Después de 33 años de silencio, un ex coronel del Ejército chileno reveló a la justicia el lugar donde fueron enterrados 17 campesinos que fueron apresados y ejecutados por militares en octubre de 1973.Los campesinos forman parte de un grupo de 31 personas de la localidad rural de Paine, a 57 kilómetros al sur de […]
Después de 33 años de silencio, un ex coronel del Ejército chileno reveló a la justicia el lugar donde fueron enterrados 17 campesinos que fueron apresados y ejecutados por militares en octubre de 1973.
Los campesinos forman parte de un grupo de 31 personas de la localidad rural de Paine, a 57 kilómetros al sur de Santiago, que eran partidarios del gobierno de Salvador Allende (1970-1973).
Según informó ayer el diario «El Mercurio», el jubilado coronel Andrés Magaña Bau confesó hace algunas semanas haber mandado la patrulla que ejecutó a los 31 trabajadores agrícolas.
Aunque Magaña, procesado en el caso, había confesado su participación en estos hechos en 2005 atribuyéndolos a órdenes de sus superiores ya fallecidos, sólo en los últimos días entregó al tribunal el sitio en que se inhumaron los 17 cadáveres.
La confesión de Magaña ha sido interpretada como la primera ruptura del pacto de silencio de los militares, tras la muerte del ex dictador Augusto Pinochet (1973-1990).
Magaña era subteniente de la Escuela de Infantería de San Bernardo al momento de los hechos y, según su relato, el director y el subdirector de Telecomunicaciones de esa unidad, los fallecidos coroneles Leonel Konig y Pedro Montalba, le ordenaron comandar la patrulla que se encargó de fusilar a los campesinos. El militar reveló que el primer operativo fue el 2 de octubre de 1973, cuando 14 prisioneros fueron fusilados en la «Cuesta de Chada», vecina a Paine, mientras los otros 17 fueron llevados el 15 de octubre a las cercanías del lago Rapel, donde habrían sido ejecutados y sepultados.