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Se llama Emilio Iribarren Ledermann, “Joel”

Un ex-agente de la dictadura sale de la sombra en Nueva York

Fuentes: La Nación

En una declaración del caso Villa Grimaldi, el famoso ex agente de la DINA Osvaldo Romo Mena, conocido como «Guatón» Romo, señala: «Había otro ex mirista de alto nivel en la organización de apellido Iribarren. Su chapa era Joel». Romo agrega que, luego de ser detenido en 1974, Joel funcionó en la dirección de la […]

En una declaración del caso Villa Grimaldi, el famoso ex agente de la DINA Osvaldo Romo Mena, conocido como «Guatón» Romo, señala: «Había otro ex mirista de alto nivel en la organización de apellido Iribarren. Su chapa era Joel».

Romo agrega que, luego de ser detenido en 1974, Joel funcionó en la dirección de la DINA, y a tal nivel que le consultaban su opinión en operaciones de relevancia.

Su oficina estaba ubicada en Villa Grimaldi, en el mismo lugar donde trabajaba Miguel Krassnoff. Joel, o Emilio Iribarren, pernoctaba ahí y su mujer lo visitaba día por medio. Según Romo, tan unidos eran Joel y Krassnoff, que este último se encargaba de llevarle personalmente a la mujer en cada ocasión.

En su declaración por el caso Cuesta Barriga, el ex agente de la DINA Enrique Sandoval confirmó los dichos de Romo y las sospechas de muchos. Según consta en el expediente, el ex agente reconoció que solía «hablar mucho con Joel y aprender de los lineamientos políticos y doctrinarios de esa organización [MIR]».

Agrega que, durante el período que trabajó con Joel, la caza del MIR se encontraba extremadamente «depurada»: ya había caído gran cantidad de militantes de ese partido. «Más importante que la cantidad era la calidad», declaró Sandoval.

A Joel, casi nadie lo ubica como agente de la DINA, pero aparece una y otra vez en los testimonios de ambos bandos. Incluso hay una querella de 2002 por torturas en su contra, interpuesta por Ramón Marambio y Jorge Silva -patrocinada por los abogados Alejandra Arriaza y Carlos Cáceres-, que da cuenta de su rol dentro de la represión de esos años.

DIRIGÍA OPERATIVOS

Se lo asocia directamente al grupo del capitán Jara Seguel -procesado por el caso Tejas Verdes- en una redada que significó la detención de cerca de 30 personas de San Antonio. Aunque la querella que se sustancia en el Primer Juzgado está en sumario, una fuente de Investigaciones señala que «por este y otros casos, ya está totalmente acreditado que Joel fue un activo agente de la DINA».

Marambio, uno de los querellantes que lo acusa, recuerda que cuando la DINA llegó a su casa en San Antonio y lo detuvieron, Joel integraba la brigada de Jara Seguel.

«Pude observar su forma de actuar mientras allanaban mi casa. Les enseñaba a otros agentes que no tenían mucha experiencia cómo y qué buscar. El trato de él con los demás agentes no era para nada el de un detenido, sino más bien un trato familiar y de compañeros, y se dirigían a él con respeto. Él dirigía el operativo», explica.

Sin embargo, al parecer las tareas de Joel no sólo se circunscribían a la detención de sus ex compañeros ni a la inteligencia. Testimonios crudos lo señalan como uno de los principales torturadores de la DINA.

EN EL APARATO DEL MIR

Joel estudió en el Instituto Nacional, donde fue compañero de curso de Carlos Ominami y otras leyendas del MIR. «Le decían Pelo Pincho porque tenía el pelo parado. Medía casi un metro noventa», recuerda Enérico García, ex integrante de la Fuerza Central del MIR.

Se inició en el partido en 1969, cuando estudiaba Economía. Al momento del golpe era parte del Grupo Político Militar Número 1, que tenía por jurisdicción las comunas de La Granja y San Miguel.

Luego ascendió dentro de la estructura. «Empecé a desempeñarme como jefe del área de inteligencia operativa del MIR, con la misión de proveer de información a la dirección nacional del partido», explicó a la Brigada de Delitos Especiales y de Derechos Humanos, que viajó hasta Nueva York para interrogarlo, el año pasado, por el caso Calle Conferencia.

Enérico García añade que en abril de 1974, luego de la caída de varios compañeros, Joel llegó a ser miembro del Comité Central. El 4 de enero de 1975 cayó preso. Según su testimonio, fue torturado, y después de eso se habría producido su paso a la DINA.

Según el expediente, una de sus misiones fue hacer caer a la gente de San Antonio, la misma que él había preparado durante dos años, lapso en que se dedicó casi exclusivamente a esta tarea.

La operación se inició el primero de marzo de 1975. «Lo vi afuera de mi casa cuando fueron a detener a mi esposo. Recuerdo que mi hermano intentó escapar y Joel sacó su pistola y lo persiguió, disparando su arma», señala María Eugenia Córdova, quien ya declaró en la querella de San Antonio.

De ahí, los detenidos fueron llevados hasta el cuartel Rocas de Santo Domingo. El querellante Jorge Huerta recuerda el trato que recibió: «Me sentaron en una silla. Antes de hacerme cualquier pregunta, me dieron huasca como ablandamiento. El que hacía las preguntas era Joel. Me pegó con la cacha de la pistola en las dos rodillas. Palmazos en la cabeza, en los oídos. Me sacó la cresta. Me puso también agujas entre los dedos y debajo de las uñas», recuerda.

Cosme Caracciolo, uno de los testigos llamados a declarar en la causa, agrega que Joel ni siquiera se esforzaba en ocultar su identidad. «Mientras me daba corriente y me interrogaba, me decía: ‘Ya poh, confiesa. Acuérdate que estuvimos juntos ahí. Así es que di la verdad’…».

«MENTÍ Y SIGUIERON»

Según los cálculos de las víctimas, en San Antonio fueron detenidas cerca de 20 personas del MIR gracias a la acción de Joel. Además, hay que sumar otras 10 entre los partidos Socialista y Comunista, a las que Joel conocía gracias a su actividad política en la zona.

Datos extraoficiales dan cuenta que en Santiago serían cerca de 180 los que cayeron gracias a su labor. En su declaración por la querella de Villa Grimaldi, Susana Veraguas, detenida hasta 1976 en ese centro de torturas, señala que vio a Joel «salir a operativos junto con Romo y otros en varias ocasiones».

Martín Hernández, ex integrante del Comité Central del MIR, que viene denunciando a Joel desde 1975, recuerda su experiencia: «Comenzaron a torturarme al tiempo que me preguntaban estupideces, como mi edad o nacionalidad, siendo que yo era muy conocido. Me preguntaron de todo. Primero dije la verdad y me aplicaron corriente. Mentí y siguieron. Me di cuenta de que les molestaba que hablara del golpe y no del pronunciamiento militar. Entonces cambié la frase, y un nuevo golpe de electricidad. ‘Aprendiste, hueón, cómo se dice’, me dijo Joel, que era el que me estaba dando los golpes de corriente».

A esto hay que agregar los testimonios de cinco declarantes más en la querella de Villa Grimaldi que identifican a Joel como interrogador y colaborador junto al ya reconocido torturador Leonardo «Barba» Schneider.

Enérico García recuerda que fue reconocido por la dirección del MIR como el gestor intelectual de la aparición televisiva de cuatro líderes del partido llamando a rendirse. «Esto le valió que el partido lo condenara a muerte», señala.

Acusaciones que Joel niega sólo en parte, ya que reconoce que colaboró bastante con la DINA de esos tiempos.

LOS MUERTOS

Según declaró Joel a Investigaciones en 2004 por el caso Calle Conferencia, permaneció como prisionero político hasta diciembre de 1976. A diferencia de la mayoría de sus compañeros, que siguieron en la clandestinidad o salieron al exilio, luego se integró al equipo de marketing del Banco de Santiago.

De ahí, Joel pasó al Citibank, donde trabajó hasta 1981. Después, lo trasladaron a una filial en Costa Rica. Actualmente tiene un alto cargo en el AIG Bank ubicado en Manhattan, Nueva York.

Otra incongruencia se dio cuando en 1992 viajó a Chile especialmente para dar su testimonio ante la Comisión Rettig. En esa ocasión señaló que vio a uno de sus compañeros de partido, Hugo Martínez, alias «El Tano», cuando llegó preso a Villa Grimaldi. Señaló que no tenía idea de cómo lo habían atrapado. Sin embargo, cuando en 2004 fue interrogado por Investigaciones, terminó reconociendo que él lo había entregado. El Tano es un detenido desaparecido.

Algo similar sucede con la caída de un agente del MIR dentro de la DINA: Carlos Carrasco Matus, «el Mauro». Joel señaló a Investigaciones que supo que lo habían descubierto y pidió hablar con él a solas mientras permanecía detenido en Villa Grimaldi. «Todo el país te lo va a agradecer», le dijo antes de que la DINA lo hiciera desaparecer.

Más sospechosa resulta una oficina que Joel montó con la DINA en pleno centro de Santiago, con el objetivo de hacer caer a Dagoberto Pérez, uno de los cabecillas del MIR.

En su declaración a Investigaciones señala que fue obligado a cargar explosivos que el mismo Michael Townley había puesto en zonas claves de su cuerpo, por si intentaba «avivarse» y alertar a sus compañeros.

Según él, hizo todo lo posible por hacer evidente que estaba montando una «ratonera» destinada a hacer caer al jerarca. Sin embargo, gracias a esta acción, nuevamente un compañero cayó detenido. Esta vez se trató de Claudio Durán, «el Quila», quien permaneció detenido durante meses y en ese transcurso fue víctima de torturas sistemáticas.

TODO UN LÍDER

En San Antonio, Joel era una leyenda viviente. Cosme Caracciolo recuerda que antes del golpe, en una protesta, luchó solo contra tres carabineros que intentaban detener a unos compañeros. «Los golpeó a los tres él solo. Este tipo de acciones te inspiraban», dice.

Jorge Silva Huerta, quien lo nombra como su principal torturador, agrega que Joel llegó a desplazar a otros jerarcas de la zona, debido a su personalidad magnética. «Era un espejo para todos los que trabajamos con él», recuerda

Enérico García explica que el MIR lo envió especialmente para formar cuadros y que los avances que logró «fueron notables». Por eso, cuando llegó armado junto al grupo de Jara Seguel, fue impactante. «Nadie me creía que era a Joel al que había visto en la redada, porque era demasiado cercano», recuerda con tristeza María Eugenia Córdova.

Nota: El «Movimiento La Peña del Bronx» (dirigido por el ex-dirigente mirista Víctor Toro) declara estar » tras los pasos de este criminal y violador de los DDHH «, para mayor información: [email protected]