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Un país de patas arriba

Fuentes: Rebelión

Golpea el mar el casco del navío que me aleja de ti, patria adorada. Es medianoche; el cielo está sombrío; negra la inmensidad alborotada. Desde la yerta proa, la mirada hundo en las grandes sombras del vacío; mis húmedas pupilas no ven nada. Qué ardiente el aire; el corazón qué frío. Y pienso, oh patria, […]

Golpea el mar el casco del navío

que me aleja de ti, patria adorada.

Es medianoche; el cielo está sombrío;

negra la inmensidad alborotada.

Desde la yerta proa, la mirada

hundo en las grandes sombras del vacío;

mis húmedas pupilas no ven nada.

Qué ardiente el aire; el corazón qué frío.

Y pienso, oh patria, en tu aflicción, y pienso

en que ya no he de verte. Y un gemido

profundo exhalo entre el negror inmenso.

Un marino despierta… se incorpora…

aguza en las tinieblas el oído

y oigo que dice a media voz ¿Quién llora?

(Poema A Colombia de Julio Florez Rea)

 

Colombia: acunada por dos océanos, jardín de nuestra América del Sur, su exuberante paisaje conformada por un mosaico de regiones, Orinoquía, Costa Pacífica, Región Andina, Macizo Colombiano, Valle del Magdalena, las montañas de Antioquia y Caldas, Región del Caribe. Con sus danzarinas cascadas, que nacen de nuestras montañas andinas surten de agua nuestros ríos principales el Magdalena y el Cauca. Como pinceladas de un artista hacen un conjunto de gran belleza formada por varias regiones y gentes de diversas costumbres, crean un conjunto de gran armonía asombrando a propios y extraños.

Colombia con su riqueza cultural, le decimos y le cantamos al mundo, cumbias, vallenatos, porros, pasillos, guabinas, joropos, y mapalé. También podemos gritar que tenemos el café más suave del mundo, el carnaval de Barranquilla, el Carnaval de Negros y Blancos en Pasto, la Cartagena amurallada y nuestra cultura de San Agustín en el departamento del Huila, son algunos de los referentes que podemos mostrar como patrimonio intangible de la humanidad, además contamos con nuestras riquezas, oro, esmeraldas, plata, petróleo, gran riqueza hídrica, flora, fauna, aves , el candor y la ternura de nuestras mujeres, el tesón e hidalguía de sus hombres hacen de este hermoso país que nos sintamos orgullosos de ser descendientes de los Chibchas, Caribes, Arawac, y Pijaos. Haciendo de la leyenda del dorado un mito de rebeldía.

Blancos, negros, mestizos, indígenas, campesinos, se conjugan en una sola piel, la amerindia colombiana.

También le decimos al mundo que brillamos en el parnaso de la literatura con nuestro insigne premio nobel de literatura Gabriel García Márquez, haciendo de su obra cumbre «Cien años de soledad» la más bella pieza de la literatura hispanoparlante, Jorge Isaac con su obra de amor «La María» quien inmortalizara la historia de amor más bella de América Latina, Rafael Pombo con sus famosas fábulas para niños traducidas en un sinnúmero de idiomas en el mundo, actualmente William Ospina considerado uno de los grandes pensadores iberoamericanos inmortalizándose con sus magnas obras «El país de la canela», «América mestiza» y «La franja amarilla». También recordar los poetas Juan Manuel Roca, Fernando Rendón, haciendo del festival mundial de poesía en Medellín, un canto a la vida y a la esperanza, nuestras escritoras María Carranza y Laura Restrepo, solo para citar algunos de ellos, hacen de nuestra prosa y literatura un legado de identidad cultural como colombianos y latinoamericanos.

Enrique Grau, David Manzur, Fernando Botero, hacen del arte pictórico y la escultura, que en las galerías de arte en el mundo retumbe la palabra Colombia.

En la ciencia nuestros grandes científicos Rodolfo Llinás en el campo de la neurobiología, Jorge Reynolds en la nanotecnología, Manuel Elkin Patarrollo con sus vacunas sintéticas, hacen que Colombia merezca un segundo premio nobel, en este caso el de medicina.

El indígena colombiano representado en la rebeldía de la India Gaitana, el coraje de la raza afrocolombiana en Benkos Biojó, la rebeldía del campesino inspirada en el comunero José Antonio Galán. Hacen que nuestros aborígenes, negros, campesinos y blancos, representen la dignidad de este heroico y sufrido pueblo colombiano.

Pero como todo no puede ser tanta belleza y alegría, ahora Colombia es un país de patas arriba, veamos por qué:

·Los colores de nuestra bandera son: el amarillo representando ahora en el robo y el saqueo de nuestras riquezas naturales, el azul representando la barbarie y la intolerancia, encarnados en el pensamiento ultraconservador, el rojo representa la sangre del pueblo, para redimir a los ricos de este país.

·El cóndor de nuestro escudo, es ahora importado de Norteamérica.

·Panamá entregado a los norteamericanos.

·Las cuatro lanzas emblemáticas de nuestro escudo, son las cuatro desgracias de Colombia (corrupción, saqueo, violencia y capitalismo salvaje).

·Cuatro millones de colombianos desplazados.

·Cinco millones de colombianos sin patria.

·Veinte millones de colombianos por debajo de la línea de pobreza.

·Diez millones de indigentes.

·Más de doscientos mil colombianos asesinados por la violencia para-estatal en los últimos veinte años.

·Doscientos cincuenta mil desaparecidos.

·Menos del uno por ciento son dueños del sesenta y cuatro por ciento de las tierras aptas para el cultivo (concentración de la tierra).

·Seis millones de hectáreas de tierras arrebatadas a los campesinos a sangre y fuego por los ejércitos privados del estado colombiano.

·Exterminio de todo un partido político (Unión Patriótica).

·Tres millones de desempleados.

·Cinco millones de colombianos que no ganan ni siquiera doscientos mil pesos mensuales.

·Setenta y cinco billones de presupuesto para la guerra en los primeros cuatro años del gobierno de Juan Manuel Santos.

·Quinientos mil hombres entre ejército y policía, enfrentando una insurgencia que no llega ni siquiera a tres mil combatientes.

·El robo de los dineros de la salud, yendo estos a parar a las EPS, creadas por los paramilitares (campeando los paseos de la muerte).

·Veinticinco mil niños al año en Colombia (de 0 a 5 años) mueren por física inanición.

·Tres millones de analfabetas.

·Cuatrocientas cincuenta mil familias que perdieron sus viviendas por cuenta del UPAC, habiéndolas pagado hasta tres y cuatro veces de su precio real, muchas de ellas terminaron suicidándose por el acoso de los «chepitos» de los bancos.

·Cuatrocientos mil millones de pesos de Agro Ingreso Seguro, fueron a parar a los traquetos y mafiosos financiadores del régimen político colombiano.

·La entrega de los parque naturales al empresario y actor de teatro, el francés Jean Claude Bessudo (seguimos repitiendo la historia, de entregar la soberanía nacional).

·La liquidación del Instituto del Seguro Social, entrega de las telecomunicaciones y el sector financiero a las multinacionales españolas.

·Nueve mil títulos mineros otorgados a las multinacionales para la explotación, expoliación y robo del oro y la plata (Megaminería).

·La firma de los tratados de libre comercio con Europa y Estados Unidos, es un atentado contra la soberanía y seguridad alimentaria del país.

·Siete bases militares colombianas enclavadas, en siete regiones geoestratégicas, administradas por militares norteamericanos, reemplazando nuestra bandera por la norteamericana.

·Sesenta mil millones de dólares en deuda externa y pública, hacen que cada niño que nace en Colombia le este debiendo al Fondo Monetario Internacional dos millones trescientos mil pesos.

Estas cifras escabrosas, para que no me tilden de un simple especulador, son extraídas de las fuentes oficiales del mismo estado y de los MASS MEDIA que están al servicio del estatus quo nacional (Fiscalía General de la Nación, Contraloría General de la Nación, Defensoría del Pueblo, Departamento Nacional de Planeación, Ministerio del Interior, Vicepresidencia de la República, Presidencia de la República, Ministerio de Defensa – medios, Caracol (Radio y Televisión), RCN (Radio y Televisión), y los medios impresos, Revista Semana, Periódico El Espectador, El Tiempo, Portafolio, La República, organismos internacionales, Naciones Unidas, CEPAL, UNICEF. Ahí podrán constatar lo ya anunciado.

En definitiva Colombia es un país de patas arriba, como dijera nuestro prócer de la independencia Antonio Nariño: «Vender mi patria a otra nación, sacarla de la dominación de España para entregarla al duro yugo de los ingleses, con otra religión, otro idioma y otras costumbres; eso era en mi concepto la acción más vil que podía cometer. Antes hubiera preferido la muerte que convenir con ello».

Antes de que se nos olvide recordar que Colombia es uno de los países más desiguales del mundo y para acabar de completar, el legado de Nariño, Caldas, Bolívar, Carbonell, Melo y Gaitán. No lo quieren reemplazar, por Uribe Vélez, José Obdulio Gaviria, Fernando Londoño y Bernardo Moreno, representando lo más oscuro y maniático de la política nacional, estos son los cuatro ladrones del Ali Baba criollo, que dicen representar las instituciones del estado, cada día carcomidas por la corrupción, el terrorismo y despojo.

Colombia es una granja cerrada. Por falta de huevos.

No podemos seguir sembrando y cultivando esta élite parasitaria y asesina, que lo púnico que hace es lucrarse a costa de las miserias de los pobres y miserables, que algún día entenderán que, hay que extirpar este mal.

Estamos cumpliendo veinte años de la constitución política, saliendo de una constitución retardataria como la de 1886 de Rafael Núñez, para entrarnos a una más «garantista».
Con todos los antecedentes ya mencionados y que nos dejan mal parados ante el mundo hacemos, una parodia y radiografía de lo que es actualmente nuestra constitución política de Colombia.

Artículo 1°: «Colombia es un estado social de represión, organizado en forma de república unitaria, descentralizada con autonomía para robar en entidades territoriales, antidemocrática, participativa y pluralista para los más ricos, fundada en el respeto por la indignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que saquean este país y en la prevalencia del interés particular».

No es exagerado lo que acabamos de parodiar en este primer artículo, es lo que estamos viendo, actualmente en este país gobernado con las patas, ya que los que tenemos cabeza para repensar este estado miserable de cosas, nos seguirán tratando de herejes, terroristas, y apátridas; o como diría algún despistado prócer de la independencia. ¡Quien esté en contra del rey, está en contra de Dios, en este caso quien esté en contra del mesías uribeño, estaría en contra del Dios del que pertenecen ladrones, corruptos y politiqueros del jardín de nuestra América del Sur!

http://jhonjsalinas.blogspot.com/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.