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El paro étnico y de las organizaciones sociales

Un nuevo mapa territorial

Fuentes: Rebelión

Es importante como transcurre el Paro nacional y la anexión de otros sectores. El ministro de transporte está en asecho, la movilización de camioneros mediante la movilización de 150 mil camioneros, es decir una movilización empresarial que yace bajo la Asociación Colombiana de Camioneros por incumplimiento en acuerdos por parte del Gobierno Nacional desde el […]

Es importante como transcurre el Paro nacional y la anexión de otros sectores.

El ministro de transporte está en asecho, la movilización de camioneros mediante la movilización de 150 mil camioneros, es decir una movilización empresarial que yace bajo la Asociación Colombiana de Camioneros por incumplimiento en acuerdos por parte del Gobierno Nacional desde el año 2011.

Muy necesario y urgente que se extienda el Paro.

Avance de la resistencia social

Los distintos gremios y sectores campesinos y populares avanzan hacia una acción de resistencia social por el avance democrático de los territorios bajo el movimiento social y organizativo. El Paro avanza en un colectivo social, se confluye de manera gradual en una causa popular y territorial: una mesa en resistencia nacional étnica. Son intereses comunes de integración política y sobre enfoques de problemáticas espaciales distintas. El territorio cambia y requiere nuevas formas de asumirse territorialmente el país.

El mapa territorial de país cambia y con ellas las localidades rurales. Con el famoso Plan de Ordenamiento Territorial-POT hacia el 2018 de corte neoliberal, desarticularon los proyectos de los planes de vida de las comunidades. Ahí tienen el resultado bello y acorde con la defensa de la vida y los derechos: una resistencia social. La clave está- ¿Cómo se asumen las comunidades en estos nuevos mapas territoriales de resistencia? Con anexión gradual y con avances geo-referenciados de las necesidades ina-atendidas, sobre las graves violaciones de los territorios y las violaciones de los derechos civiles de miles de ciudadanos.

El gobierno debe dialogar sin más premura, si no el cauce será otro. La mesa de diálogo con sectores múltiples, es el gran reto para viabilizar lo in-atendido, lo aplazado y desconocido por el gobierno en materia de tierras, educación, inclusión, la grave violación de derechos humanos, la soberanía alimentaria, la atención a los indígenas, campesinos, afros, la salud, la explotación de los hidrocarburos por parte de multinacionales, los aplazamientos de los acuerdos pactados de otros sectores que se suman y la represión establecida por el capitalismo.

Se requiere que el presidente Juan Manuel Santos, se comprometa sin dilaciones , ni firmas sinuosas , es imperante que actúe como mandatario sobre los planes de vida de las comunidades, estas en construcción que no pueden estar exentas hacia una política pública social, y las cuales deben responder a las necesidades de las comunidades.

El proyecto de territorio de las comunidades, de un lado no es un abordaje técnico, si no incluyente desde dentro. El mapa territorial de resistencia democrática que actualmente se libra con el Paro nacional, responde desde el requerimiento del pensamiento en relación a los planes de vida de las comunidades y la lucha por el territorio y los espacios económicos in-atendidos por el gobierno: por un lado, desconocer lo pactado con las comunidades, gremios y sectores populares y de otro lado, la acción estatal de un deplorable Plan de Desarrollo Nacional 2018 ( POT). Se le pregunta a Juan Manuel Santos y a sus ministros -¡¿Cómo va asumir los planes de vida de las comunidades, ante estos mapas territoriales de agresión que ustedes mismo han propiciado ?

¡Que avance el Paro¡

Por María Fernanda Q. Alzate (Frente Anti-fascista), Geógrafa- Analista.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.