Curiosamente la ciudad se está llenando de basuras y bolsas negras cuando aún está vigente la responsabilidad de las empresas Lime, Atesa, Ciudad Limpia y Aseo capital, en la recogida, transporte y disposición final de 7000 mil toneladas de basuras. Esta anomalía ocurre a pocos días de entrar en vigencia, desde el 18 de diciembre, […]
Curiosamente la ciudad se está llenando de basuras y bolsas negras cuando aún está vigente la responsabilidad de las empresas Lime, Atesa, Ciudad Limpia y Aseo capital, en la recogida, transporte y disposición final de 7000 mil toneladas de basuras.
Esta anomalía ocurre a pocos días de entrar en vigencia, desde el 18 de diciembre, el nuevo modelo de aseo, que en cumplimiento del Auto 275 de la Corte Constitucional, pondrá en funcionamiento el Alcalde Gustavo Petro.
Las 20 mil familias de recicladores son parte principal del nuevo esquema de manejo de las basuras en la Capital. Es el reconocimiento de un derecho por parte de la Corte, luego de varias acciones de tutela de las organizaciones democráticas de estos trabajadores que prestan un servicio prioritario para los bienes comunales de Bogotá.
El nuevo modelo de aseo que impulsa la Bogota Humana Ya, es un avance en el manejo de los residuos de la ciudad, en los términos de una relación armónica con la naturaleza, en los términos de una visión de la biosfera como un todo de la que hacemos parte, en los términos de la hipótesis Gaia, que identifica los derechos de la naturaleza, para contrarrestar los daños del calentamiento global y los procesos entrópicos que destruyen la madre tierra por el uso descontrolado de los combustibles fósiles.
Empero, esta nueva visión del manejo de las basuras tiene, como siempre, un poderoso adversario. Son los capitales mafiosos que operan con la ley de la ganancia y acumulación capitalista en este campo de la organización pública.
En la actualidad hay un conglomerado de empresas que realiza un negocio redondo con este aspecto de la vida social y se opone a la presencia de los recicladores. Es una red en la que confluyen redes oscuras de la criminalidad y la politiquería tradicional.
William Velez, poderoso patrón del capitalismo narcoparaco, de origen urabeño, dueño de numerosos contratos de la basura en muchos municipios del país, merced a sus alianzas con los paramilitares, como en el caso de Soledad/Atlántico; Alberto Ríos, testaferro extendido de German Vargas Lleras, actual Ministro de Vivienda, en plan demagogico con 100 mil viviendas gratis y acusado en la Sala Penal de ser socio de los paramilitares en Casanare y Arauca, donde actúa con los mercenarios de Martín Llanos y los pistoleros del exgobernador Julio Acosta; Rodriguez Perdomo, concejal de Bogotá, hijo de un prominente cacique conservador pastranista; Fabio Puyo, el cerebro del robo al Guavio, pastranista de vieja data; y Telesforo Pedraza, pastranista también, son todos ellos los dueños y manipuladores del actual negocio de la basura en Bogota, que no quieren perder sus multimillonarias gabelas con la entrada en operación del nuevo modelo, desde el 18 de diciembre.
Es una verdadera «mano negra» siniestra, enemiga de los bienes comunales de 8 millones de bogotanos, que ha puesto en ejecución un «plan» para desestabilizar la administración progresista del Alcalde Petro y generar caos dejando las basuras sin recoger por estos días. Todo lo cual lo ejecutan a través de una señora Gina Parody, que Santos nombró como su Consejera presidencial para la Capital, pero que en realidad es un vulgar agente político y seudoempresarial pesquero, con las garras muy afiladas para asaltar el patrimonio colectivo de los habitantes de la ciudad.
En este caso estamos delante de la clásica disputa entre los intereses colectivos de millones de personas y los planes malvados de una cuadrilla de bandidos. No se saldrán con la suya. Hay que denunciarlos.
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