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Entrevista a Daniel García-Peña Jaramillo

«Una división del PDA sería gravísima para la democracia y favorecería al proyecto uribista»

Fuentes: Rebelión

Historiador, notable conocedor del sistema político de los Estados Unidos, investigador y profesor en diferentes universidades y centros de investigación de Colombia y Estados Unidos, Comisionado de Paz, forjador de la unidad de la izquierda democrática, Secretario General del Polo Democrático Alternativo y creador de la organización Planeta Paz; el notable recorrido vital de Daniel […]

Historiador, notable conocedor del sistema político de los Estados Unidos, investigador y profesor en diferentes universidades y centros de investigación de Colombia y Estados Unidos, Comisionado de Paz, forjador de la unidad de la izquierda democrática, Secretario General del Polo Democrático Alternativo y creador de la organización Planeta Paz; el notable recorrido vital de Daniel García Peña concede especial valor a sus ideas en la compleja hora actual de Colombia.

Ahora mismo hay una campaña en medios de comunicación que habla de «La mata que mata» una satanización de la planta de coca que ignora los sabios usos milenarios de una planta comprendida como sagrada por las comunidades indígenas, pueblos que han sido gravemente afectados por una política de guerra contra las drogas que , curiosamente, entre más fumiga territorios y comunidades , más sostiene los miles de toneladas de cocaína que anualmente salen con destino a Estados Unidos y Europa , ¿Cómo aprecia la dimensión del narcotráfico en la relación entre Colombia y Estados Unidos?

El tema del narcotráfico transformó las relaciones entre Colombia y los Estados Unidos. Quien estudie las relaciones entre América Latina y los Estados Unidos en las décadas del cincuenta y sesenta, encuentra que la atención estadounidense está centrada en Cuba, Argentina, México, incluso Perú por todo el tema de los incas, pero Colombia ocupaba un lugar de baja importancia.

Es con el narcotráfico que Colombia se eleva en las prioridades norteamericanas. Las élites colombianas han intentado siempre utilizar los diferentes momentos, las distintas situaciones, para promover sus intereses y el tema del narcotráfico llevó a que durante mucho tiempo presentaran a Colombia como un país que fuera importante para los intereses norteamericanos. Pero también el tema del narcotráfico ha distorsionado profundamente lo que han sido los otros aspectos de las relaciones. Durante mucho tiempo se observó a Colombia desde los Estados Unidos , solamente bajo la óptica del narcotráfico y otros temas como los sociales , políticos , el mismo tema del conflicto fue , solo hasta hace muy poco tiempo , casi ignorado por los Estados Unidos por esa obsesión con el tema del narcotráfico. Durante muchos años se utilizó como «una amenaza de la Seguridad Nacional» norteamericana y esto llevó a que la mirada hacia Colombia se redujera al tema y que ese haya sido el eje central de las relaciones desde hace mucho tiempo.

La existencia del narcotráfico en Colombia tiene mucho que ver con la falta de un estado de derecho capaz de enfrentarse a las bandas criminales, pero también un aprovechamiento, una especie de doble moral por parte de la dirigencia colombiana que durante mucho tiempo utilizó los recursos del narcotráfico. No olvidemos que Pablo Escobar fue elegido como suplente en la Cámara de Representantes, que los dineros del narcotráfico alimentaron a todos los partidos políticos en Colombia durante mucho tiempo, y por todo esto el narcotráfico se convirtió en el tema más significativo de las relaciones entre los dos países.

¿Y en este contexto qué lugar ocupa el Plan Colombia? ¿Hay cambios de fondo como planteó en su columna de hace unas semanas en el diario El Espectador?

La coyuntura del Plan Colombia es muy interesante porque el Plan Colombia reúne varios factores. Por parte de las élites colombianas había el interés de involucrar a los Estados Unidos en la lucha contra subversión, la lucha contrainsurgente. Pero en los años noventa después de la experiencia nefasta para los Estados Unidos , que fue la experiencia de la Guerra de Vietnam , había una especie de prohibición a cualquier apoyo a luchas contrainsurgentes en el resto del mundo y el tema del narcotráfico sirvió para que se presentara la versión original del Plan Colombia como lucha contra el narcotráfico , se vendió como una política contra narcóticos , pero en el fondo cuando uno analiza el desarrollo del Plan Colombia resulta evidente que su objetivo era luchar contra las guerrillas. Las fumigaciones, por ejemplo, se concentran en el sur del país, donde está la guerrilla y no en el norte donde están los paramilitares.

La idea de que la lucha contra el narcotráfico era una lucha con énfasis en lo militar, más que interdicción, en inteligencia o en temas sociales, fue utilizado para fortalecer el ejército colombiano en su lucha contra las guerrillas. Pero con el 11 de septiembre, ya no se habló de contrainsurgencia, sino de contra terrorismo y de alguna manera se destapan las verdaderas intenciones del Plan Colombia y se ve claramente que más que una lucha contra el narcotráfico lo que se busca es una lucha contra las guerrillas, particularmente la guerrilla de las FARC. Con la llegada de Álvaro Uribe al gobierno en agosto de 2002, se produce una articulación muy estrecha entre el discurso que George Bush desarrolla después del 11 de septiembre, con la Guerra Global Contra el Terrorismo y el eje de la política de Uribe que es la lucha contra las FARC.

Por eso se da una relación muy íntima entre Bush y Uribe que va más allá de los intereses nacionales. Colombia siempre había tenido una relación muy estrecha con los Estados Unidos, había existido una especie de alianza entre los dos países desde tiempo atrás, pero en el caso de Bush y Uribe hay una alianza de tipo ideológico porque Uribe se casa con esa agenda republicana , esa retórica antiterrorista de Bush , y eso le sirve mucho a Uribe para lograr importantes recursos militares principalmente – el ochenta por ciento del Plan Colombia va hacia lo militar- en su lucha contra las FARC. Y todo lo que tiene que ver con esa visión de Bush – de que en aras de la lucha contra el terrorismo, si es necesario sacrificar los derechos humanos, los escenarios multilaterales o el derecho internacional, se hace – sucede en Colombia. Uribe fue el único Presidente en América Latina que aprobó la Guerra contra Irak, pese a que esa agresión no contó con el aval de las Naciones Unidas.

En buena parte de las actuaciones internas de Uribe se han limitado a aplicar la visión de Bush en el terreno interno. Su política de Seguridad Democrática no solo está basada en la guerra contra las FARC , sino en la descalificació n de la oposición , en el rompimiento del Estado de Derecho , en los arrestos masivos que violan a todas luces los derechos humanos, todo muy enmarcado en esa visión que en el caso norteamericano llevó a la Base de Guantánamo, a las torturas en las cárceles de Abú Graib en Irak ; y por todo esto la llegada de Obama que significa un rompimiento muy fuerte frente al gobierno de Bush pues tiene significaciones muy fuertes también para Colombia. Uribe es el presidente de América Latina mas cercano a las políticas de Bush y cuando Obama entra , y apenas estamos viendo los primeros pinitos de esa presidencia , pues ya hay unos mensajes muy claros: la decisión de cerrar Guantánamo tiene una valor simbólico impresionante, la decisión de negar la posibilidad de la tortura, la decisión de cerrar las bases secretas de la CIA en el resto del mundo , pues todo eso son señales en el sentido de abandonar los lineamientos centrales de la política de Bush y por eso creo que estamos ante una oportunidad de replantear algunos asuntos donde se pueda retomar temas como derechos humanos , como democracia.

Por todo esto, como señalaba en mi columna de El Espectador, quien debe estar muy preocupado y de alguna manera aludido con las palabras de Obama en su discurso de posesión es el Presidente Uribe. Porque así como Obama critica las políticas de Bush y su doctrina pues eso implica que las políticas de Uribe en Colombia, que han estado tan cercanas a las de Bush, también entren a ser revisadas en los Estados Unidos. Eso no quiere decir que Estados Unidos vaya a romper relaciones con Colombia o que Obama se vaya a volver antiuribista. Creo que los Estados Unidos con relación a Colombia van a tomar las cosas con más calma, Obama tiene otras prioridades en el mundo: la crisis económica, la situación de Medio Oriente, las relaciones con China y con Rusia.

Lo que sí es evidente es que si hace unos meses, casi cualquier cosa que Uribe planteaba , encontraba inmediatamente el respaldo incondicional de los Estados Unidos , hoy vemos que toda la política de los Estados Unidos frente a Colombia esta siendo revisada. La Secretaria de Estado Hillary Clinton dijo en las audiencias que se dieron estos días en el Congreso, que el Plan Colombia y todo lo que tenia que ver en las relaciones con Colombia iba a entrar en revisión y ya hay señales que, por ejemplo, el tema de las fumigaciones, aspectos específicos del Plan Colombia, comienzan a ser revisados.

De manera que yo creo que estamos ante un momento de oportunidad. Obviamente esto va a depender mucho de cómo Colombia , la sociedad civil colombiana , podemos ayudar a promover con relación a Estados Unidos , propuestas, ideas, sugerencias , en torno a reformas, cambios, en la forma como los Estados Unidos han venido tratando el tema colombiano. Pero sin duda Uribe ya no tiene el respaldo que tuvo hace algunos meses y por el contrario, se encuentra bastante aislado, no solo frente a las prioridades del nuevo gobierno de Obama, sino frente a lo que existe en el resto de América Latina, donde hay gobiernos de izquierda democrática en los que las prioridades son las acciones frente a las desigualdades sociales. Y por eso hemos visto las tensiones que se han generado con países vecinos como Ecuador y Venezuela, con la política de Uribe reducida casi exclusivamente al tema del conflicto.

¿Cómo funcionan los Think Thanks con relación al Congreso de los Estados Unidos? ¿Qué papel juega el Complejo Militar Industrial en la definición de políticas sobre la región? ¿Los nuevos estudios sobre América Latina elaborados por el Council of Foreign Relations tendrán impacto en la política exterior hacia la región?

Los tanques de pensamiento ocupan un lugar muy importante en los Estados Unidos. Hay tanques de pensamiento de izquierda y tanques de pensamiento de derecha. Hay unos que están especializados en algunas regiones del mundo, otros en temas de la agenda global…Cuando estuve en el Woodrow Wilson Center, me impresiono el prestigio y la importancia que tienen estos centros. Los congresistas de los Estados Unidos que tienen unos equipos de asesores muy capaces escuchan y atienden lo que señalan estos tanques de pensamiento. Como Estados Unidos es un país tan grande y con tan enormes intereses en diversos lugares del mundo, muchas veces los congresistas no conocen las particularidades de cada país y por lo tanto atienden mucho lo que estas organizaciones comunican.

Por ejemplo, el Human Right Watch, que no es propiamente un tanque de pensamiento pero que sí produce información y análisis como lo hacen esos «tanques», es una organización muy respetada por los congresistas estadounidenses, particularmente por los demócratas, pero también en los ámbitos republicanos se escucha mucho lo que dice Human Right Watch. Por esto ha sido bastante torpe por parte de Uribe descalificar esta organización y a su director: José Miguel Vivanco.

En muchos Tanques de Pensamiento se reúnen personas que estuvieron en gobiernos anteriores, no son centros únicamente académicos, sino que tienen que ver mucho con la elaboración de políticas públicas y tienen mecanismos para impactar la opinión pública norteamericana y el debate público que se vive en los Estados Unidos.
Estamos en un momento donde hay nuevas prioridades en la política exterior norteamericana: el tema del medio ambiente, de la energía, el comercio, sin que ello quiera decir que el tema de la Seguridad haya desaparecido, pues sigue siendo un elemento importante. Pero Obama ha dicho que la Seguridad esta unida a la injusticia y la pobreza y que estas situaciones fomentan las amenazas contra los Estados Unidos.

¿Está el PDA planteando a los hacedores de la política exterior sobre la región andina un escenario de relaciones que les muestre una visión diferente a la visión de Chávez , qué tanto temen , y que al mismo tiempo se deslinde de la Seguridad Democrática que tanto ha servido a las Corporaciones , pero tantos estragos ha causado a nuestra población y nuestros territorios , al tiempo que no ha logrado impedir que se sigan generando los colosales beneficios que ha seguido arrojando el narcotráfico?

Creo que el reto de Polo está precisamente en cómo presentarle al país una alternativa; por un lado a lo que ha significado el gobierno de Uribe y su énfasis en la guerra y eso que llaman Seguridad Democrática que se resume en su lucha contra las FARC. Si uno mira la idea original de la Seguridad Democrática, la idea de que se dé seguridad a todos los sectores de la sociedad y que se respete a la oposición, pues se ha venido desdibujando y lo que queda es la guerra frontal contra las FARC y la utilización política de la polarización, del rechazo que existe en el país a las FARC, para favorecer el gobierno de Uribe.

El Polo tiene la posibilidad de poder proyectarle al país unos lineamientos que vayan mucho mas allá de lo que ha planteado Uribe , pero que al mismo tiempo entienda que lo que ha sido el paradigma de la revolución bolivariana en Venezuela también tiene muchos elementos que desde una óptica democrática también deben preocupar. Tanto Chávez como Uribe buscan perpetuarse en el poder, Chávez ha arremetido contra la separación de poderes , por eso creo que la línea mayoritaria del Polo no está ni con Uribe , ni con el modelo de Chávez , sino más cercano a lo que está pasando en el resto de América Latina : Correa en Ecuador , Lula en Brasil , Evo Morales en Bolivia , donde se habla de pluralismo , del respeto al Estado de Derecho , pero con énfasis en las políticas sociales , en equidad , en inclusión.

Y creo que es ahí donde debe apuntar el pensamiento del Polo, aunque obviamente en el Polo existen diferentes sectores , hay franjas chavistas , antichavistas , algunos más radicales , otros menos radicales, pero en el Ideario de Unidad , que es la base consensuada del Polo, hay un programa de corte democrático, de respeto a las diferencias , economía mixta , relaciones internacionales diversas y yo creo que es ahí donde el PDA debe desarrollarse como alternativa y posibilidad de un gobierno democrático en una era post Uribe.

Con relación al tema de la paz, que es quizás el anhelo más profundo en la diversidad tremenda que somos, ¿Cómo ves tú la dimensión de la memoria con relación a la paz?

A mi me parece fundamental. Yo creo que buena parte del conflicto colombiano se debe a que durante mucho tiempo en Colombia no se estuvo dispuesto a mirarse en el espejo con honestidad, con franqueza, y por el contrario hemos vivido durante mucho tiempo con el «tape, tape», del «perdón y olvido». No hay que ir muy lejos para recordar que en la época de la violencia de los años cuarenta y cincuenta Colombia tuvo una guerra civil no declarada que dejó más de 300.000 muertos, con niveles de barbarie absolutamente impresionantes, y sin embargo aún hoy en día no hay claridad sobre qué fue lo que pasó y quiénes fueron los responsables. En lugar de enfrentar la verdad el pacto en el Frente Nacional estaba basado en: «dejemos eso de ese tamaño» «no esculquemos más el pasado». Creo que esa incapacidad de enfrentarse al pasado, de reconocer la responsabilidad histórica del Estado y de los diversos partidos y sectores políticos en la Violencia, es lo que llevó a que después de algunos años volviera a reventar el conflicto armado y volviéramos a vivir la violencia.

Por esto estoy convencido de que una dimensión fundamental para que algún día podamos superar la violencia tiene que ver con el tema de la Verdad, la Justicia y La Reparación. Reconocer qué fue lo que pasó, quiénes fueron los responsables particularmente creo que se debe dar especial énfasis en examinar la responsabilidad del Estado colombiano. El Estado colombiano siempre se ha presentado como la victima, como si no tuviera nada que ver con los diferentes procesos violentos, incluso algunos han exagerado la idea de un Estado débil que ha sido incapaz de enfrentar a los actores armados. Pero si uno estudia la historia llega a la conclusión de que en los primeros años de la Violencia hubo un papel muy activo del Estado, no olvidemos que la policía chulavita era una policía al servicio del Estado y al servicio de un proyecto concreto, el proyecto de los conservadores.

Y el fenómeno paramilitar, más reciente, también ha sido un fenómeno muy ligado estrechamente a los intereses de las élites colombianas. Si uno mira donde surgió, dónde se desarrolló el paramilitarismo, no fue en los lugares donde había ausencia del Estado, sino donde había una importante presencia, particularmente del Ejército colombiano. La relación entre el Ejercito y los paramilitares hasta ahora se empieza a destapar , se empieza a reconocer, pero creo que falta mucho para que en Colombia se reconozca cuál ha sido el papel del Estado colombiano en el fenómeno paramilitar y en el fenómeno de la violencia en términos generales. Lo que afirmo no quiere decir que esto justifique o disculpe a la guerrilla y la responsabilidad que les compete a ellos por sus prácticas inhumanas, como el secuestro y el ataque a las poblaciones, por sus violaciones de derechos humanos. Pero si no miramos con seriedad el papel del Estado colombiano y de las élites en la violencia, seguiremos en este ciclo de horror.

Hoy nos encontramos en un momento en el que se han dado unos cambios importantes en la guerra. El gobierno de Uribe le ha dado unos golpes importantes a las FARC, el año anterior sufrieron unos golpes que jamás habían sufrido en el pasado. En el tema paramilitar también ha habido cambios, los jefes paramilitares, muchos de sus líderes se encuentran extraditados en los Estados Unidos y otros en las cárceles de Colombia. Pero lejos de haber logrado el desmonte del paramilitarismo, hoy tenemos una recomposición, inclusive en algunas zonas del país lo que uno ve es una consolidación del poder paramilitar. He dicho que el paramilitarismo logró exitosamente desterrar a los grupos de oposición y afianzarse en lugares del país, no solamente con su negocio del narcotráfico, sino con las diferentes formas de desarrollo económico, legales e ilegales, y así estamos en un momento en el cual el conflicto armado ha cambiado, pero no se ha resuelto.

Por todo esto hay que insistir en un proceso que pueda llevar a una salida negociada, pero que sin duda, a diferencia de los procesos del pasado, no puede basarse en el perdón y olvido. Tienen que enfrentarse al reto de la Verdad , de reconocer las responsabilidades de los diferentes actores y particularmente respetando los derechos de las víctimas, creo que ese es uno de los elementos positivos de los últimos tiempos: en Colombia nunca se había hablado de los derechos de las víctimas, y solo hasta ahora se comienza a reconocer , primero que hay víctimas, porque el gobierno de Uribe se negó a reconocerlas precisamente en la Ley de Víctimas que hizo tránsito en el Congreso. A nivel nacional e internacional cada vez más se reconoce la existencia de millones de víctimas del conflicto. Y por todo esto los elementos fundamentales en cualquier proceso de paz son : la Verdad, la Justicia y la Reparación.

Ante la magnitud terrible de los estragos y la serie interminable de hechos monstruosos que tanto han lastimado nuestra población, en especial a nuestra población humilde, daños inconcebibles presentes en nuestro inconsciente colectivo, esperaríamos que las formaciones políticas alternativas estuviesen libres de rivalidades originadas en conflictos de poder y todas las energías estuviesen consagradas en la superación del horror y la miseria material y espiritual a las que hemos sido arrojados como resultado de varios años de administración mafiosas de los asuntos públicos. Sin embargo, los últimos sucesos en el ámbito del PDA revelan una repetición en métodos y objetivos de los partidos tradicionales, lo que cierra el paso a un entusiasmo colectivo con una formación ejemplar que de verdad pueda liderar el proceso de liberación del horror imperante.

He sido un gran defensor y me enorgullece haber sido parte central de lo que fue la unidad del Polo. Pero hoy también veo con preocupación que en aras de mantener la unidad se ha llegado a una especie de estancamiento. Hay unas discusiones internas tan fuertes, tan calientes y con tanta descalificació n, que eso ha limitado y ha reducido la posibilidad de que el Polo tenga una mayor interlocución con el resto del país. Estamos tan preocupados por mantenernos unidos que el Polo ha perdido la posibilidad de ejercer un liderazgo mayor a nivel de la opinión. Muchas veces el Polo no toma la iniciativa política pues las diferencias internas y la exigencia de mantener la unidad han desembocado en una unidad paralizante. Creo que también esto es muy negativo. Pero hay que entender que el Polo es una formación joven, que al interior del Polo hay grupos que vienen de mucho tiempo atrás con diferencias y que mientras exista el proyecto uribista, mientras esté Uribe en la Presidencia, creo que es inevitable que se mantenga el Polo unificado. Creo que una división del Polo en este momento sería gravísima para la democracia colombiana y favorecería enteramente al proyecto uribista.

El proyecto uribista es un proyecto muy poderoso, ha tenido y sigue teniendo un respaldo muy importante en el país. Ha llevado a una derechización de Colombia como jamás se había visto. Así, creo que la unidad del Polo es una necesidad histórica, pero esa unidad no debe llevarnos al estancamiento, a la inmovilidad, sino que debe ser una unidad mucho mas dinámica, capaz de establecer comunicación con otros sectores, con el Partido Liberal, con sectores democráticos, inclusive del mismo uribismo, para generar una plataforma más amplia que permita en las elecciones del 2010 presentar un programa de cambio y una posibilidad verdadera de alternativa de poder.

Nuestro pasado nos ha sido vedado, nos ha sido ocultado. Hay necesidad de una fuerte reinterpretació n de nuestro pasado. En la década del cuarenta el sector dirigente filo franquista colombiano – alentado por los pactos entre el gobierno de los Estados Unidos y el Gobierno de Franco que mantuvieron a este último en el poder- se decidió a replicar el exterminio de los «rojos»…. Además, hemos sido privados de las ideas de los pensadores y hacedores que han reflexionado a partir de nuestras realidades y hemos sido adiestrados en la admiración irreflexiva del pensamiento europeo y norteamericano. En este sentido ¿Cómo consideras un proceso de memoria que alimente un movimiento cultural capaz de responder al gran desafío de variar nuestras formas de comprender y habitar la tierra, nutriéndonos en el aporte de nuestras comunidades ancestrales y la emergencia en el mundo de una nueva izquierda cultural ligada a la ecología, la cultura libre, las nuevas formas organizativas apoyadas en las tecnologías de la información y la comunicación?

En el Polo siguen predominando sectores que vienen de una izquierda tradicional. La nueva agenda de la izquierda en el mundo, la dimensión ambiental, los derechos de las mujeres, las minorías sexuales, sigue estando ausente. El debate se está dando pero todavía nos falta mucho por desarrollar. Seguimos muy anclados en visiones del pasado y menos en las miradas creadoras que requerimos en el futuro. Pero hay situaciones que se están dando y que nos están obligando a cambios, todo lo relacionado con la crisis económica y el tema energético, nos está convocando a recrear, a que la izquierda se repiense, que mire nuevos paradigmas, particularmente lo que está aconteciendo en Bolivia y en otros lugares de América Latina.