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Una empresa minera amenaza las tierras mapuche en Lleu Lleu

Fuentes: Mundo Posible

La semana pasada, manifestantes dañaron cuatro vehículos de la comitiva del gobernador de Arauco, Néstor Matamala Peña. Los hechos ocurrieron al interior de una comunidad Mapuche de Contulmo, ribereña al lago Lleu Lleu, y se habrían originado por la molestia de comuneros del sector ante un proyecto minero a ejecutarse en la zona. Si bien […]


La semana pasada, manifestantes dañaron cuatro vehículos de la comitiva del gobernador de Arauco, Néstor Matamala Peña. Los hechos ocurrieron al interior de una comunidad Mapuche de Contulmo, ribereña al lago Lleu Lleu, y se habrían originado por la molestia de comuneros del sector ante un proyecto minero a ejecutarse en la zona.

Si bien las autoridades negaron en un principio la existencia de tal iniciativa empresarial privada, nuevos antecedentes respaldan la veracidad del reclamo Mapuche y la grave amenaza que se cierne sobre un ecosistema único en la cordillera de Nahuelbuta.

De esta forma y si todo sale bien, en un año el empresario penquista Jaime Troncoso Sáez podría estar explotando en Rucañanco, Contulmo, un yacimiento de minerales denominados «tierras raras» y de ellos, el escandio, el más apetecido por su uso, entre otros, en la industria aeroespacial. Es a este proyecto al que aludían los manifestantes Mapuche que, en la tarde del miércoles 20 de julio atacaron vehículos de la comitiva del gobernador de Arauco, Néstor Matamala Peña.

«¡Fuera las mineras de las tierras Mapuche!», rezaba un cartel recogido como medio de prueba por el fiscal Mario Elgueta Salinas desde el sector Rucañanco, donde se constituyó y realizó «una pequeña reconstitución de escena», como declaró a el diario El Sur.

Posteriormente, el empresario Jaime Troncoso confirmó que incluso tiene derechos de exploración en la zona donde viven 17 familias Mapuche, aunque su proyecto recién está en una etapa de evaluación económica.

Por ello no se trata de un rumor. Se trata de un plan con todas las de la ley, cuyo gestor es un empresario penquista del rubro de la minería que tiene propiedad minera en tres mil 100 hectáreas e inscrita su iniciativa como exploración en el Conservador de Minas. Desde Santiago y ajeno a la batahola que dejó el ataque a los vehículos por parte de encapuchados que rechazan un futuro plan de explotación del subsuelo, Jaime Troncoso Sáez, dueño de la empresa Manto Rojo, explicó en detalle el proyecto al cual se oponen un grupo de Mapuche del sector Rucañanco, donde planea explotar.

En 2003, este empresario siguió los pasos de investigadores japoneses que años antes habían merodeado, sin resultados positivos, la provincia de Arauco en busca de los minerales denominados «tierras raras». La suerte fue para él, porque finalmente dio con lo que creía podía estar bajo las tierras aledañas al lago Lleu Lleu: rutilo, vanadio y escandio, entre otros minerales. Puntualmente, el hallazgo de escandio es lo que enciende las antenas de este empresario, quien afirmó que actualmente el proyecto para explotar este mineral -el más apetecido- y los restantes, está en etapa de evaluación económica.

Sin embargo, los problemas ya han marcado el camino para esta iniciativa y el propio empresario lo sabe. En febrero de este año fue sacado bajo amenazas y machetes en mano desde un predio de la Forestal Mininco -cuyos terrenos son reclamados por la comunidad Juana Millahual- por un grupo que rechaza la iniciativa. Troncoso asegura que es un grupo mínimo el que está en contra de su idea y que la mayoría de las 17 familias de esa comunidad lo apoya, «porque dará trabajo», afirmó.

El empresario aseguró que el interés de explotación está en conocimiento de las autoridades de Minería de la región, por lo que le extrañaron las palabras del director del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), Patricio Leiva Urzúa, quien al día siguiente del incidente señaló a la prensa que «no hay proyectos de exploración ni explotación en dicha zona».

Seremi reconoce antecedentes

Sin embargo, el Seremi de Minería, José Luis Díaz Lagos, confirmó que existe interés de un empresario penquista en el subsuelo del sector Rucañanco, pero dijo que aún no se puede hablar de «proyecto minero», porque recién está en la fase de exploración, para lo cual cuenta con la concesión respectiva.

Para Díaz el hecho de que Troncoso tenga una concesión de exploración (pedimento minero) no significa formalmente que haya un proyecto, razón por la cual -dijo- la autoridad de gobierno afirmó inicialmente que sólo era un «rumor» la existencia de un proyecto minero en la zona.

Acotó que para que sea proyecto debe pasar varias etapas más, entre ellas presentar un Estudio de Impacto Ambiental ante la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama).
A pesar de las apreciaciones conceptuales, lo claro es que hay un interés real de un empresario por concretar una explotación en un área que incluye una zona que es reclamada por una comunidad Mapuche, parte de la cual se opone a la iniciativa.

El Seremi reconoció que como autoridad estaba al tanto de la idea de este particular y que se ha reunido con él. Aseguró que le ha manifestado una opinión política del tema: «Le dije que ahí -en el sector Rucañanco- hay un Área de Desarrollo Indígena que tiene una estrategia de desarrollo orientada al turismo, pero él es libre de hacer las exploraciones que quiera», expresó.

La iniciativa del empresario penquista es extraer minerales -en conjunto con una firma mexicana- para poder comercializar ciertos elementos químicos, el más relevante es el escandio. Este, tiene aplicaciones en la industria aeroespacial, se utiliza como rastreador en las refinerías de petróleo y, en términos más prácticos, está presente en equipos como televisores a color, lámparas fluorescentes y lámparas ahorradoras de energía.