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Un ataque cobarde contra la paz total

Fuentes: Rebelión

El ELN no deja de sorprender negativamente. Su comportamiento cada vez es más difícil de comprender después del desaire a Petro por la propuesta de cese al fuego bilateral, que rechazaron de plano.

No les bastó con negarle a Petro lo que le dieron en cinco minutos a Uribe: recordemos que para las negociaciones con Uribe le dieron cese al fuego sin ningún problema. Luego montaron un drama fuera de toda proporción mediante un comunicado inmamable, en el que se ahogan en un vaso de agua, y denuncian que el acuerdo de paz está en crisis. ¡En crisis, por Dios! Parecen adolescentes adictos a las tragedias de telenovelas. Se deshacen en explicaciones chimbas sobre tecnicismos porque parecen no tener una propuesta de país que ofrecer en las negociaciones. El tecnicismo exasperante de los elenos es, en el fondo, puro sustituto a la política. 

Ahora nuevamente dan muestra de la tela con la que están hechos. Se salen del cese al fuego bilateral, no para enfrentarse con el estado. Por favor, claro que no, si eso nunca lo han hecho. Las cifras hablan por sí solas: cuando se desmovilizaron las FARC-EP en el 2016, las bajas del ejército se redujeron en un 97%. Los elenos no eran responsables ni de un 3% de las bajas, pues hasta el EPL, con mucha menor presencia, combate más que ellos. Es sólo después de la recomposición de las FARC-EP bajo los liderazgos de Iván Lozada, Gentil Duarte, Jhonier, y Wilson Mayimbú que el ejército volvió a ver actividad guerrillera. Así que no es que los elenos rechazaron el cese al fuego para enfrentarse con el estado. 

No, los elenos rechazan el cese al fuego bilateral exclusivamente para enfrentarse con las FARC-EP cuando éstas estaban con la guardia baja debido al cese. Para atacar de manera traicionera, cobarde y por la espalda a revolucionarios, ahí sí que sacan garras, pero para atacar al ejército ahí sí que no se les ve. Pueden decir lo que quieran en sus comunicados. Pueden inventar toda clase de calumnias en contra de las unidades de las FARC-EP en Arauca, pero los hechos hablan por sí solos. No hay nada más que decir, salvo que quedan muchas interrogantes sobre su manera de proceder y para qué intereses son funcionales. Debería su comando central aclarar si esta es política del ELN, si hay un plan de atacar a las organizaciones en cese al fuego bilateral para desestabilizar la paz o si es verdad lo que todo el mundo dice: que ese comando central es una instancia decorativa pues no la respeta ninguno de los frentes en los territorios. O las provocaciones del ELN contra la paz total vienen desde lo alto de su comandancia, o ésta no tiene realmente control sobre la organización. Ninguno de ambos escenarios posibles es muy alentador para la paz total.

En la práctica, dejan a Petro en una situación extraordinariamente difícil. Petro no puede permitir que se utilice el cese al fuego bilateral para adelantar agresiones en contra de organizaciones que están demostrando ser más serias en la búsqueda de la paz. Y tampoco puede permitir que una organización a la que se le está poniendo todo lo más fácil para el diálogo, se burle así no sólo del primer gobierno verdaderamente reformista que hay en Colombia, sino que además se burle de la esperanza de las comunidades. Este no fue solamente un ataque a revolucionarios que sí están poniendo sus propuestas por delante, que están en cese al fuego bilateral. Este acto, de por sí detestable, es en realidad mucho peor, porque es un ataque a las comunidades. Es hora de que esa comandancia elena demuestre sí tiene mando y si tiene realmente voluntad de paz. Cada una de sus acciones hasta ahora demuestran que ni tienen lo uno ni lo otro. Esperemos que esta vez hablen con gestos, no con comunicados mamones que no le interesan a nadie. 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.