Dentro de los diversos ámbitos que han venido desplegando los familiares de las victimas de las violaciones de los derechos humanos en Chile, este no es no es otro que la verdad y la justicia, o sea verdad histórica, verdad social y verdad jurídica, que culmine definitivamente con las condenas de todos los agentes de […]
Dentro de los diversos ámbitos que han venido desplegando los familiares de las victimas de las violaciones de los derechos humanos en Chile, este no es no es otro que la verdad y la justicia, o sea verdad histórica, verdad social y verdad jurídica, que culmine definitivamente con las condenas de todos los agentes de la represión que participaron en las torturas, desapariciones y ejecuciones de chilenos y extranjeros. En este plano la justicia chilena y muchos de sus funcionarios judiciales, en la época de la dictadura poco o nada hicieron en está situación. Y muchas de la razones por la cuales los jueces no actuaron se debió en gran parte a su compromiso con la dictadura, o a los amedrentameinto que realizarón los aparatos represivos del régimen militar, lo que recientemente ha sido ratificado por el juez Juan Guzmán, en entrevista concedida para un diario nicaraguense. Pero la conducta asumida por la justicia, no solo tiene connotaciones políticas de apoyo a la dictadura y que también se traduce en no realizar absolutamnte nada en la defensa de los ciudadanos chilenos, que estaban siendo vejados por la persecuciones desatadas por el régimen militar, por el solo hecho de pensar de una manera distinta o de jugar un rol importante en la lucha contra la dictadura militar. Todo el proceder de los tribunales de justicia y en particular de la Corte Suprema, siempre tuvo y ha tenido una posición de clase claramente marcada, que se ha puesto al servicio de la oligarquía chilena y en donde muchos de sus personeros, en el gobierno de Salvador Allende jugarón un papel de sedición y complotación, que estuvo al servicio de las políticas desestabilizadoras de la extrema derecha chilena y el del sector golpista de la Democracia Cristiana. En ese entonces productos de las presiones políticas ejercidas por la extrema derecha y el papel de oposición negativa que jugaba la Democracia Cristina, se realizarón enorme esfuerzos por desacreditar la legalidad vigente en la época, y qué ya no servía a sus interesés, y que a pesar de las enormes dificultades que imponía la lucha de clases, se estaban gestando condiciones cada vez mejores, para que el proceso de cambios conocido como la vía chilena al socialismo, se realizara en los marcos de la legalidad burguesa, en la medida que la izquierda lograba adquirir una mayor representativida popular en el parlamento chileno, como así quedo demostrado em marzo de 1973. Pero lo que llama la atención de la entrevista concedida por Guzmán para el Nuevo Diario es el hecho de que hoy muchos jueces, sin el peso del pasado están jugando un papel más activo y de mayor honestidad en los esfuerzos que se despliegan para poder alcanzar grados mayores de verdad y justicia. Pero también el magistrado, deja entrever las diversas dificultades a que se ven enfrentados los funcionarios judiciales en las investigaciones que realizan. Dificultades que se ven ensombrecidas por presiones de diverso tipos de los estamentos superiores, con el objeto de que estos no arriben a buen término en los diversos procesos en marcha, en contra de los ex represores. El propio juez Juan Guzmán, describe al respecto, que en las investigaciones que ha tenido que realizar en los procesos contra el ex dictador Augusto Pinochet, sus superiores inmediatos lo han castigado con diversos tipos de medida; ya sea por conceder entrevistas, por acusarlo de violar el sumario o por expresar su solidaridad a los jueces colegas. Lo que refleja en el fondo, que el proceder de la Corte Suprema siempre de una u otra manera, ha estado marcado por los intentos de establecer la impunidad, ante las violaciones de los derechos humanos, ometidas bajo el régimen militar. El propio Guzmán dice al respecto que…»desde que estoy en estos casos tengo una calificación no muy buena, regular, porquer crea (la investigación) anticuerpos y el pretexto son mis audacias, mis intervenciones con la prensa, por transparencia, para explicarle a la gente que tiene derecho a saber qué pasa con sus deudos». O sea, que en la actual democracia chilena, uno de los poderes de Estado, en este caso el Judicial y su jerarquí máxima, más que hacer esfuerzo porque en el país se esclarezca la verdad y se administre justicia, es ir en contra de las investigaciones que realizan los jueces en los diversos procesos que se encuentran en los tribunales de justicia, torpedeando de diversas maneras el quehacer de los magistrados. Pero no solo eso, los jueces que tiene la responsabilidad de dilucidar a través de las investigaciones las diversas acusaciones en contra de los militares violadores de los derechos humanos, este último tiempo han estado sometido a los más diversos tipos de presiones. El juez Guzmán expresa en torno de ésta situación que «ha habido presiones por juicios a otros oficiales antes del general Pinochet. Presiones por parte del clero, amigos vinculados con el Ejército, parlamentarios. En relación a Pinochet, hubo ese tipo de presiones y también provenientes de personeros de gobierno. Que duraron muy poco porque las denuncie públicamente». Luego el juez agrega…»Con el gobierno militar era muy difícil investigar estas causas porque había temor por la carreras de los mismos magistrados, algunos afines al gobierno no iban a actuar, ahora los magistrados son otros y eso a ayudado a las investigaciones. En su opinión, si durante el régimen militar «hubiese habido más actuación de las cortes de apelaciones, su ubiesen investigado qué pasaba con los desaparecidos, se ubiese dado un gran freno para los crímenes. Al calor de las palabras vertidas por el juez Guzmán a la prensa de Nicaragua, se desprende claramente una vez más, el papel y las intenciones de los magistrados de la Corte Suprema, con respecto al establecimiento de la verdad y la justicia , además de las presiones ejercidas desde el gobierno de Ricardo Lagos y los Altos Mandos de las Fuerzas Armadas, con la complicida de los sectores más reaccionarios y conservadores de la Iglesia Católica y la extrema derecha Pinochetista, para buscar en Chile, las más diversas formas de impunidad y resquicios legales que permitan la aplicación de leyes de punto final, ante la situación de las violaciones de los derechos humanos en el país. Pero no sólo eso, el papel del Poder Judicial, a través de la historia de Chile, ha estado lleno de resoluciones y dictámenes, que siempre han favorecido a la burguesía nacional, a la corrupción en los altos estratos del Estado chileno, a la propia corrupción de muchos jueces, a los que desde sus responsabilidades en la banca nacional han contribuido al robo y el lavado de dinero, ha favorecer legalmente a las empresas nacionales y extranjeras, cuando se trata de proteger sus interesés y las evasiones de impuestos. Y ahora la Corte Suprema lo único que busca es el amedrentamiento de muchos funcionarios judiciales, para de está forma persuadirlos a sobreseer los procesos que implican a los militares, de manera que los casos puedan ser cerrado definitivamente y así terminar con las causas por derechos humanos.