«¿Cómo se puede reunir en una misma persona tanta infamia?¿alguno de los numerosos y bien dotados medios de comunicación norteamericanos cuya función es representar al gobierno en la lucha por la justicia, procedió así?», nos preguntábamos meses atrás en el blog La pupila insomne al conocer que Caroline Heck-Miller, la misma fiscal que insistió en […]
«¿Cómo se puede reunir en una misma persona tanta infamia?¿alguno de los numerosos y bien dotados medios de comunicación norteamericanos cuya función es representar al gobierno en la lucha por la justicia, procedió así?», nos preguntábamos meses atrás en el blog La pupila insomne al conocer que Caroline Heck-Miller, la misma fiscal que insistió en llevar el llamado «caso de los Cinco» a juicio fue la que se negó a presentar cargos penales contra el terrorista Luis Posada Carriles en 2005.
Lo había declarado la fiscal Gina Garrett-Jackson el pasado Enero, en el juicio que se le siguió por perjurio al terrorista Luis Posada Carriles en El Paso, Texas y en el que este terminó absuelto. Heck-Miller negó el traslado del juicio de «los Cinco» fuera de Miami -cuestionada como sede neutral- , y jugó un importante papel en la condena de los cubanos a enormes penas de prisión que muchas personas -incluyendo varios premios Nobel- estiman injustas. Garett-Jackson declaró en El Paso: «Le pedí a Heck-Miller que considerara procesar penalmente a Posada. Sin embargo, ella no estaba interesada en eso, y por tal motivo, yo dejé de pedírselo».
Posada Carriles es prófugo de la justicia venezolana por la voladura de un avión civil cubano en que murieron 73 personas y fue condenado por un tribunal panameño por organizar un fallido atentado contra la vida del expresidente cubano, Fidel Castro, durante una visita de este a Panamá. » Los Cinco » (Cubans Five) , es el nombre por el que se conoce al grupo de cubanos que cumplen largas condenas de prisión en Estados Unidos por buscar información sobre las actividades que grupos extremistas vinculados a Posada organizan contra Cuba en el Sur de la Florida.
Ahora, el periodista Jean Guy Allard ha revelado en el diario Granma uno de los posibles motivos de la conducta de Heck Miller, que también ha solicitado a un tribunal de la Florida que impida regresar a Cuba a uno de «los Cinco», René González , después de cumplir su sanción.
Informa Allard que Caroline Heck-Miller es la viuda de Eugene Miller, un ex oficial de Inteligencia militar en la guerra de Corea, anticomunista hasta el extremo de autodenominarse «dinosaurio», que el periódico The Miami Herald reclutó para su staff. La información recoge que fue el esposo de la fiscal quien bautizó con el nombre de Peter Pan la operación realizada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA a comienzos de los años sesenta del pasado siglo que resultó en la separación de miles de niños cubanos de sus padres en la Isla.
El preludio de la operación, mediante la impresión de una ley falsa, consistió en propagar la idea de que el gobierno de Cuba retiraría la Patria Potestad a los padres, y sus hijos serían enviados al territorio de la entonces Unión Soviética para convertirlos en carne enlatada. En virtud de la propaganda desatada, miles de padres cubanos fueron inducidos a separarse de sus vástagos y enviarlos al país de nunca jamás: Estados Unidos; muchos tardarían años en reencontrarse con sus hijos, que debieron crecer en orfelinatos y hogares tutores.
El propagandista de la CIA, Eugene Miller, que se casó con la fiscal en 1998, falleció en 2005 a la edad de 76 años. Su viuda, Caroline Heck Miller, a la que no le interesaba procesar por terrorismo a Posada Carriles -como su ex esposo, un hombre de la CIA- ha solicitado exitosamente a un tribunal de la Florida que René González, uno de los cinco cubanos que ella persiguió obsesivamente y que saldrá de prisión el próximo 7 de octubre, no pueda regresar a la Isla para reencontrarse con su familia.
Reporta la agencia EFE que Heck Miller arguyó contra el regreso a Cuba de René su «expresada carencia de remordimiento», pero son las familias cubanas, que cuentan por miles sus hijos asesinados por el terrorismo ejecutado desde Estados Unidos, las que nunca han recibido la más mínima disculpa del gobierno norteamericano que ella representa. Tampoco los catorce mil cubanos, víctimas de la Operación Peter Pan .
Con una lealtad digna de una trama mafiosa, más que defender la verdad y la justicia, la fiscal del Sur de la Florida ha optado por servir a la causa abrazada por el dinosaurio que bautizara la Operación Peter Pan: separar y hacer sufrir a las familias cubanas.