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La voz del expresidente Carter

Una grieta en el muro de silencio contra los 5

Fuentes: Rebelión

«Esperemos que no tengamos que esperar tanto tiempo, porque el tiempo pasa, pero también pesa mucho sobre los hombros de los inocentes prisioneros y sus familiares» Hace más de doce años que dura la prisión de los cinco Héroes cubanos. Antes y durante el juicio en que fueron condenados, la jauría mediática contra Cuba creó […]

«Esperemos que no tengamos que esperar tanto tiempo, porque el tiempo pasa, pero también pesa mucho sobre los hombros de los inocentes prisioneros y sus familiares»

Hace más de doce años que dura la prisión de los cinco Héroes cubanos. Antes y durante el juicio en que fueron condenados, la jauría mediática contra Cuba creó el ambiente de intolerancia posible para la condena injusta y atroz de quienes merecen honor por enfrentar en su medio natural, Miami, a los terroristas que planificaban y ejecutaban los planes terroristas más tenebrosos contra la población cubana y los turistas extranjeros que visitaban a Cubita la bella. Mucho más tarde, hace apenas dos años, después de recursos legales de organizaciones de derechos civiles en los Estados Unidos, se pudo comprobar que el gobierno norteamericano pagó a esos periodistas, algunos aun por revelar, para escribir y desarrollar un clima propagandístico desfavorable a esos cinco acusados.

Es conocido que la acusación de conspiración para cometer espionaje, fue inventada a contrapelo de que la fiscalía no contaba con pruebas fehacientes que fueran posibles inferir que poseían o procuraban documentación secreta de la seguridad de los Estados Unidos. Y la acusación tardía, 7 meses después, contra Gerardo Hernández Nordelo por su supuesta participación en el derribo de las avionetas de los Hermanos al Rescate y, por lo tanto, el cargo de conspiración para cometer asesinato, no fue más que la complacencia del gobierno con la mafia cubano-norteamericana, que orquestó una campaña de prensa en tal sentido.

Por otra parte, no obstante ser esta causa la más larga en la historia de los Estados Unidos, y una de la más trascendente por la complejidad que quiso darle, por razones políticas, el gobierno norteamericano, una conspiración real de silencio se puso en práctica, verdadero muro infranqueable, por parte de la gran prensa internacional. En fin, un muro de silencio oficial y mediático ha tratado de mantener oculta una causa de la indagación incisiva, la mirada desprejuiciada, el análisis profundo y la denuncia de las violaciones y atropellos de la verdad y de los principios legales que debían regir en los tribunales de los Estados Unidos durante el desarrollo de esta causa. Fue la obra que concibieron el gobierno, la fiscalía, los tribunales y la mafia terrorista cubano-norteamericana, en un maridaje asqueroso y espurio, para en nombre de una justicia traicionada convertir un crimen contra la inocencia de los 5 en una sanción jurídica de culpabilidad.

Ya sabemos de antemano que esta causa es fundamentalmente política, y su origen está determinado por las relaciones anormales entre Cuba y los Estados Unidos, que los gobiernos sucesivos de este último país, excepto Carter, han mantenido, con una tirantez aviesa, con el propósito de destruir a la Revolución Cubana por todos los medios.

Por todo eso resultan importantes y esclarecedoras las palabras del ex presidente James Carter durante la conferencia de prensa concedida a los medios internacionales y a la TV cubana, el 30 de marzo de 2011, al finalizar su segunda visita a Cuba, nueve años después de la primera.

En torno a las relaciones de Estados Unidos y Cuba expresó su criterio sobre algunos antecedentes y lo que considera justo para un futuro inmediato o mediato.

«Cuando era presidente hice todo lo posible para mejorar las relaciones diplomáticas entre mi país y Cuba. Eliminé todas las restricciones de viajes para que los estadounidenses viajaran acá, y Fidel Castro y yo trabajamos juntos para establecer Secciones de Intereses en Washington y en la Habana, que continúan brindando comunicación de algún tipo entre nuestros dos países.

Considero que deberíamos eliminar inmediatamente el embargo comercial que Estados Unidos ha impuesto al pueblo de Cuba y también que deberíamos tener viajes sin ningún tipo de límites de los estadounidenses hacia Cuba y viceversa, así que creo que es importante que haya venido.»

«Para mí es importante también que las relaciones entre nuestros dos países mejoren».

«O, sea, hay muchas cosas que pueden hacerse entre nuestros dos países para mejorar las relaciones y llegar a relaciones normales en todas las formas posibles.»

«Espero que en el futuro haya relaciones diplomáticas normales entre Cuba y los Estados Unidos. Quisiera también que llegara el momento en que las restricciones de viajes desde Estados Unidos a Cuba y de Cuba a Estados Unidos puedan ser suspendidas…»

«Además de esos aspectos, yo personalmente quisiera que la Ley Helms-Burton fuera derogada completamente. Creo que fue un error cuando fue aprobada y firmada por el presidente Clinton»

«En el futuro espero que puedan desarrollarse el comercio y los viajes entre ambos países y que se pueda suspender totalmente el embargo económico, que es una opresión para el pueblo cubano, y que no solamente afecta al gobierno cubano, sino que es el pueblo de Cuba el que más se afecta. Considero que las relaciones entre Estados Unidos y Cuba deben cambiar.»

La voz del ex presidente Carter es una voz autorizada y honesta, y está muy lejos de compartir las ideas y visiones propias del pueblo cubano, por razones diversas: políticas, filosóficas, culturales, históricas y sociales. Sin embargo, cuando la honestidad, la valentía y el respeto se imponen e integran en una personalidad, se hace posible el intercambio y el diálogo franco sobre los más variados asuntos, en que al final quedan las satisfacciones por los criterios comunes compartidos, o los diferentes que se intercambian con la misma atención, interés y respeto mutuos. Sólo así se demuestra la capacidad de verdaderas inteligencias aptas para la vida pacífica y civilizada en un pueblo, en una región o en el planeta.

En torno al tema sensible de los 5 Héroes cubanos expresó criterios muy definitorios que son elementos esenciales en el análisis integral de la situación actual de esta causa.

«Creo que la retención de los Cinco cubanos no tiene sentido, ha habido dudas en los tribunales estadounidenses y también entre las organizaciones de derechos humanos en el mundo. Ahora ellos han estado en prisión 12 años y yo espero que en el futuro cercano sean liberados para que regresen a sus hogares.

Me reuní con dos de las madres de los prisioneros y tres de las esposas de los prisioneros y expresé mis sentimientos a ellas, y espero que en el futuro sean liberados, según el derecho estadounidense.»

«…creo que los Cinco cubanos deben ser liberados porque han estado 12 años en prisión ya y las circunstancias originales de sus juicios, que se consideraron dudosas, incluso por los jueces y el sistema judicial estadounidense…»

«O sea, en mis conversaciones privadas con el presidente Bush y con el presidente Obama, he hablado de la liberación de estas personas.

Reconozco las limitaciones dentro del sistema judicial de Estados Unidos, y espero que el Presidente pueda conceder este indulto; pero esta es una decisión que solamente puede tomar el propio Presidente, o sea que no me corresponde decirle al Presidente lo que debe hacer, pero el Presidente, tanto antes como ahora, sabe que mi opinión es que el juicio de los Cinco fue muy dudoso, que se violaron normas, y que las restricciones acerca de sus visitas fueron extremas.

Ahora, sé que ya estos familiares han podido visitarlos, y espero que en el futuro pueda concederse este indulto y que pueda haber también un mayor acceso de sus familiares a estos prisioneros en Estados Unidos.

Me han informado unos funcionarios, por ejemplo, que el derribo del pequeño avión en La Habana, que hizo posible la muerte de dos de los pilotos, tuvo lugar después de que el Presidente de Estados Unidos informara a los líderes cubanos que ya no habría más vuelos. Los funcionarios cubanos me comunicaron que expresaron muy claramente al Presidente de Estados Unidos que no debía permitirse el sobrevuelo de la capital del país dejando volantes, y que tenían que proteger la soberanía de Cuba. Así que aun cuando esto es algo más serio, es un alegato más serio, en mi opinión, tengo dudas en cuanto a estas extensas condenas a las que fueron sometidas estas personas; pero cuando regrese pienso conversar con el presidente Obama, aquí está mi declaración pública, la he hecho antes con otros líderes norteamericanos, y hemos hablado a favor de la liberación de los Cinco; una de las razones, ya sean culpables o no, es que ya han pasado un largo tiempo en prisión, más de 12 años; o sea, que ya han sido castigados adecuadamente, aun cuando hayan sido culpables.»

Estas palabras del ex presidente Carter tienen la claridad que se sustenta en una sinceridad auténtica, y llegarán al máximo decisor en estos asuntos en el gobierno de Estados Unidos: el presidente Obama. Esperemos que la receptividad tenga los mismos quilates que tendrá la transmisión de Jimmy Carter.

Esperemos también que un día la receptividad obligue moralmente a tomar la decisión de un indulto que beneficie a los Cinco, que será como ejercer parte de la justicia, pues la otra parte quedará prisionera por siempre, conculcada por los años que han permanecido o permanezcan injustamente prisioneros.

Esperemos que la voz del ex presidente Carter rompa el muro de silencio que ha amordazado a los grandes medios de Estados Unidos y a sus mejores periodistas, y se decidan a escarbar, con la habilidad que tienen, o a denunciar lo que, bien visto a la luz de la verdad, no conviene a los intereses legítimos del pueblo de Estados Unidos, pues la condena de los Cinco es un acto deshonroso de la política y de la justicia norteamericana.

Esperemos que no tengamos que esperar tanto tiempo, porque el tiempo pasa, pero también pesa mucho sobre los hombros de los inocentes prisioneros y sus familiares, y también sobre las conciencias de los culpables ejecutores del acto deshonroso de la política y de la justicia de Estados Unidos.

 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.