Un «diálogo fructífero» con aborígenes y el gobierno para lograr «avances concretos», es lo que espera en su actual visita oficial a Chile James Anaya, relator especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas. Anaya conversó con IPS tras una primera reunión con representantes de […]
Un «diálogo fructífero» con aborígenes y el gobierno para lograr «avances concretos», es lo que espera en su actual visita oficial a Chile James Anaya, relator especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas.
Anaya conversó con IPS tras una primera reunión con representantes de organizaciones indígenas de la región metropolitana, principalmente del pueblo mapuche, realizada el domingo en la sede local de la no gubernamental Amnistía Internacional.
Los pueblos originarios de América Latina presentan problemas similares, que tienen que ver principalmente con el acceso a sus territorios ancestrales y con el respeto a su cultura, comentó el relator.
La «criminalización» de la protesta indígena también «es un reclamo común de los defensores de los derechos» de estos pueblos, acotó este abogado estadounidense de origen apache.
Especialista en derecho internacional indígena, autor de destacadas publicaciones y acreedor de varios premios, Anaya asumió el 1 de mayo de 2008 esta relatoría de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
Sucedió en el cargo a Rodolfo Stavenhagen, quien estuvo en Chile en 2003 e hizo diversas recomendaciones a las autoridades. Entre otras, pidió que se ampliara el acceso de las comunidades a la tierra y a los recursos naturales y que no se invocaran leyes excepcionales, como la antiterrorista, para enfrentar las protestas por reivindicaciones ancestrales.
Organizaciones indígenas y defensoras de los derechos humanos consideran que estas sugerencias no han sido cumplidas a cabalidad. Por el contrario, en el encuentro de la víspera hubo fuertes denuncias de atropellos y discriminación contra las etnias originarias, como enjuiciamientos injustos, torturas y asesinatos que siguen impunes.
En su visita a Chile, que finalizará este jueves, el relator de ONU se reunirá en Santiago con la presidenta Michelle Bachelet y con representantes de los poderes Legislativo y Judicial. También se prevé que viaje a la norteña ciudad de Iquique y a la sureña Temuco para compartir en el terreno con algunas comunidades. En los próximos meses podría emitir un informe con propuestas.
En una breve alocución a los indígenas reunidos el domingo, Anaya dijo que los países han avanzado en el reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios y que ahora el desafío es implementarlos para «que no queden sólo en el papel».
Asimismo, señaló que sólo podía comprometerse a hacer llegar sus planteamientos a la ONU y a las autoridades nacionales y promover el diálogo entre los distintos actores para que se solucionen los problemas.
En Chile viven más de un millón de indígenas distribuidos en nueve etnias reconocidas legalmente, según datos de 2006. El pueblo más numeroso es el mapuche, originario del sur del país.
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IPS: ¿Cuál es la misión que viene a cumplir a Chile?
JAMES ANAYA: Vengo a conocer las políticas del Estado para responder a las demandas de los pueblos indígenas. Ha habido una serie de iniciativas de parte del gobierno, por ejemplo, la ratificación del Convenio 169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes).
También a hacer una revisión de las iniciativas del gobierno con relación a las recomendaciones del relator anterior, Rodolfo Stavenhagen, después de su visita de 2003.
Fue el resultado de conversaciones sostenidas con el gobierno de Chile y fue iniciativa de ellos que yo viniera. Hay que reconocer que esto representa que el gobierno está abierto a este tipo de diálogo. Es una cosa que yo realmente agradezco.
IPS: ¿Con qué percepción de la realidad indígena chilena llegó?
JA: Es un país que tiene una política indígena, que a nivel mundial lidera por los esfuerzos que ha hecho. Ha apoyado la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, ha ratificado el Convenio 169 de la OIT, ha elaborado programas en la estructura del gobierno, ha incorporado dentro de las políticas públicas del Estado varias iniciativas (relativas a los pueblos originarios). Eso ubica a Chile como un país que toma en serio estos asuntos.
Pero, claro, como en cualquier otro país, siempre existen desafíos. Y el mismo Estado chileno reconoce eso, reconoce que todavía hay muchos pasos (que dar) para lograr la implementación de estos derechos con relación a los pueblos indígenas.
IPS: Considerando la primera reunión que tuvo con indígenas de Chile, ¿cuál diría que son los principales problemas que los aquejan?
JA: Eso va a estar sujeto a una evaluación. Yo tengo que escuchar más. No solamente a los pueblos indígenas sino también a personas del gobierno, de las Naciones Unidas que están trabajando aquí permanentemente, y después de eso yo estaré en mejor condición para hacer una mejor evaluación.
IPS: Uno de los problemas recurrentes señalados por los nativos es la instalación de proyectos productivos y energéticos en sus territorios ancestrales. ¿Es posible el equilibrio entre desarrollo y la protección de los derechos de estos pueblos?
JA: Las normas internacionales requieren un cierto equilibrio, como usted lo plantea, porque a la vez que se reconoce la obligación de los gobiernos a tomar iniciativas para el desarrollo de toda la población, también se reconoce que los pueblos indígenas tienen asegurados sus derechos sobre sus territorios y a la consulta previa cuando se toman decisiones sobre recursos naturales que los puedan afectar.
Hay que trabajar para un equilibrio de ese tipo, para que pueda seguir el desarrollo del país, pero también respetando a los indígenas.
IPS: ¿Cuál es el desafío de Chile respecto de la implementación del Convenio 169 de la OIT?
JA: Yo creo que, como el mismo Estado ha reconocido, es mucho, porque el Convenio es muy amplio, trata asuntos de educación, de tierras, de recursos naturales…
Pero yo creo que se puede enfatizar que el Convenio a lo que más llama la atención es a la consulta, a que los indígenas sean partícipes de todas las decisiones que los afectan y también la preocupación del mismo Estado en cuanto a la política hacia los aborígenes, los objetivos deben estar lograda.
IPS: ¿Qué le va a plantear a la presidenta Bachelet y al resto de las autoridades con las que se reúna, considerando que los indígenas afirman que las recomendaciones del anterior relator no han sido cumplidas por el Estado?
JA: Todavía estoy estudiando lo que le voy a decir a la presidenta. Te digo la verdad cuando te digo eso.
IPS: ¿No existe algún mecanismo para hacer vinculante las recomendaciones del relator de la ONU?
JA: El espíritu de este trabajo es de cooperación, de intercambio de información y de diálogo continuo y no simplemente hacer recomendaciones y obligar a los Estados a que las cumplan.
IPS: ¿Qué espera de su visita a Chile?
JA: La expectativa es que pueda tener un diálogo como el de esta tarde (del domingo) con los representantes indígenas, y también diálogo fructífero con las instituciones de gobierno, que lleve a avances concretos en torno al reconocimiento y la implementación de los derechos de los pueblos indígenas.