Compañeros, compañeras, amigos que están presentes en este acto tan importante para nosotros.Me da la impresión que es primera vez, en todos estos años de transición que los comunistas nos reunimos en un recinto donde funciona el parlamento, porque hasta ahora habíamos ido al ex Congreso Nacional, pero nunca nos habían autorizado para iniciar un […]
Compañeros, compañeras, amigos que están presentes en este acto tan importante para nosotros.
Me da la impresión que es primera vez, en todos estos años de transición que los comunistas nos reunimos en un recinto donde funciona el parlamento, porque hasta ahora habíamos ido al ex Congreso Nacional, pero nunca nos habían autorizado para iniciar un Congreso o realizar una actividad de transcendencia para nuestro Partido en el edificio del Congreso nacional en Valparaíso. La disculpa es siempre que ese edificio está vedado para los partidos extra parlamentarios, que solo pueden tener ahí reuniones u otras actividades los partidos que tienen parlamentarios.
Esperemos que, como se dice, «se nos pegue el espíritu santo» al iniciar el Congreso en este local, en relación a que se abra el parlamento a todo el pueblo, no a actuar como los actuales parlamentarios.
Me ha correspondido presentar la convocatoria al Congreso, nosotros iniciamos un congreso cuya convocatoria es una propuesta del Comité Central del Partido Comunista, para la discusión y análisis a fin de establecer nuestra política para el próximo periodo de cuatro años.
Queremos que esta sea una discusión abierta a la participación del movimiento social, en cada una de las instancias de base de nuestro partido. Estamos también en disposición de recibir las sugerencias de nuestros aliados y amigos, en esta lucha por forjar una alternativa al sistema neoliberal.
Así es que compañeros invitados siéntanse con todo el derecho a participar de la discusión de este documento y a entregarnos todo su aporte que nosotros gustosos recibiremos, porque además creo que nos hace falta y es la manera de nutrirnos de todo aquello que están pensando los diferentes sectores políticos y sociales de nuestro país.
La convocatoria pone al descubierto el continuismo de las políticas económicas neoliberales del actual gobierno sin que se vislumbren cambios, en un cuadro de injusticia social creciente, que no se condice con los enormes excedentes del cobre ni con el superávit estructural.
El año 2005 el superávit alcanzó a 5 mil 403 millones de dólares. En vez de utilizarlos, a lo menos en parte, en inversiones productivas o sociales que eleven nuestra capacidad y eficiencia económica, el Ministro de hacienda deposita la mayor parte en bancos privados o los entrega al banco central para su colocación en los volátiles mercados financieros del exterior.
El mismo criterio se está empleando con los excedentes derivados del alto precio del cobre que este año se calculan en otros 10 mil millones de dólares. Lo que no es transitorio sino permanente son las elevadas ganancias que se están llevando La Escondida, La Anglo America, los Luksic y otras 17 compañías transnacionales, gracias a Pinochet y su Ley Minera.
La ley Piñera, mantenida hasta hoy por la Concertación, en flagrante violación de la propia constitución, entrega a las transnacionales, sin costo para ellas, ricos yacimientos de cobre, oro y otros metales asociados. La Billiton, dueña de la Mina Escondida, obtuvo el año 2004 utilidades por 1.726 millones de dólares lo que equivale al 94% de todo su patrimonio colocado en Chile durante 15 años. Entretanto la desnacionalización de nuestra principal riqueza siguió avanzándola punto que ya el año 2005 las grandes compañías privadas extranjeras extrajeron el 63% de nuestro cobre, mientras Codelco produjo el 32,55 y la pequeña y mediana minería el 4,5% del total. Sin embargo las transnacionales aportaron al fisco 2 mil millones de dólares por impuesto, mientras Codelco entregó 4.443 millones, sin incluir el 10% de la ventas para beneficio de las Fuerzas Armadas.
El libre mercado se opone al desarrollo social, hay mas de 800 mil indigentes, 3 millones de pobres, 500.000 cesantes crónicos, 700.000 familias en viviendas precarias, como lo reconocen cifras oficiales subestimadas. También aquí los gobiernos de la Concertación y la derecha parlamentaria son culpables por los bajos índices de inversión pública en educación lo que obliga a elevados desembolsos en escuelas y universidades subvencionadas. La baja inversión pública en salud se traduce en dramáticas carencias que afectan a hospitales y policlínicos públicos, lo que a muchos obliga a enormes gastos por enfermedades que las ISAPRES y clínicas privadas transforman en lucrativos beneficios. La mitad de los trabajadores afiliados a las AFP alcanzará sólo la pensión mínima, mientras otro alto número no siquiera podrá recibir la mínima.
El modelo se caracteriza por un aumento y consolidación de la inequidad. Mientras el 80% de los chilenos accede al 39% del ingreso total, el 20’% más rico del país se queda con el 61% del total. A los antiguos multimillonarios como los Edwars, los Matte, los Yarur, los Ibáñez, se le han sumado los nuevos potentados que surgieron de la dictadura como los Yurascek, Claro, Piñera, el grupo Penta, Ponce, Angellini, Saieh y los nuevos de la Concertación como los Luksic, Falabella, Navarro, Cardoen, Andraca, Sigdo Koppers y otros. En buena medida su poder económico proviene de las privatizaciones de las empresas públicas y de los créditos, subsidios y ventajas tributarias que les han concedido los gobiernos. Los magnates chilenos ya se codean con sus pares de los países más ricos, donde poseen fuertes inversiones. Los altos ejecutivos, relacionadores, asesores, abogados y consultores a su servicio gozan de ingresos superiores a sus colegas latinoamericanos e incluso europeos, gracias a los bajísimos impuestos que pagan. En contraste, unos 10 millones de chilenos viven en hogares donde los adultos deben mantener a sus hijos con ingresos, cada uno, apenas superiores al ingreso mínimo.
Por esto es que decimos que la recuperación de nuestra hegemonía económica es un objetivo de alta política que tiene que ver con la superviviencia de nuestro país como nación independiente y soberana, sustentada en primer lugar en un nuevo tipo de desarrollo nacional.
Nuestra convocatoria también caracteriza el momento actual, que resumiré muy brevemente:
«El hecho político principal que marca este nuevo momento es la movilización creciente de distintos sectores sociales, lo cual se entrelaza con la formulación del pasó táctico adoptado por el partido en la segunda vuelta presidencial, cuyo contenido programático y proyección ha aportado significativamente en el desarrollo de los últimos acontecimientos.
«Esta política se expresa ahora en una amplia convergencia social y política que coincide en terminar con el actual sistema electoral binominal, en realizar una reforma previsional para las mayorías nacionales y en reformar el sistema educativo.
«En lo inmediato, mediante la unidad y la lucha, debemos elevar a primer plano la exigencia de ampliar los derechos de los trabajadores, destinar los elevados excedentes del cobre a políticas sociales, lograr verdad y justicia plenas para las violaciones a los derechos humanos, reconocer los derechos de los pueblos originarios y obtener respeto a la biodiversidad y al medio ambiente. Se trata de generar nuevos hechos, estimular nuevas demandas y movilizaciones, y vincular crecientemente al partido y sus políticas con asuntos que involucran a grandes sectores sociales.
«Sin duda la reciente huelga estudiantil constituye la expresión más clara del nuevo cuadro político que despunta. Dicho movimiento tuvo caracteres de un estallido social, dadas su pasividad, amplitud, combinación de formas de lucha y profundidad de sus objetivos, rasgos que fue adquiriendo en un muy breve lapso de tiempo.
«(…) Chile ya no es el mismo de hace seis meses. Las fuerzas políticas y los movimientos sociales populares son hoy actores decisivos y han abierto grandes posibilidades de cuestionar y hacer trastabillar la hegemonía de los sectores neoliberales. Las batallas de los trabajadores de CODELCO, contra la discriminación laboral. La lucha político electoral de diciembre de 2005 que afianzó las posiciones del Juntos Podemos Más, nuestra conducta en la segunda vuelta que permitió trastocar con un contenido democratizador lo que parecía una exclusiva disputa en el seno del bloque dominante, la constitución de un amplio entendimiento de partidos, movimientos, fuerzas sociales y personalidades por la democracia y la justicia social, la irrupción del movimiento estudiantil que mostró al país la crisis e inequidad de la educación chilena, son signos evidentes de una crisis más profunda en la que comienza a debatirse el modelo neoliberal, incapaz de dar respuesta a las demandas populares.
En la convocatoria se sostiene que la contradicción principal del momento teniendo en cuenta esta situación se da entre los que están por mantener estas políticas neoliberales y los que se proponen establecer un gobierno democrático, de nuevo tipo, que supere el esquema impuesto por la dictadura y la Concertación.
Al respecto se lee lo siguiente en la convocatoria:
«El surgimiento de un nuevo momento político en el país ha creado condiciones favorables para generar una convergencia de fuerzas sociales y políticas, incluidos sectores de centro, que de distintas maneras y en distintos momentos, confluyan en el rechazo al neoliberalismo y se planteen un programa de profundas transformaciones democráticas y de justicia social para Chile.
«Tras ese objetivo nos proponemos alcanzar un nuevo tipo de gobierno que supere al tipo de gobiernos neoliberales sustentadas por la Concertación y la derecha. Un gobierno democrático, soberano y de justicia social, sustentado en una mayoría nacional activa y participativa. Esta es la meta principal para el período histórico que vivimos, y el camino para lograrlo es la unidad y la lucha del pueblo.
Voy a enunciar solo dos de las tareas que nosotros le asignamos a un nuevo tipo de gobierno democrático:
1. Efectuar modificaciones institucionales que establezcan un estado democrático y descentralizado, que sea determinante en el desarrollo nacional, regional y comunal. Lo primero será plebiscitar una nueva Constitución y reformar la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades para instalar gobiernos comunales democráticos y participativos.
2. Recuperar soberanía sobre nuestro cobre, invirtiendo los elevados excedentes derivados del alza de su precio en incorporar valor agregado a nuestra economía, terminando con la ley reservada del cobre, imponiendo un royalty y una tributación adecuada a las transnacionales y caminado hacia su renacionalización.
Nuestro Congreso se dará en medio de una situación en que el gobierno se encuentra en la disyuntiva de mantener incólume un modelo que empieza a mostrar fisuras o realizar ciertos cambios para su permanencia hacia el futuro.
El descontento social creciente, el oportunismo de la derecha que usa este descontento y la expresión critica y propositiva de la izquierda, la grandes movilizaciones, le plantean al gobierno, la búsqueda obligada de reposicionamiento y así por primera vez se manifiesta una cierta disposición a reconocer la necesidad de cambios y el legítimo papel de fuerzas sociales y políticas excluidas.
Estamos en un momento en que la movilización estudiantil impuso una mesa para una reforma educacional y el cambio de la LOCE. Esta funcionando una comisión de reforma previsional que esta por entregar en estos días sus conclusiones.
El movimiento social y político está expectante y alerta ante las conclusiones de estas comisiones porque por cierto no se puede aceptar cualquier tipo de reforma en ninguno de estos dos ámbitos.
Por otra parte, se ha enviado al Congreso un proyecto de reforma electoral. En relación a este punto quisiéramos decir que el avance que han logrado las fuerzas que están por cambiar el sistema electoral es enorme y creo que debemos tener plena conciencia de ello. Hoy está planteada una discusión que atraviesa todo el espectro político, incluso la derecha se encuentra ya dividida en cuanto a sus opiniones respecto del sistema electoral, por cierto la derecha y los sectores más reaccionarios están contra el cambio del sistema binominal, un sistema electoral que es represivo, porque ese fue su fin, así fue impuesto, respecto sobre todo de los trabajadores y los partidos de izquierda y es excluyente de todo el movimiento social.
Ha llegado el momento de hablar más concretamente respecto del cambio del sistema electoral binominal por uno proporcional, si bien es cierto han surgido por parte de la derecha y sectores de Renovación Nacional, la propuesta de conversar sobre el sistema electoral, a nosotros nos parece que RN y esos sectores deben plantear concretamente cuál es el sistema que proponen para resolver las injusticias que se cometen con la exclusión que establece el sistema binominal actualmente.
Estamos por llevar adelante la lucha al respecto, estamos de acuerdo con que si la derecha le cierra el camino al cambio en el Parlamento, debe el Gobierno llamar a un plebiscito. Otras fuerzas políticas ya se han pronunciado al respecto y esa debe ser la bandera de lucha de nuestro Partido y del pueblo y todos aquellos que están por democratizar nuestro país.
Nuestro Partido se plantea realizar un Congreso no mirándose el ombligo, sino que mirando, observando la realidad que hoy existe en el país, realidad que exige un proceso de unidad y movilización permanente, por lo tanto la discusión del Congreso tendrá que hacerse en medio de la movilización, de la lucha, de la búsqueda de la unidad, en otras palabras, nuestro Congreso es para la unidad, para la organización, para conseguir objetivos que hoy interesan a la mayoría del país.
Estamos por contribuir a esta movilización y vamos a generar la movilización desde la base, desde la comuna, estamos por llegar a una gran movilización nacional, es la propuesta que le vamos a hacer llegar a todos aquellos que están por llevar adelante las reformas al sistema previsional, a la educación y al sistema electoral. Estamos por unir todas las fuerzas, todas las luchas, la lucha contra la cesantía, por la vivienda, por la salud, por la libertad de los presos políticos, por el reconocimiento de los pueblos originarios, la lucha por superar la crisis energética, por la defensa del medio ambiente, es necesario decirle al gobierno que debe cumplir el compromiso que hizo de no aceptar la instalación en Chile de empresas contaminantes.
Estamos porque en relación al nuevo presupuesto nacional, que se debe discutir para el próximo año, el Gobierno escuche el clamor nacional. Que este nuevo presupuesto tenga un carácter redistributivo, es decir, que de una vez por todas se decida el Gobierno a usar los grandes excedentes del Cobre en solucionar los problemas mas acuciantes de nuestro pueblo, esto ya no puede esperar mas, esto está transformándose en un clamor frente al cual nosotros, en medio del Congreso tenemos que ponernos al frente.
Estamos por llegar a contribuir a una movilización nacional, que puede ser un paro e incluso jornadas de protesta, si es que se cierran las puertas para seguir avanzando en la concreción de estos objetivos.
Queremos reconocer el papel que ha jugado la Central Unitaria de Trabajadores, al ponerse al frente de estos objetivos, al frente de una convergencia política y social por la democracia y la justicia social, vamos a seguir contribuyendo y llamamos a seguir aportando a esta unidad, porque es la que nos va a permitir lograr estos cambios.
En medio del Congreso también nos encontramos con que en el plano internacional se acrecientan las luchas de los pueblos, por su liberación, por transformaciones democráticas, por la recuperación de sus riquezas. Lo que está ocurriendo en Latinoamérica hace posible también que en nuestro país se abran más perspectivas para cumplir con nuestros propios objetivos.
No podemos dejar de expresar nuestro rechazo frente a las presiones norteamericanas para que Chile no vote por Venezuela como un integrante más del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, así como rechazamos las presiones del gobierno norteamericano para que Chile no acepte el tribunal penal, pensamos que Chile debe actuar con plena soberanía y nos proponemos en ese sentido, no sólo en nuestro Congreso, sino que también en la actitud que debemos tener de solidaridad con otros pueblos, en este caso Venezuela. Expresamos nuestra solidaridad con el pueblo palestino, que hoy está recibiendo un castigo demoledor por parte del gobierno israelí apoyado por los norteamericanos.
Siempre los pueblos latinoamericanos y en especial el pueblo de Cuba y ello está absolutamente representado en nuestra convocatoria, contará con nuestra solidaridad.
En estos días el pueblo de Chile, a través de la televisión, ha conocido lo que fue una parte de la lucha que el pueblo chileno desarrolló contra la dictadura y en esa lucha hemos visto muy patentemente la solidaridad del pueblo cubano. En ese entonces en el mundo de la Guerra Fría, de la agresión imperialista, cuando corría enormes riesgos. Cuba, por prestar esa solidaridad a otros pueblos, tuvo el valor y la presencia para entregarnos la solidaridad que hizo posible hazañas como las que el pueblo de Chile llevó a cabo para echar abajo a la dictadura.
Quisiera terminar estas palabras leyendo las palabras finales de la convocatoria:
«Luis Emilio Recabarren, este grueso árbol de hojas siempre verdes camina por la historia del Pueblo de Chile. Y lo seguirá haciendo siempre. Como lo ha hecho en este tiempo que nos tocó vivir un acontecimiento sumamente doloroso: la enfermedad y la muerte de nuestra querida compañera Gladys Marín, que sin embargo se transformó en un hecho político que conmocionó al país y que generó múltiples y diversas expresiones de solidaridad de amplios sectores e Chile y el mundo, que en muchos casos expresaron un reconocimiento hacia el rol jugado por los comunistas en la lucha popular.
«Al actual Comité Central le correspondió la enorme responsabilidad de asumir la Dirección del Partido sin la presencia de nuestra querida Gladys, que fue elegida Presidenta del Partido en el XXII Congreso. Ella jugó un papel determinante en los lineamientos de nuestra política hasta en los últimos momentos de su vida. Su ejemplo debe ser el símbolo de este esfuerzo que nos toca enfrentar en este tiempo de construcción y esperanza.
«Con su legado, avancemos sin demora para hacer despuntar el nuevo amanecer de Chile.
¡Con Gladys mil veces, venceremos!