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Universidad del Quindío es otro Foncolpuertos

Fuentes: Rebelión

Darío Mera Villamizar es un reconocido columnista del diario El Espectador y un experto en temas educativos del Centro Democrático quien ha llamado varias veces la atención sobre los riesgos que entraña la mal llamada «autonomía universitaria», a la manera como la manipulan ciertas directivas, especialmente de universidades de provincias, en la administración de los […]

Darío Mera Villamizar es un reconocido columnista del diario El Espectador y un experto en temas educativos del Centro Democrático quien ha llamado varias veces la atención sobre los riesgos que entraña la mal llamada «autonomía universitaria», a la manera como la manipulan ciertas directivas, especialmente de universidades de provincias, en la administración de los recursos presupuestales que se apropian para el financiamiento de los centros de educación superior en los niveles departamentales.

La preocupación ha crecido con ocasión de los nuevos recursos pactados entre el presidente Ivan Duque y los estudiantes para suspender el paro estudiantil acaecido en el segundo semestre del 2018.

Los peligros son muchos y en esta columna hemos advertido varias veces nuestra aprensión por el manejo del gasto en la Universidad del Quindío, pues en dicha institución, la rosca que controla los principales resortes de la administración, que no es más que un apéndice vargasllerista de la ex gobernadora Sandra Paola Hurtado, pendiente de un juicio penal en la Sala Penal de la Corte Suprema, impuso un sistema de contrataciones directas y discrecionales para adelantar obras de infraestructura, vincular recomendados del clientelismo y ejecutar contratos interadministrativos con la Esap, Invias y la Gobernación del Valle del Cauca.

El Rector Echeverri Murillo, el Vicerrector Polania Obando (hijo de un viejo cacique universitario liberal de Montenegro, hoy Diputado), el Jefe de la Oficina Jurídico y otros directivos han implantado un feudo podrido en el que se desconocen las normas más elementales de la organización institucional, administrativa, académica y científica. Aunque presumen de grandes logros nacionales e internacionales que respaldan un inexistente reputación, los hechos recientes y la rutina de gestión están indicando un engranaje perverso de enriquecimiento y desviación turbia de inmensas sumas presupuestales.

Por denuncias y estudios jurídicos de reconocidos abogados que están solicitando la intervención de la Procuraduría y la Fiscalia, el desmadre es de tal nivel que en dicha Universidad se ha estructurado un sistema similar al de Foncolpuertos en lo tocante a la liquidación y reliquidaciones de pensiones y jubilaciones de vejez.

No sobra recordar que el caso de Foncolpuertos fue un foco descomunal de corrupción que la ex Senadora Ingrid Betancur denuncio de manera enérgica. La Ley 1 de 1991 aprobó la partida de defunción de Colpuertos. A cambio constituyo el Fondo de Pasivos de la Empresa Puertos de Colombia, que empezó a operar a finales de 1992, para que atendiera las obligaciones con los extrabajadores y para que mantuviera el pago de sus mesadas pensionales.

Sin embargo allí se montó una maniobra de corrupción en el que un número de personas, entre empleados públicos y del común, fueron encarcelados por falsificar documentos públicos, prevaricato, peculado por apropiación y concierto para delinquir ya que cobraban de forma fraudulenta pensiones de la liquidada empresa del estado «Puertos de Colombia» a través de su fondo de pensiones. El robo perpetrado al Estado fue superior a los 2 billones 500 mil millones de pesos.

En La Universidad del Quindío se ha montado algo parecido para favorecer directivos, docentes y funcionarios cercanos a la rosca que impera desde hace años y aspira a perpetuarse en la próxima escogencia de Rector que el actual Echeverri Murillo representa.

El procedimiento consiste en hacer reliquidaciones retroactivas pensionales (por 36 meses) como la ordenada por la Resolución 1037 del 10 de noviembre del 2014, que autorizo pagos por más de Mil Millones de pesos al ex Rector y actual Diputado, Héctor Polania Rivera, una taimada ficha del clientelismo liberal a quien además le han entregado contratos directos de servicios de transporte para la Universidad por una suma superior a los 400 millones de pesos. Sera que toma nota de todo esto la Procuraduría y la Fiscalia?

Del mismo alcance es la reliquidación al profesor Rincón a quien le concedieron un favor adicional estando en prisión para que se fuera en comisión de estudios según lo determinado en el Consejo Superior del 27 de mayo del 2003.

En próxima nota nos vamos a referir al contrato interadministrativo entre la Universidad del Quindío y la Esap por 14 mil millones de pesos firmado en junio del 2016 dizque para implementar el Acuerdo de paz. Una verdadera estafa.

Nota. El actual Vice Rector de la Universidad del Quindío, Luis Fernando Polania Obando, se pegó tremenda despachada en un noticiero de Armenia (CNC) contra las fundadas denuncias hechas recientemente sobre el caos administrativo y la corrupción en dicha entidad, calificándolas como parte del componente ideológico de la guerrilla del Eln. Viejo truco del malandraje que alimenta, con el macartismo, la violencia contra los periodistas y líderes sociales. Muy delicadas esas aseveraciones; situación sobre la que deben tomar nota la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría, la UNP y el Ministerio del Interior, encargado de la aplicación del Plan de Acción Oportuna aprobado hace poco para proteger los periodistas y líderes comunitarios. Hay que activar una alerta temprana para evitar una mayor tragedia promovida por esta delincuencia de cuello blanco.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.