El pasado miércoles 18 de enero, en medio del dolor, la impotencia y el temor por la retención, tratos crueles e inhumanos y el posterior asesinato de Emilsen Manyoma Mosquera y su compañero Joe Javier Rodallega se lograron obtener detalles de los asesinatos de estos dos integrantes de la Red de Comunidades Construyendo Paz en […]
El pasado miércoles 18 de enero, en medio del dolor, la impotencia y el temor por la retención, tratos crueles e inhumanos y el posterior asesinato de Emilsen Manyoma Mosquera y su compañero Joe Javier Rodallega se lograron obtener detalles de los asesinatos de estos dos integrantes de la Red de Comunidades Construyendo Paz en los Territorios, CONPAZ, a manos de la estructura narcoparamilitar de los Urabeños al mando de José Manyoma Mosquera que opera entre Calima y San Juan.
Las identidades de las personas que participaron en la retención de Emilsen y Joe el pasado 14 de enero, hacia las 8:30 p.m. según fuentes, son Marco Antonio Manyoma Mosquera, alias «Camilo», desertado de las filas de las FARC, Junior Torres y un grupo de por los menos cinco personas más.
Alias «Dani» y «Camilo» llegan a la casa donde habitaba Joe con su esposa Emilsen. Le piden salir de la vivienda, y al salir le obligan a dirigirse hacia la calle pavimentada sin mediar muchas palabras.
Minutos después, los neoparamilitares vestidos de civil y que llevaban sus armas ocultas dentro de unas mochilas, llegan a la casa en donde en ese momento se encontraba Emilsen con su hijo de 6 años. Los conocidos como «Dani» y «Camilo» a la fuerza le tapan la boca a Emilsen con una cinta y le colocan una toalla en su cabeza, sacándola de la residencia tratando de evitar bullicio. El hijo de Emilsen interviene, y los armados le dicen que debe esperar que le traerán un dulce.
Segundos después a Emilsen y Joe, les obligan subirse a dos de los tres taxis que les esperan a menos de 50 metros de las viviendas, en los vehículos se encuentran varios hombres presumiblemente armados.
Desde ese momento no hubo noticias de Emilsen y Joe hasta el día 17 de enero, cuando sus cuerpos sin vida fueron encontrados en la vía alterna, frente al Barrio El Progreso y las autoridades dieron aviso.
Los testimonios indican que de esta estructura narco-paramilitar de los Urabeños también hacen parte Deimar Torres que presta servicio militar obligatorio. Se indica que también estuvo en el Bajo Calima y Buenaventura este regular.
Los cuerpos fueron encontrados en alto grado de descomposición y con evidentes signos de haber sido golpeados.
Emilsen desde enero se enfrentó al llamado «Dani» y «Camilo» ante los escandalosos espectáculos con el derroche de dinero y sus amenazas a pobladores si no les prestaban su apoyo.
El 12 de enero «Dani» extorsionó a la madre de Emilsen, Lucía Mosquera exigiendo cinco millones de pesos ($5 millones de pesos)
Ese mismo día, los armados enviaron después de las nueve de la mañana una camioneta con alias «Félix» quién llevaba la orden de llevarse a Emilsen. Emilsen logró escabullirse.
Con mucho miedo pero con certeza en sus convicciones, Emilsen estaba preparando para CONPAZ una denuncia de la estructura armada regional, que venían documentando desde hace dos años y que opera con la complicidad y tolerancia de sectores institucionales, que dejan a merced a los ciudadanos de Calima. Desde más de 10 años atrás fue testigo de la manera como operaba el paramilitarismo de diversas formas con altos niveles de corrupción sobre los más diversos sectores institucionales denunciándolos ante comisiones internacionales que han llegado a la región.
Emilsen había cuestionado la lamentable coincidencia de avances empresariales en el Puerto de Buenaventura y las nuevas formas de operación criminal que les limitaba en la denuncia y exigencia de derechos, como lo expresó en un taller de lideresas promotoras de paz y defensoras de derechos humanos.
Los sujetos que forman parte de esta estructura armada se movilizaban con toda seguridad por el Calima y el San Juan, en medio de la militarización existente, «Dani» desde hace más de dos años como integrante de los «Rafaeles» que responde a los llamados «Urabeños» y desde diciembre el llamado «Camilo» nombre de guerra que uso en las filas de las FARC EP.
Esta estructura criminal, que se mueve con toda tranquilidad entre Calima y San Juan, suelen cruzar por Bocas de Calima y la entrada a Docordó en cercanías de Puerto Pizario en donde hay frecuentes puestos de control de la Infantería de Marina.
Para los pobladores la movilidad de estos armados los Urabeños controlan el tráfico de drogas y armas sobre los ríos Calima y San Juan.
Los responsables de la retención de Emilsen y Joe, algunos de ellos familiares de ella, fratricidio, y el hecho que estén departiendo con tranquilidad en Buenaventura, casco urbano, y zona rural de Calima y San Juan es un grave indicador de la capacidad de perversión y de poder criminal.
Y ayer fueron inhumados, luego de Actos de Memoria en El Espacio Humanitario, y actos de pobladores indígenas y afros de Calima, en el territorio que los vio nacer, luchar por él con dignidad, y en el que el amor de Emilsen y Joe, dejo dos bellos hijos de 6 y 14 años