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Fiebre de oro en Argentina y Chile

Un desastre medioambiental marca Barrick Gold Corporation

Fuentes: La Nación

El proyecto «Pascua-Lama» de Barrick Gold Corporation consiste en la explotación a Rajo Abierto de un yacimiento de minerales de oro, plata y cobre, ubicado en la Cordillera de Los Andes, sobre el límite internacional Chileno-Argentino, unos 150 kilómetros al suroriente de la ciudad de Vallenar en Chile y unos 300 kilómetros al norponiente de […]

El proyecto «Pascua-Lama» de Barrick Gold Corporation consiste en la explotación a Rajo Abierto de un yacimiento de minerales de oro, plata y cobre, ubicado en la Cordillera de Los Andes, sobre el límite internacional Chileno-Argentino, unos 150 kilómetros al suroriente de la ciudad de Vallenar en Chile y unos 300 kilómetros al norponiente de la ciudad de San Juan en Argentina. Los minerales serán procesados para obtener como productos metal Doré (oro y plata) y concentrado de cobre. El proyecto tendrá obras y operaciones mineras tanto en territorio chileno como argentino. Las empresas que desarrollan el proyecto son: Compañía Minera Nevada S.A. en Chile y Barrick Exploraciones Argentina S.A. y Exploraciones Mineras Argentinas S.A., en Argentina (fuente: www.zonaminera.com)

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La minera dueña de Pascua Lama arribó a Argentina hace diez años. Piensa sacar 15 toneladas de oro al año usando cianuro. En algunos poblados los casos de cáncer se elevaron en 150%. Y eso que recién se inaugura el 11 de octubre. Un antecedente peligroso que nadie quiere ver en este lado de la cordillera (Chile).

La referencia menos feliz del colosal proyecto que se erigirá en el corazón del valle del Huasco (Chile). La pista más clara de Barrick Gold en suelo extranjero. Un escándalo silencioso. Todo lo anterior es sinónimo de Veladero. Está a escasos 500 kilómetros de la capital chilena, en San Juan, una ciudad pequeña atrapada entre el semidesierto y la cordillera. Un «pueblo» de tradición agrícola que, de un día para otro, vio sus calles tapizadas de publicidad minera: Domingo Faustino Sarmiento -el «maestro de América»- luce imponente en azoteas y paradas de «colectivos», como le dicen allá a las micros. Su imagen de hombre probo e ilustrado se adorna con frases como «la minería es buena» o «Sarmiento estaría feliz con el auge minero». Lo insólito es que nadie remite esos mensajes. Como si el prócer de la provincia se levantara de la tumba para enaltecer, antojadizamente, las bondades del metal dorado.

Los habitantes de San Juan -más de 600 mil- observan con recelo. Si se trata de la omnipresencia de Barrick, prefieren eludir el tema. Los menos, exhiben orgullosos sus mamelucos negros -con forro naranjo- que dicen «Veladero». La investigadora Silvia Orozco narra que «en la montaña suceden desastres que se ocultan. Los avisos de Sarmiento son parte de la movida minera», dice esta profesora de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de San Juan.

Extraoficialmente, se dice que las gigantografias del prócer argentino son financiadas por Barrick. «No sólo ponen esos avisos. También han realizado inversiones para instituciones de bien público», cuenta el dueño de un conocido semanario sanjuanino. «Pagan vasos de leche en las escuelas, organizan programas de becas y regalan sembradoras a los agricultores. Sus iniciativas locales bordean los 400 mil dólares». Los gestos de buena crianza de la empresa, explica, se aprecian sobre todo en los departamentos de Jáchal e Iglesia, vecinos del proyecto minero.

LA FIEBRE DEL ORO

Veladero. Proyecto de explotación aurífera que estrenará Barrick el mes que viene. El martes 11 de octubre es el día D. Los gerentes de Barrick Argentina preparan un jolgorio de los grandes. Participará toda la gente. Incluso se especula que el Presidente Kirchner honre a los canadienses con su presencia.

Pero no todo es color de rosa. A las inversiones y promesas de empleo le siguen las denuncias de los habitantes de las zonas aledañas a Veladero. Voladuras de cerro, destrucción de glaciares, contaminación de ríos, depósitos clandestinos de desechos mineros, es sólo parte del cuento.

Ubicado a más de 4.500 metros sobre el nivel del mar, este proyecto -y la empresa que lo comanda- significa la suma de todos los miedos para gran parte de los sanjuaninos. «Porque toda actividad minera es contaminante. Además, Barrick tiene más dinero que toda Argentina y cuenta con total apoyo político», ha dicho el ingeniero en minas Hugo González.

Y es que Barrick Gold Corporation es la segunda empresa productora de oro a nivel mundial. Sus reservas en todos los yacimientos, ubicados en Estados Unidos, Australia, Canadá y Perú, borden los 82 millones de onzas, excluido Veladero, que es el puntal de varios proyectos que se piensan explotar en la zona. En ese rincón de la cordillera se extraerán cerca de 530 mil onzas anuales de oro. Eso sólo en la primera década.

Estos antecedentes y otros menos felices encienden la alarma en la población. «En Pierina, la mina que tienen en Perú, se rompió una garrafa con mercurio que transportaba un camión y produjo un desastre en la población», cuenta Mercedes González, técnica agrícola. Hay un video que da cuenta de eso, donde se ve la gente que quedó paralítica y deformada. La Organización Mundial de la Salud asegura que en ese lugar ya no se puede vivir», dice la presidenta de la organización ambientalista Inti-Chuteh.

Veladero, además de conejillo de Indias, es punta de lanza de esta «fiebre del oro» cordillerana. Sólo en San Juan cohabitan hoy unos 14 proyectos mineros: Lama, Veladero, Quebrada Pinta y Los Despoblados, todos bajo la tutela de Barrick. Del Carmen, a cargo de Homestake, socia de la minera canadiense. Vicuña, de Tenke Mining S.A. Evelina, Las Flechas y Mogotes, de Viceroy Resources Corp. Jaguelito, de Minera Peñoles. Carposo y La Coipa, de Minería BMG. Y Pachón, a la que se le adjudica propiedad china.

SOPA QUÍMICA

Javier Rodríguez Pardo es reconocido ambientalista y enemigo número uno de Barrick. Perseguido por autoridades y vilipendiado como «terrorista ecológico». Para él, la madre del cordero se halla en el sistema de explotación que usa la empresa. «Primero, exploran la zona en busca del oro contenido en la roca. Si resulta suficiente para invertir, dinamitan cerros enteros». El problema de fondo, explica, es que la voladura de rocas libera al ambiente metales pesados que están naturalmente en las rocas, como arsénico, azufre, uranio, mercurio, plomo, antimonio, cadmio, cromo, y convierte todo en escombros.

Rodríguez Pardo cuenta que, terminada la etapa de voladura, aparece la famosa lixiviación. En palabras simples, «consiste en regar con agua mezclada con cianuro las pilas de rocas. El cianuro se usa por su poder de combinación con los metales. Del oro, por ejemplo, extrae más del 96%». Pero el cianuro, junto con separar la roca de otros metales pesados, es un veneno mortífero para toda forma de vida. «El resto del material, que no tiene valor y está empapado en cianuro, es apilado en las escombreras eternamente. Se transforma en una montaña de contaminación», arguye Pardo.

GLACIARES CONTRA LAS CUERDAS

Juan Pablo Milana, glaciólogo, estuvo hace poco de visita en la zona de Veladero. Sus estudios y denuncias contra Barrick están archivados en los tribunales de San Juan. Milana siempre ha sido enfático. Al punto de decir que ni loco «viviría en Jáchal». Según sus cálculos, el río Las Taguas va a venir con mucho más arsénico del que ya tiene. Ese río -que alimenta al Jáchal, uno de los más importantes de la provincia- trae arsénico naturalmente. Pero con las voladuras y la explotación minera, «lo que hacemos es trasladar el arsénico que está encapsulado y que va a terminar en acuíferos», complementa Pardo. «Del lado chileno va a afectar a la zona de Vallenar, en Huasco. Perjudica a las dos cuencas por igual».

El glaciólogo relata cómo se involucró de lleno en Veladero. La Fundación Ciudadanos Independientes -de San Juan- quería hacer un estudio sobre los glaciares. Y pidieron su visión de experto. Pese a ello, Milana no pudo ingresar a Veladero. En rigor, nadie que quiera registrar la zona puede dar un paso al frente. La recién creada «policía minera» se encarga de arrebatar cámaras de fotos, videograbadoras y cualquier material de este tipo.

Así las cosas, el glaciólogo de origen mendocino optó por estudiar las fotos aéreas de San Juan, que tiene el Departamento de Minería. De acuerdo a eso, cuenta que en la zona «hay varios tipos de glaciares. Descubiertos hay seis o siete, pero cubiertos existen muchos: registramos cerca de 48 cuerpos de glaciares de roca. Son más chicos, pero muy importantes».

Si de destrucción glaciar se trata, el biólogo argentino Raúl Montenegro explica que Barrick ya despedazó el Conconta. Ese exterminio es confirmado por un ingeniero que instaló infraestructura en Veladero. «Ese glaciar fue cortado por la mitad para que pasara un camino que lleva al cerro Conconta».

CÁNCER AL ACECHO

La historia no termina ahí. En Jáchal, la pediatra Graciela Tejada asegura que en los últimos diez años, «los casos de cáncer han aumentado un 150%. Eso se debe a la contaminación que acarrea el agua de la zona».

Un estudio encargado por Inti-Chuteh, al Grupo de Asesoría Técnica SRL, lo confirma. «El resultado fue alta contaminación por arsénico. Se lo comunicamos a Minería y a Medio Ambiente», cuenta Mercedes González. «Este último organismo nos dijo que el arsénico del agua del río Jáchal es de origen natural».

Pero hay más. En octubre de 2004, miles de peces carpas aparecieron flotando en el río San Juan, que desemboca en las lagunas de Huanacache. «Empezamos a investigar y descubrimos cómo camiones de Barrick, clandestinamente, estaban descargando en esos humedales», dice Mercedes González. «Ellos transportaban los desechos en unos camiones mineros. La gente los veía pasar y no sabía qué hacían esos tanques en la zona. Cuando denunciamos la situación, la Subsecretaría de Medio Ambiente lo admitió. Incluso la empresa también lo hizo. Su argumento es que esos efluentes estaban tratados. Pero no era así».

SE ACABÓ EL VERDE

Rodolfo Mó, abogado y presidente de la Federación de Viñateros y Agropecuarios, cuenta que la agricultura se verá muy perjudicada por la acción de la minera canadiense: «Barrick es nuestro gran enemigo. Significa destrucción, privilegios y corrupción. Debido a la contaminación del agua, nuestras exportaciones no tendrán la misma salida que antes. Yo me pregunto qué va a ser de San Juan en diez años más».

Mó va al grano: «El pueblo sabe que esto es un negocio para Barrick y para algunos funcionarios de San Juan. Dejan sólo el 3% del mineral en boca de mina. Pero nos descuentan los fletes, la refinación del mineral y nos queda menos del 1% en oro».

En los ’90 se creó una batería de leyes que maximizan los beneficios de las mineras: les congela su carga impositiva por 30 años y les libra de pagos de impuestos municipales. Son libres para transferir al exterior el total de sus ganancias y se les reembolsa el IVA pagado en la etapa de exploración, entre otros. Como epílogo, a Barrick se le hace un reintegro en dólares por «explotación no tradicional». Monto que se calcula en 1.250 millones de la moneda estadounidense. La experiencia argentina es parte de la polémica que espera a Barrick cuando empiece a explotar Pascua Lama.

Consultado por estos temas, Rodrigo Jiménez, director de Relaciones Corporativas de Barrick, dijo que «en Veladero, el manejo del cianuro se realiza con todos los controles de seguridad, sin afectar las aguas superficiales».