Gonzalo Bizama (1961, Concepción), forma parte de esta tardanza, ilógica para algunos críticos. Lo hace con una novela histórica , «El último malón». Y he aquí que salta la pregunta : ¿ porqué no publicó antes?, pues en efecto, su libro tiene ese vislumbre que revela a un escritor de tomo y lomo, de grandes […]
Gonzalo Bizama (1961, Concepción), forma parte de esta tardanza, ilógica para algunos críticos. Lo hace con una novela histórica , «El último malón». Y he aquí que salta la pregunta : ¿ porqué no publicó antes?, pues en efecto, su libro tiene ese vislumbre que revela a un escritor de tomo y lomo, de grandes condiciones para el género narrativo…
Ocurre en las letras : buenos escritores empiezan tarde a publicar.
Saramago es el caso más emblemático de los últimos tiempos, apareciendo en la escena mundial cuando frisaba los cincuenta años. Veinticinco años después le otorgaron el Premio Nóbel. Esto indica que lo tardío es sólo un dato de la causa, nunca un hecho cualitativo. A veces es necesario esperar mirando el horizonte el tiempo que los ángeles y los demonios dispongan. Luego algún día, se desprenderán los frutos literarios.
Gonzalo Bizama (1961, Concepción), forma parte de esta tardanza, ilógica para algunos críticos. Lo hace con una novela histórica, «El último malón». Y he aquí que salta la pregunta: ¿porqué no publicó antes?, pues en efecto, su libro tiene ese vislumbre que revela a un escritor de tomo y lomo, de grandes condiciones para el género narrativo, sea por el manejo de la estructura, de los tiempos, personajes, y un desenfado imaginativo que se lo quisiera cualquiera. No pareciera que fuera su primer texto, sino aquel salto al vacío que se realiza cuando se transita en la mitad del camino.
«El último malón» recrea ciertos pasajes de la insurrección araucana, salpicada de otros hechos históricos del siglo XIX. Cada capítulo va presentado con un pensamiento de ilustres escritores, de frases de diarios y proverbios latinos que invitan a la lectura.
El libro mantiene la seriedad exacta de las fechas y una cantidad de información que debilitan la fuerza expresiva en muchos pasajes. Sin embargo, cuando el autor suelta la pluma y se olvida de la cronología, de datos y fechas, surge el buen estilo, la agilidad, gracia y un alucinante relato de aventuras, que ganan un máximo interés.
Creemos que cuando Bizama se dedique completamente a novelar, sin tema estudiado en la pantalla, se desprenderá de una formalidad que ya cumplió su tiempo útil. Entonces aparecerá esa espontaneidad tan necesaria, y que a él le fluye con elegancia y alegría creadora.
Por de pronto, en esta su opera prima, ha dado un paso firme.
La presentación no pudo ser mejor: devela oficio, manejo de información, talento promisorio. Al cerrar la última página de «El último malón», queda rondando la certeza de que Gonzalo Bizama sorprenderá al medio cultural con grandes creaciones. Lo señala la capacidad innata para fabular como si fuera un escritor de largo oficio.
– El último malón ha sido publicado por Escaparate Ediciones: http://ediciones-escaparate.blogspot.com/