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Un general israelí en reserva es asesor de seguridad del Gobierno

Fuentes: Rebelión

El general israelí Israel Ziv, en la reserva, asesora en asuntos de seguridad al Gobierno de Colombia, según destaca hoy el diario Maariv en un informe sobre el centenar de empresas de ex combatientes israelíes que prestan ese tipo de servicios en el exterior


Ziv, ex comandante del regimiento de Gaza y ex comandante de operaciones, es el militar de más alto rango entre los que se ocupan de tareas relacionadas con la seguridad, y entre ellas entrenamiento de personal y servicios de protección a personalidades, entre otros.

El ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos, confirmó que su despacho contrató a un grupo de israelíes para que asesoren a las Fuerzas Militares. Las suspicacias no se hicieron esperar. El anuncio coincide con exacerbados rumores sobre la presencia de mercenarios extranjeros en varias zonas del país, y después de que las FARC dijeran que un comando de este tipo habría atacado el campamento en donde estaban los 11 diputados del Valle.

Shlomo Ben Ami

¿Por qué hay asesores israelíes en Colombia? ¿Quiénes son? ¿Qué hacen? El año pasado, después de ser nombrado como Ministro pero antes de posesionarse, Santos viajó a España para asistir a una reunión del Centro Internacional de Toledo para la Paz. Allí se encontró con su amigo el ex canciller israelí Shlomo Ben Ami, con quien tuvo un intercambio sobre las principales dificultades que encontraría en el Ministerio, particularmente en el área de inteligencia. Ben Ami le recomendó contratar un grupo de ex oficiales de su país que asesoraron al propio gobierno de Israel en esta área, y que incluso aconseja a algunos gobiernos estatales de Estados Unidos.

Los israelíes viajaron a Colombia por primera vez el año pasado para conocer el conflicto de un país que hasta ese momento les era totalmente ajeno. En abril de este año se firmó el contrato con el Ministerio y empezó en firme su misión. El grupo está compuesto por varios oficiales retirados del Ejército de Israel, cuya cabeza es un general al que acompañan de manera permanente dos coroneles, otro oficial de bajo rango y tres traductores de origen argentinos, pues ninguno habla español. Hay otros asesores que viajan al país cuando se les necesita para una conferencia o un entrenamiento muy especializado.

La base de operaciones de este grupo está en la base de Tolemaida (Nilo, Cundinamarca), y su injerencia es al más alto nivel, pues están trabajando en dos áreas que son críticas en todo el sector defensa: mejorar la inteligencia, y los procesos de comando y control. En otras palabras, tratar de arreglar el caos que hay en estas áreas. La asesoría ya ha arrojado frutos. Uno de ellos son las entrevistas que se les hacen a los desmovilizados [paramilitares principalmente, pero también ex guerrilleros que quieren volver a la vida civil]. Éstas eran hechas por funcionarios sin una preparación especial. Ahora, son interrogados con todas las técnicas que los israelíes han propuesto, para sacar el máximo provecho a la información.

También están proponiendo mecanismos para blindar la información. «Nos están enseñando a mantener el secreto, a transformar la información en operaciones y a evitar que todos los que están en esta tarea quieran salir en los periódicos», dijo uno de los funcionarios de inteligencia que los ha tenido como maestros. «Son una especie de sicoanalistas. Nos hacen las preguntas que son y nos ayudan a ver todos los problemas que tenemos y que no vemos» , dice Sergio Jaramillo, viceministro de Defensa. Pero así como suscitan tanto entusiasmo entre militares y algunas agencias de inteligencia, en otros sectores han suscitado preocupación.

Las críticas no se han hecho esperar. Muchos se preguntan por qué el Ministro recurrió a un grupo privado -considerado mercenario- y no directamente al gobierno de Israel, o a otros gobiernos como el norteamericano o el británico que ya tienen cooperación con Colombia en materia de inteligencia. La explicación oficial es que la misión de estos hombres es permanente y altamente especializada. Y se necesitaba con urgencia para reestructurar todo el tema de la inteligencia. «Son los mejores del mundo», le dijo a SEMANA un alto oficial. De todos modos, el gobierno de Israel sabe de esta asesoría. Así como lo saben en Washington y Londres. Oficialmente, todos lo aceptan, pero en muchas agencias de inteligencia hay incomodidad, pues mientras los gobiernos de esos países le ayudan a Colombia, a costa de sus impuestos, el gobierno está pagando varios millones de dólares a estos israelíes. Aunque el Ministerio de Defensa se negó a dar la cifra exacta del contrato, fuentes extraoficiales dicen que sobrepasa los 10 millones de dólares.

La otra gran duda que suscita esta asesoría es la idiosincrasia de los militares de ese país que ha sido permisivo con prácticas y métodos cuestionables. En particular, el Mossad ha protagonizado escandalosos casos de operaciones encubiertas fuera de su territorio, como el envenenamiento de un miembro de Hamas en Jordania hace 10 años y el asesinato de varios líderes de Hamas en Gaza. Aunque no es el Mossad quien está dando lecciones, sino ex miembros del Ejército, eso tampoco tranquiliza. Varios informes sobre Irak, y en particular sobre la cárcel de Abu Ghraib, destacaron la presencia de ex militares israelíes en los interrogatorios ocurridos allí. Lo que no quiere decir, por supuesto, que todos actúen de la misma manera. «Hubiese sido mejor apoyarse en los británicos, que tienen un buen sistema de inteligencia y un mejor estándar en derechos humanos», dice Laude Fernández, experto en seguridad.

Según los asesores en las guerras contemporáneas, generalmente con enemigos globales como el terrorismo o el narcotráfico, se acude con mayor frecuencia a grupos que prestan servicios logísticos o técnicos, aunque no van al campo de batalla. Más que proscribir esta práctica, se debe pensar en la manera de ejercer control. Porque mientras los asesores extranjeros que vienen en misiones oficiales están sujetos a acuerdos y normas internacionales, no ocurre lo mismo con los privados, lo cual hace débil su vigilancia. En el caso de los contratistas que se encuentran en Tolemaida, el Ministerio dice que no salen de allí. «Ellos no tienen nada que ver con operaciones. Todo apunta es a la reestructuración de la inteligencia», le dijo el ministro Santos a SEMANA.

La información en Maariv

La revelación del rotativo de Tel Aviv es parte de la información a raíz de la detención ayer, en Moscú, del coronel israelí Yair Klein, buscado por la Interpol a petición de las autoridades de Colombia, donde fue juzgado en ausencia y condenado a 10 años de cárcel por adiestrar a paramilitares y narcotraficantes.

Yair Klein

Yair KleinEl Gobierno colombiano inició gestiones con las autoridades rusas, ayer martes, para lograr la entrega del israelí, Yair Klein, un teniente coronel retirado del Ejército israelí, condenado por la justicia colombiana por haber entrenado a escuadrones paramilitares en la década de 1980, y quien fuera detenido ayer en Moscú.

El israelí había falsificado sus nombres y apellidos, para moverse por América Latina y Europa. Sin embargo, ayer fue capturado por agentes de inteligencia en la capital rusa. «Para atravesar los controles de pasaporte en varios países sin dificultades, cambió la fecha de nacimiento, su apellido, y el número de pasaporte,» dijo un portavoz ruso. El pasaporte sólo contenía el nombre Gal Klein cuando fue detenido en Moscú. Klein será extraditado a Israel, que lo transferirá a Colombia, precisó el portavoz ruso.

Por su parte, el canciller de Colombia, Fernando Araújo, dijo que «hemos venido trabajando para solicitar la extradición de Yair Klein». El israelí tiene pendiente pagar una condena de 10 años de cárcel en ese país.

En 2001, un juez de Manizales lo condenó por actos terroristas. Y en marzo de este año, las autoridades colombianas giraron una orden de captura a través de la Interpol.

Araújo aseguró que apelarán a los acuerdos de reciprocidad fijados en la carta de la Organización de Naciones Unidas. «Ojalá nos lo entreguen para que se pudra en la cárcel, y eso no sería suficiente para todo el daño que le la hecho a Colombia», dijo el vicepresidente Juan Manuel Santos, al conocer la noticia de la captura del israelí, quien en la selva colombiana adiestró a decenas de hombres en prácticas mercenarias.

Aunque la familia del israelí, espera que sea devuelto a Jerusalén, según son entrevistados en medios colombianos, las autoridades de este país harán todo lo posible para que se extradite a Bogotá, a pesar que no existe un acuerdo de extradición entre ambos países.

La persecución internacional a Klein y dos compatriotas suyos más, Melnik Ferri y Tzedaka Abraham, bajo los cargos de ‘instrucción, entrenamiento en tácticas, técnicas y procedimientos militares terroristas, agravado por haberse cometido con mercenarios, y concierto para delinquir’ fue reactivada en abril por Colombia, al expedirse una orden de captura mediante la Interpol para que los buscaran en 186 países.

El Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) indicó que Klein y sus compatriotas fueron contratados por el narcotraficante José Gonzalo Rodríguez Gacha, alías ‘el Mexicano’ abatido en un choque con las autoridades en 1989, para que entrenara a sus pistoleros en el segundo lustro de los años 80. Esta partida formaba parte del Cartel de Medellín que dirigía Pablo Escobar. Rodríguez Gacha contrató a un grupo de mercenarios extranjeros para entrenar sus ejércitos privados de paramilitares, con los que desalojó a la guerrilla izquierdista de una extensa zona del centro de Colombia. Posteriormente esos grupos armados ilegales le facilitaron al integrante del Cartel de la cocaína de Medellín desarrollar actividades de narcotráfico antes de declararle la guerra al Gobierno.

El DAS dijo que los israelíes instalaron un campo de instrucción en Puerto Boyacá, al norte de Bogotá, en donde prepararon a sicarios a efectuar ataques con bombas y asesinatos selectivos de personalidades. Estos reductos son considerados como el origen de las antiguas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), y son acusadas de cometer las mayores violaciones de los derechos humanos en el país en medio de un conflicto interno de más de cuatro década que cobra miles de vidas al año.

Los integrantes de los grupos al servicio de Rodríguez Gacha y que fueron entrenados por el ex militar israelí cometieron asesinatos, masacres, ataques con explosivos en diferentes zonas del país, de acuerdo con fuentes de seguridad. Formalmente se disolvieron a mediados del año pasado tras un proceso de paz con el Gobierno que implicó el desarme de más de 31.000 paramilitares.

Klein también apareció en un video de 1998 entrenando a grupos paramilitares fundados por Carlos Castaño, quien aparentemente fue asesinado en abril de 2004 por sus propios colegas de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) cuando estaba en negociaciones para entregarse a la justicia de Estados Unidos y en pleno proceso de paz con el gobierno del presidente Alvaro Uribe.

En 1991, Klein fue condenado y multado con13.400 dólares por un tribunal israelí por vender armas a grupos ilegales colombianos. En una entrevista que le concedió al diario israelí Maariv y publicada en el diario El Colombiano en junio de 2000, el ex militar dijo que había viajado a Colombia por invitación de representantes del gobierno de Estados Unidos.

«Estuve en Colombia por invitación de los americanos y punto. Todo lo que los Estados Unidos no pueden hacer, porque le es prohibido (…), lo hace (…) por medio de otros. Obré con licencia y permiso en Colombia «.

En otra entrevista, que le dio a la revista colombiana Semana en 2002, aseguró que «los entrenamientos eran militares y de defensa y de ninguna manera de crímenes o asesinatos». «Entrené a campesinos y gente de las fincas a quienes atropellaban continuamente las guerrillas sin que el Ejército pudiera hacer algo por sus derechos».

Panamá . Klein también le dijo a Semana que «por aquella misma época me contrataron para apoyar al gobierno en el exilio en Panamá a fin de hacer caer el régimen de (Manuel) Noriega». «Estados Unidos se hizo cargo de la parte económica, prueba de ello son los dos primeros cheques que obran en mi poder y que llegaron de Washington».

«Lo cierto es que en el momento en que el Senado le dio el O.K. a los soldados para la invasión a Panamá ya no necesitaron de mis servicios», añadió.

Sierra Leona . En los antecedentes criminales de Klein figuran una detención de 16 meses en Sierra Leona acusado de suministrar armas a un grupo rebelde. Según Itar-Tass, «logró escapar del campo de trabajos forzados y regresar a Israel».

«Allí comenzó a trabajar como representante de una firma comercial y, en esa capacidad, viajaba con frecuencia al extranjero», dijo la agencia.

Mercenarios israelíes
Según el diario Maariv, algunas de las empresas de militares retirados son de mercenarios que son requeridos por su experiencia en combate y a los que ofrecen salarios de entre 5.000 y 8.000 dólares mensuales netos ‘en países relativamente tranquilos’.

En Irak, uno de los países donde operan como instructores, pueden cobrar entre 10.000 y 20.000 dólares por mes, y las compañías locales que los emplean, a menudo bajo la dirección de oficiales superiores en la reserva, suelen cobrar sumas millonarias.

En esas misiones también participan ex agentes de los Servicios Secretos (Mosad), agrega el rotativo.