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Una delegación de la Corporación Villa Grimaldi visita a los presos mapuches en huelga de hambre

Fuentes: Rebelión

Mientras se encontraban aislados en un par de salas de Cirugía, bajo fuerte custodia de una escuadra de Gendarmería, fueron visitados durante una hora en la mañana de ayer por una delegación de Villa Grimaldi integrada por Lelia Pérez integrante del Directorio e Ignacio Vidaurrázaga, Encargado de Comunicaciones. A la delegación proveniente del sitio de […]

Mientras se encontraban aislados en un par de salas de Cirugía, bajo fuerte custodia de una escuadra de Gendarmería, fueron visitados durante una hora en la mañana de ayer por una delegación de Villa Grimaldi integrada por Lelia Pérez integrante del Directorio e Ignacio Vidaurrázaga, Encargado de Comunicaciones. A la delegación proveniente del sitio de memoria en Santiago, la recibió y acompaño en todo momento el werken Daniel Lemunao.

Hoy jueves 18, de madrugada los cuatro prisioneros con 53 días en huelga de hambre fueron trasladados por Gendarmería a un tribunal de Collipulli. Para posteriormente dispersarlos en distintas direcciones.

En esa visita solidaria y de apoyo, hubo la oportunidad de conversar con Paulino, Eric, Rodrigo y Daniel, con sus familiares y con integrantes del piquete de apoyo instalado en el ingreso al Hospital Regional de Concepción. De todo ello, da cuenta está crónica

EN CIRUGIA , SALAS 7 Y 8

Aislados y fuertemente custodiados por nueve integrantes de la USEP de Gendarmería (Unidad de Servicios Especiales Penitenciarios) a cargo del teniente Mantes encontramos a los cuatro comuneros mapuche. Hasta el día 15 la hoja pegada en la sala indicaba que Paulino pesaba 54,1; Daniel 49,2, Eric 54,9 y Rodrigo 53,3. Desde el peso inicial, todos ya habían descendido entre 10 y 14 kilos.

En una mesa estaba apilada la prensa nacional, muy cerca libros como La piedra del león y otros cuentos de Ricardo Ceballos y el Conversaciones con un weychafe en la prisión política de Héctor Llaitul y Jorge Arrate. También muy diversas DVDS, como El derecho de vivir en paz de Carmen Luz Parot y Salvador Allende de Patricio Guzmán, un pack mexicano, Madagascar y otro titulado Che , la eterna mirada. También tenían un libro titulado: «Yo hablo, yo aprendo de lenguas indigenas…de la Universidad de Santiago.

LA VISITA DE VILLA GRIMALDI

El werken Melinao presenta a Lelia Pérez e Ignacio Vidaurrázaga. Lelia por su parte, les hace entrega a cada uno de un ejemplar de la carta que desde la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi se les ha dirigido. En ella se dice… « como sitio de memoria, Villa Grimaldi conoce de las consecuencias que tiene en la sociedad el uso de la represión, por ello exigimos el término de la política persecutoria a las comunidades, el cese de la aplicación de Ley Antiterrorista originada en dictadura y de las irregularidades en los procesos judiciales…nos sumamos a quienes han solicitado a la Corte Suprema la revisión de vuestra causa, anulando vuestras condenas».

Luego, relata Lelia Pérez, sobreviviente de Villa Grimaldi. «Es Daniel quien me preguntará por lo que pasó en Villa Grimaldi y luego me interrogará si pudimos ubicar y enterrar los cuerpos de nuestros muertos… y percibo que ese joven debilitado por esta extendida huelga de hambre nos tiene compasión y eso en su situación habla de fortaleza. A él que vive la represión de ahora, que está encarcelado y que tiene una condena de más de la mitad de su edad le duelen los muertos del pasado…los no enterrados y eso emociona».

Prosigue compartiendo sus impresiones del encuentro. La integrante del directorio Lelia Pérez. «Cuando los veo, me doy cuenta que son muy jovenes, casi niños, se les caen los pantalones, mientras toman a sorbos el te caliente. Tendrá que transcurrir un tiempo para crear ambiente. Daniel va anotando en su cuaderno, una especie de bitacora y guarda nuestras tarjetas de visita, la fragilidad física no le impedirá dejar rastros para la memoria de este momento».

LAS MADRES APOYADORAS

La madre de Eric es Juana Levinao, una joven de 36 años- aunque parece de 25- ataviada de trarilonco y trapelacucha, mientras nos dice orgullosa «aquí estamos peleando…venimos del territorio mapuche».

«Tengo tres hijos– dice Juana- y Eric es el mayor, luego viene una hija de dieciseis que está en un internado en Angol y la hija menor de cuatro se quedó en Ercilla a cargo de una hermana». Ahora, ella se encuentra en Concepción con su sobrino Adrian Chiguay de doce años.

No lejos está la madre de Paulino, Florinda Coyan. Ambas madres están cansadas, llevan muchos días y fuera de preocuparse por la ropa y las necesidades de sus hijos huelguistas, han participado en marchas y han sufrido detenciones y golpizas de las FF.EE de carabineros.

Juana Levinao dice: «No vamos a bajar los brazos , aunque los encarcelen no nos van a callar. Ellos tienen una gran deuda con el pueblo mapuche, no han sabido convivir con nosotros en la novena región…siempre dejando al mapuche empobrecido; con la gente del extranjero comparten todo y a nosotros no nos aceptan ni quieren compartir…lo que es nuestro«. Las joyas mapuche que porta orgullosa vienen de las abuelas a quienes Juana recuerda a pata pela en el fogón, mientras pisaban el mote…

HABLA ERIC MONTOYA

«Ayer allanaron y balearon nuestras comunidades, por la presencia del presidente Piñera. Él dice venir en paz y buscando el dialogo, pero estamos apresados en nuestros territorios…yo me digo: si quieren exterminarnos porque no lo hacen de una sola vez».

Eric estudio en Collipulli sólo hasta 8 año básico, luego se fue a trabajar de temporero de la fruta a Melipilla en la región central de Chile. Quería reunir dinero para seguir estudiando, porque su sueño es saber mas de agricultura. «Me dije tengo que sacar a mi familia adelante (su madre y dos hermanas)…hay que ir lejos a trabajar la tierra, porque la nuestra la tienen las forestales«.

«Si hay que defender nuestra comunidad y nuestra gente, se parte con lo que se tiene, con lo puesto…nosotros como jovenes así lo tomamos, no esperabamos condenas a tantos años y aquí estamos…»

«Ese día llegaron como a las 06:00 de la mañana , entraron a mi casa botando la puerta, apuntandonos con sus armas en la cabeza y tirandonos al suelo, allí estaba yo , mis hermanas y mi madre. No sabian como me llamaba. Nos balearon con perdigones a mi y al abuelo (nos muestra cicatrices en el cuello, estomago y pierna). Andaba el Fiscal Chamorro que decía que si haciamos algo tenian orden de disparar a matar. Eran como 80 carabineros con cascos y armados con luces en sus cascos . El operativo duró como dos horas , luego me llevaron detrás de la casa de una tía y de allí a una quebrada mientras me pateaban y me decian indio culiao…Estaban encapuchados, no se reconocía a nadie, me golpeaban la cabeza y perdi el conocimiento…luego desperté en una enfermería«.

Han transcurrido meses y hasta el momento a Eric Montoya de 20 años aún no le han tomado declaraciones.

EL PIQUETE DE APOYO

Por calle Janequeo en la Plaza «Los Tilos» y al interior del Hospital Guillermo Grantt Benavente estába el piquete de apoyo. Con banderas y lienzos, algunos reciclados de la campaña municipal. En ese sitio se comparte el mate y se prepara el almuerzo en ollones. Hombres y mujeres, unos 25 o más que realizan diversas tareas, desde pelar papas hasta bailar purrun envueltos en sus ponchos olor a humo, todo para rogar a Neguechen en estas dificiles horas. Allí, han recibido la solidaridad activa de la FENATS y sus dirigentes, de estudiantes y vecinos. Incluso estuvo el obispo Chomali, pero hasta ahora ningun político.

El tarro para recibir las monedas solidarias suena frecuentemente, el publico que concurre al hospital y los trabajadores de este lo van llenando, y eso sirve para trasladarse y alimentar a esta red de apoyo que desde Ercilla se ha desplazado siguiendo a sus hijos, hermanos, en suma a sus peñis.

La solidaridad se ha expresado en multitudinarias marchas en Temuco, Concepción y Santiago. También en una marcha de a pié y con jinetes montados desde las comunidades a la carcel de Angol. En los proximos días están convocadas nuevas acciones solidarias con estos cuatro jovenes mapuches. Los estudiantes en todas partes se han destacado por estar junto al movimiento de los comuneros encarcelados. El futuro cercano no se ve promisorio. Desde la carcel de Angol , Héctor Llaitul y sus compañeros impugnan sus condenas desde preceptos juridicos como el doble procesamiento al ser juzgados por la justicia civil y militar. En Temuco, en tanto, los huelguistas inician huelga de hambre seca.

El Werken Daniel Melinao da entrevistas, atiende las delegaciones visitantes y se muestra convencido que pese a los 53 días de huelga de hambre y esta dispersión sus peñis mantendran el movimiento.

Por allí juega con una bandera mapuche un pequeño de dos años llamado Emiliano, es de esperar que en 17 años más, cuando tenga la edad de Daniel Levinao no este preso , ni condenado a 12 años y que tampoco deba hacer huelgas de hambre de más de 50 días. Que no deba ir a trabajar lejos de temporero de la fruta como Eric, sino que en cambio pueda ser feliz en su comunidad y territorio, porque es reconocido en sus derechos de joven y pueblo-nación.

PD. LA DISPERSIÓN DE LOS CUATRO JÓVENES

En el curso de hoy jueves 18, Gendarmería ha procedido a dispersar a los cuatro presos mapuches. Paulino y Daniel se encuentran en la enfermería de la cárcel de El Manzano en Concepción. Eric ha sido devuelto a la sala que ocupaba ayer en el Hospital regional. Mientras, Rodrigo fue devuelto a la cárcel de Angol.

Dispersarlos para vencerlos y debilitar sus convicciones parece ser ahora el propósito. A la vez, así creen que consiguen dispersar a sus familiares y redes de apoyo, cansadas pero activas.

Pero, Paulino, Eric, Daniel y Rodrigo siguen convencidos de que su causa es justa.