.: Ya han muerto cientos de miles de niños. No pudiendo vencer en el campo de batalla, no pudiendo ocupar el país lo están destruyendo sistemáticamente, en un país semidesértico destruyen las cloacas, los hospitales, las escuelas, todo lo posible y lo comunitario y cada uno queda librado a sí mismo. Se mueren de hambre. Aplica la misma política de EE UU en Vietnam, solamente que ahí había una organización superior a nivel popular.
M.H.: El domingo se realizarán las elecciones en Brasil, se descuenta el triunfo de Bolsonaro. ¿Cómo ha repercutido esto en Europa?
G.A.: Aquí se ve negativamente la política Bolsonaro, pero la indignación no va más allá de los labios. Entre otras cosas porque la prensa que es muy conservadora y reaccionaria, incluso los que nacieron no siendo reaccionarios, como Liberación que su primer director era Sartre y el segundo era un maoísta, su aproximación al sionismo, su defensa a Israel, lo hace muy tímido frente a la represión brutal que este hombre anuncia. Para colmo tiene como especialista en América Latina a un brasileño que es sumamente conservador y reaccionario que no ayuda para nada a denunciar esto. La prensa alemana es un poco más decente y The Observer de Inglaterra, pero nada más. En Italia prácticamente no hay prensa de izquierda como en Francia.
M.H.: En Clarín de hoy una nota afirma que las favelas son un bastión del voto a Jair Bolsonaro.
G.A.: Muy probablemente. Los lumpen, los delincuentes y los marginales pueden apoyar a un poder fuerte, como apoyaron en parte a la dictadura, como pasó con Napoleón III en Francia, analizado por Marx en el 18 brumario. Los campesinos no lo apoyan, porque recibían asistencia del gobierno de Lula, pero los lumpen sí. Es probable. Yo creo que si hiciéramos un estudio también en la Argentina sobre los sectores lumpen, sería visible que apoyan a Macri.
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