Traducción de Viento Sur.
Un estudio reciente realizado por investigadores de la universidad de Yale concluye diciendo que, en general, el profesorado de ciencias de las universidades americanas considera menos competentes a las alumnas que a los alumnos que tienen idéntica capacidad y preparación.
El estudio encontró que los profesores eran más reacios a dirigir la investigación o a ofrecer un puesto de trabajo a las mujeres y que, cuando se lo ofrecían, el salario era inferior al ofrecido a los hombres.
Los investigadores consideran que se trata de un prejuicio muy extendido y que probablemente responde más a una influencia cultural inconsciente que a una discriminación explícita o voluntaria.
Las profesoras mostraban frente a las estudiantes los mismos prejuicios que sus compañeros, y el profesorado de Biología los mismos que el de Física (a pesar de que en los departamentos de Biología las mujeres son mayoría, mientras que en los de Física son minoría).
Jo Handelsman, profesora de Biología Molecular, Celular y del Desarrollo en la universidad de Yale dijo: «Creo que todos nos quedamos sorprendidos con los resultados obtenidos, no solo porque los departamentos de Biología, de Química y de Física se mostraran descaradamente parciales, sino también por la gran importancia y la solidez de los hallazgos. La Doctora Handelsman es la autora principal de un artículo sobre los resultados de la investigación publicado en la web de Proceedings of the National Academy of Sciences.
Nancy Hopkins, profesora de biología en el Massachusetts Institute of Technology que desde hace mucho viene denunciando las barreras que encuentran las mujeres en el campo de la ciencia, describió este estudio como «realmente importante».
La doctora Hopkins dijo que estas infravaloraciones, acumuladas a lo largo de una carrera profesional, impedían avanzar a muchas mujeres en el campo de la ciencia. «Las mujeres no tienen el nivel de seguridad en sí mismas necesario para estar en la cumbre» Afirmó: «Se les está minando«
También añadió: «Se suele pensar que este problema ya no existe, pero desafortunadamente, no es así«
Los debates sobre la discriminación de género en el campo de la ciencia y de las matemáticas se han complicado por muchos aspectos, entre ellos si las mujeres reciben un trato preferente por las medidas de discriminación positiva o si realmente existen diferencias innatas entre hombres y mujeres.
Para evitar estas complicaciones, los investigadores de Yale procuraron realizar el diseño del estudio de la forma más simple posible. Se pusieron en contacto con profesores de los departamentos de Biología, de Química y de Física de las seis universidades de investigación más importantes (tres privadas y tres públicas, cuyos nombres no se mencionan en el estudio) y les pidieron que evaluasen, como parte de una investigación, la solicitud de una persona recién licenciada para un puesto de trabajo como jefe de laboratorio.
Todos los profesores recibieron el mismo informe de una página, que presentaba un candidato prometedor pero no brillante. Además, en la mitad de las descripciones, el supuesto candidato se llamaba John y en la otra mitad se llamaba Jennifer.
Alrededor del 30% de los profesores, 127 en total, respondieron. A todos se les pidió que hiciesen una valoración individual, para evitar que compararan los resultados con otros compañeros y descubrieran el objetivo del estudio.
En una escala del 1 al 7, siendo el 7 la puntuación más alta, los profesores dieron una puntuación media de 4 a John y de 3.3 a Jennifer. John también era el preferido en caso de que pudieran contratar al supuesto candidato para sus laboratorios o a la hora de dirigir su investigación. A Jennifer se le ofreció un sueldo medio inicial de 26,508 $ y a John de 30,328 $.
Este prejuicio no guardaba ninguna relación con la edad, el sexo, la rama docente o el cargo de los profesores que realizaron la selección. «No hay la menor diferencia«, dijo Corinne Moss-Racusin, investigadora de post doctorado en Psicología Social y directora de este proyecto.
La doctora Handelsmand añadió que anteriores estudios habían demostrado prejuicios subconsciente similares en otros ámbitos, pero que cuando debatía sobre este asunto con otros científicos, muchos de ellos respondieron que los científicos estaban por encima de ellos, porque se forman para analizar racionalmente datos objetivos.
«Empecé planteándome: por una parte, es posible que las personas formadas para ser objetivas hayan sido capaces de superar esto, pero, por otra, si los científicos no fueran diferentes del resto de grupos estudiados hasta ahora, es algo que se debería saber.»
Fuente original: http://www.nytimes.com/2012/09/25/science/bias-persists-against-women-of-science-a-study-says.html
Fuente de la traducción: http://vientosur.info/spip/spip.php?article7251