Pueblo por la restauración moral ¡a la carga! pueblo por vuestra victoria ¡a la carga! pueblo por la derrota de la oligarquía ¡a la carga! Jorge Eliecer Gaitán (1903-1948) Cuando Camilo Torres el 1 de enero de 1966, anunció su incorporación al Ejército de Liberación Nacional, mediante su Proclama a los colombianos, en su […]
Pueblo por la restauración moral ¡a la carga!
pueblo por vuestra victoria ¡a la carga!
pueblo por la derrota de la oligarquía ¡a la carga!
Jorge Eliecer Gaitán (1903-1948)
Cuando Camilo Torres el 1 de enero de 1966, anunció su incorporación al Ejército de Liberación Nacional, mediante su Proclama a los colombianos, en su alma y en sus ideales bullían las consignas de Gaitán, porque su ser revolucionario estaba enraizado en dar continuidad a un Proyecto de Poder del Pueblo colombiano.
Camilo expresó la continuidad del Proyecto, en su Proclama:
«Cuando el pueblo pedía un jefe y lo encontró en Jorge Eliécer Gaitán, la oligarquía lo mató. Cuando el pueblo pedía paz, la oligarquía sembró el país de violencia. Cuando el pueblo ya no resistía más violencia y organizó las guerrillas para tomarse el poder, la oligarquía intentó el golpe militar para que las guerrillas, engañadas, se entregaran. Cuando el pueblo pedía democracia se le volvió a engañar con un plebiscito y un Frente Nacional que le imponían la dictadura de la oligarquía.»
Camilo, buscó el camino pacífico para la toma del poder, el país vivió los mítines, movilizaciones, huelgas y asambleas que él encabezó. Sembrando el Proyecto, Camilo el 5 de febrero de 1965, en una Conferencia en el Sindicato de Bavaria, expuso sus convicciones fundamentales:
» Mis planteamientos se reducen a que las mayorías ejerzan el poder, para que las decisiones gubernamentales sean en favor de las mayorías,… no de las minorías. (…) yo he dicho que debemos prepararnos para el caso de que las minorías se opongan por medio de la violencia a que las clases mayoritarias ejerzan el poder» .
Camilo y otros líderes populares, en 1965 intensificaron la campaña para organizar un Frente Unido y su Plataforma, logrando despertar el entusiasmo popular; como respuesta el aparato represivo intensificó la persecución; advertido de la grave situación, Camilo optó por la alternativa insurgente, para evitar correr la misma suerte de Gaitán.
El de 15 de febrero de 1966, el Comandante Camilo, cayó combatiendo en Santander. Su lucha fue por alcanzar el poder desde el pueblo, para el pueblo; retomando igualmente la obra de Bolívar, tal como lo afirmó ante los obreros, en la Conferencia en el Sindicato de Bavaria:
» La revolución de independencia nos separó de España pero no acabo la oligarquía local, por eso la obra de Bolívar está por terminar, porque nosotros salimos de la dependencia de España, para caer en la de Estados Unidos».
» Cuando murió Camilo se oyó una voz, era Dios que gritaba revolución»
El ejemplo de Camilo sigue llagando al corazón de otros sacerdotes, religiosos y religiosas, de estudiantes y obreros, de intelectuales y campesinos, de afrodescendientes e indígenas, marcando sus vidas de luchadores, entre esos estaban tres sacerdotes Españoles, Domingo Laín, Antonio Jiménez Comín y Manuel Pérez Martínez, que vinieron en 1969 hasta los barrios y veredas de Colombia, para abrazar la causa de los más pobres entre los pobres.
Manuel Pérez, en sus 30 años de militancia guerrillera, fue un pilar de las transformaciones del ELN, fortaleciendo su acervo político; promovió, acoger, estructurar e impulsar, la democracia interna, el Derecho Internacional Humanitario, el Poder Popular, la solución política al conflicto; la Convención Nacional para un pacto nacional de paz. Siendo Comandante del ELN, el 14 de febrero de 1998, Manuel Pérez falleció por causa natural.
Al inicio de la década de los setenta del siglo pasado, miles de estudiantes universitarios se movilizaban, decenas de los dirigentes de esas luchas eran Camilistas, muchos se vincularon a las guerrillas, entre ellos Oscar Santos, que ingreso al ELN en 1974, llegó a ser un destacado miembro del Comando Central, murió a causa natural el 11 de febrero del 2005.
En la lucha por la liberación, la democracia y la paz siguen cayendo líderes populares, es un deber resistir para seguir empujando las puertas de la democracia, teniendo en cuenta las palabras dichas por Gaitán, en la Oración por la Paz:
«Somos descendientes de los bravos que aniquilaron las tiranías en este suelo sagrado. ¡Somos capaces de sacrificar nuestras vidas para salvar la paz y la libertad de Colombia!» .