Con una banderola de 10-metros de alto levantada en la plaza mayor de Copenhague, miembros de la resistencia danesa 1940-1945 hacen un paralelo entre la segunda guerra mundial y la actualidad, y expresan su respaldo a la insurgencia armada en Colombia. La gigantesca instalación se llevó a cabo debido al próximo juicio contra Guerreros y […]
Con una banderola de 10-metros de alto levantada en la plaza mayor de Copenhague, miembros de la resistencia danesa 1940-1945 hacen un paralelo entre la segunda guerra mundial y la actualidad, y expresan su respaldo a la insurgencia armada en Colombia.
La gigantesca instalación se llevó a cabo debido al próximo juicio contra Guerreros y Amantes que tendrá lugar los días 5 y 6 de marzo en la Corte Suprema de Dinamarca.
Tal como sucede hoy con los luchadores de la libertad en Colombia, los Veteranos de la resistencia danesa fueron llamados ‘terroristas’ durante la segunda guerra mundial.
La banderola muestra un periódico de la época donde se lee «4 terroristas sentenciados a muerte», y más abajo las imágenes de tres jóvenes: un miembro de la resistencia danesa durante la segunda guerra mundial junto a una jóven del PFLP de Palestina y una joven del ejército de liberación FARC de Colombia.
Con música de la época en que miembros de la resistencia danesa fueron llamados ‘terroristas’ y un montaje musical de las luchas de liberación en Dinamarca y Colombia, se sintió y escuchó en la plaza mayor de Copenhague lo que sucedió en esa época en Dinamarca y lo que sucede hoy en Colombia.
En su discurso, Anton Nielsen, el presidente de la asociación de veteranos de guerra, ‘Horserød-Stutthof’, dijo: «Existen muchas similitudes entre el pasado y hoy. Nosotros, si acaso alguien, sabemos que la resistencia armada bien puede ser necesaria como una última salida en la lucha por la libertad»
«El propósito de la llamada guerra anti-terrorista es silenciar a la oposición y generalizar el miedo en la población, de manera que sólo unos pocos se atreven a expresar su opinión. Mientras tanto la solidaridad internacional es criminalizada y los movimientos de liberación son declarados organizaciones terroristas» concluye Anton Nielsen.
En el controversial juicio esta semana contra Guerreros y Amantes, seis productores de camisetas se defenderán contra acusaciones de ‘terrorismo’ por haber apoyado las luchas de liberación en Colombia y Palestina. Las ganancias por la venta de las camisetas eran para apoyar económicamente la instalación de una estación de radio en Colombia operada por las FARC y un taller gráfico en Palestina dirigido por PFLP.
La Asociación Horserød-Stutthof también ha apoyado económicamente a las FARC en varias ocaciones.
El acto se realizó el Sábado 28 de febrero a las 11.00am en Copenhague, Dinamarca.