Un grupo indeterminado de vecino de Osuna (provincia de Sevilla) ha ocupado 17 viviendas de protección oficial en el barrio de la Farfana, donde se ubica una promoción de 40 pisos sociales cuya lista de adjudicación provisional ya se ha hecho pública. Los ocupas han sido denunciados por el Ayuntamiento de la localidad, actualmente de […]
Un grupo indeterminado de vecino de Osuna (provincia de Sevilla) ha ocupado 17 viviendas de protección oficial en el barrio de la Farfana, donde se ubica una promoción de 40 pisos sociales cuya lista de adjudicación provisional ya se ha hecho pública.
Los ocupas han sido denunciados por el Ayuntamiento de la localidad, actualmente de Izquierda Unida, y según el propio alcalde argumentan que «la adjudicación de las viviendas es injusta y que a ellos les hace más falta una vivienda»,
Según las ultimas noticias que hemos tenido, los vecinos permanecen en las viviendas ocupadas, estando cercados por un fuerte dispositivo de la policía local y la guardia civil, y ya habían identificado y tomado declaración a almeno diez de ellos.
Existe enorme numero de personas en lista de espera para conseguir una vivienda de protección oficial, cifras que no se corresponde con la construcción de las mismas, en Sevilla por ejemplo hay una lista de mas de 50000 demandantes de viviendas de la empresa municipal de viviendas, y a penas se edifican unos pocos centenares de viviendas al año. La vivienda protegida no es la solución al problema de la vivienda, sino parte del negocio.
Una de las mayores innovaciones que recogía el IV y último hasta la fecha Plan de Vivienda de Andalucía eran las Viviendas Protegidas de iniciativa Municipal y Autonómica. (MYA). Son estas viviendas dirigidas a las clases medias con ingresos no superiores a cuatro veces el salario mínimo interprofesional, aproximadamente unas 280000 Pts. Una familia con estos ingresos no es, ni mucho menos, de las más necesitadas en Andalucía. La introducción de esta figura esta dirigida a una parte del mercado de viviendas en lugar de cubrir las necesidades de vivienda de los que tienen menos recursos. Para optar a una vivienda de protección oficial se deben presentar un numero mínimo de nomina, según la promoción, avalistas y un desembolso inicial que no coincide con la inestabilidad laboral y la falta de recursos de gran parte de la población.
La ocupación de Osuna es consecuencia de la expulsión del mercado de la vivienda de gran parte de la población, como consecuencia los desmesurados precios de la misma que se suman a la precariedad y la inestabilidad en el trabajo. Las viviendas de protección oficial no escapan a esta dinámica. El endeudamiento de las familias en el Estado español bate records históricos cada año, sustentados en su mayor parte por el mercado de los créditos hipotecarios. Si el crédito hipotecario es la soga alrededor del cuello del obrero que le impide caer en el abismo del sin techo, la subvención pública ayuda a ajustar esta soga.
Por otro lado existen medio millón de viviendas vacías permanentemente en Andalucía, a las que ninguna administración, por buenas palabras que emplee y voluntad muestre de intervenir en el mercado inmobiliario, se atreve a intervenir.