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VI Foro Social Mundial (Caracas): ¿Y del tema Colombia qué?

Fuentes: Rebelión

La culminación del VI FSM versión Caracas (hay dos más en Karachi y Bamako) ha abierto varios interrogantes y apasionadas discusiones acerca de la participación de Colombia en este histórico encuentro.Para nadie es un secreto que la izquierda y el movimiento social colombiano viven una suerte de renacer en sus luchas acompañado de un fortalecimiento […]

La culminación del VI FSM versión Caracas (hay dos más en Karachi y Bamako) ha abierto varios interrogantes y apasionadas discusiones acerca de la participación de Colombia en este histórico encuentro.

Para nadie es un secreto que la izquierda y el movimiento social colombiano viven una suerte de renacer en sus luchas acompañado de un fortalecimiento político e ideológico, tímido aún pero manifiesto. Sin embargo, hay al menos dos  problemas que han afectado negativamente a la izquierda colombiana. El primero tiene que ver con la atomización y desarticulación acentuada que aún persiste como rezago del largo período de represión, desmovilización y repliegue que esta ha vivido en los últimos 15 años. Y el segundo, con la lucha ideológica entre el sector socialdemócrata (centro izquierda) y la izquierda revolucionaria. Estos son, a grandes rasgos, dos de los principales dilemas por los que todavía atraviesa la izquierda colombiana hoy.

La hora de la derecha en Colombia

El período que comprende los 15 años que van desde las desmovilizaciones guerrilleras (M-19, EPL, CRS, Quintín Lame, etc.) de 1.990 y la concertación con el gobierno de Cesar Gaviria (presidente 1.990 – 1.994) que arroja como resultado la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente de 1.991, ha estado marcado por el más amplio y profundo repliegue que haya vivido la izquierda revolucionaria en Colombia. Por supuesto, Colombia no podía ser ajena a la ola de derechización que recorrió el mundo una vez quedó al descubierto las grandes falencias del proyecto del socialismo en la Unión Soviética, y se anunció al mundo con cantos de sirena el fin de la historia, de las ideologías, el desencanto de las utopías y al entrada triunfal del neoliberalismo y el mercado como panaceas de todos los problemas generados por el sistema capitalista y consumista dominante.

Dicho repliegue ideológico de la izquierda revolucionaria colombiana significó, entre otras cosas, que el espacio en que actuaban las organizaciones  populares y revolucionarias con sus propuestas de cambio de régimen oligárquico, fuera copado, por un lado, por el ONGerismo que se extendió por todo el mundo tras el anuncio de la muerte de las utopías emancipatorias y liberadoras. Y por el otro, la ofensiva de un sector de derecha autoritaria y de tendencia fascista que retomó el control del poder político y militar que había venido perdiendo la oligarquía, producto de la confrontación y lucha de clases, al tiempo que la izquierda revolucionaria avanzaba su proyecto y sus propuestas.

En este sentido, el país no fue ajeno a la globalización neoliberal y la reinstalación del mercado como los nuevos paradigmas o dioses del nuevo mundo que anunciaron Margaret Thatcher y Ronald Reagan (primera ministra británica y presidente de los Estados Unidos) como corolario del fin de la guerra fría, en los años 80s.

El resultado de estos procesos y tendencias paralelas en Colombia, ha sido la desideologización y despolitización del movimiento popular y revolucionario. Por eso afirmamos, a riesgo de polemizar, que para la izquierda revolucionaria este fue el período (1.990 – 2.005) del desarme ideológico, de la desmovilización de varias guerrillas (con la excepción de las FARC, ELN y un pequeño sector del EPL) y del largo rezago de la propuesta revolucionaria por el cambio de sistema económico y régimen oligárquico.

ONGs, su papel e impacto en el movimiento social y político

Luego de hacer esta larga pero necesaria introducción, adquiere validez preguntarnos entonces cuál ha sido el papel que han jugado y cumplido las ONGs en el país durante este largo período de invernadero en el que se sumió un gran sector de los activistas sociales, políticos, ideólogos, dirigentes y voceros del proyecto emancipatorio. ¿Podríamos intentar un balance de lo acumulado, de lo hecho, lo propuesto y construido durante estos 15 años en el país? Por su puesto que es una pregunta de envergadura. Es difícil dar una respuesta única, estamos tan atomizados y desarticulados. O general, estamos tan divididos en pequeños feudos de intereses de todos los tipos, géneros, diversidad de intereses y órdenes que es casi imposible, ¿verdad?

Por eso quiero intentar un salto despiadado en este debate y poner la pregunta alrededor de los acontecimientos que nos rodean y de las tendencias del movimiento social y político que se están dando en el continente. ¿Cómo fue la participación de las organizaciones, colectivos, ONGs, sindicatos, partidos, etc., en el VI FSM de Caracas? ¿Por qué no tuvimos una carpa, lugar o espacio central (Brasil, Argentina, Cuba y EEUU lo tuvieron) dónde discutir y debatir nuestros problemas, ideas, propuestas en el FSM? ¿Presentaron las ONGs alguna propuesta?

¿Les ha llegado la hora a las ONGs colombianas?

La tesis por la que me inclino sobre lo que ocurrió, particularmente con las ONGs colombianas en el VI FSM de Caracas, es que allí se demostró la decadencia, el inmovilismo y la derrota política de éstas. No tienen nada distinto que proponer y han quedado desbordadas por la nueva dinámica política que ha adquirido el movimiento social y político de izquierda que recorre el continente. Ello es lógico cuando en su gran mayoría (salvo las ligadas a la causa de los derechos humanos) apostaron por la atomización y despolitización del movimiento popular. Por la postura que asumieron de conciliar y concertar con el mismo estado y gobiernos que han ejecutado la modalidad de terrorismo de estado durante todos estos años. Ante la incapacidad de haber generado una propuesta política alternativa al proyecto dominante del capitalismo, en el caso de Colombia el régimen oligárquico, pasaron casi inadvertidas por el VI FSM de Caracas. De agache, como se dice. Y esto a lo mejor es sano, porqu
 e podemos ampliar y profundizar el debate de lo que ha pasado durante estos últimos 15 años, para arrancar de algún punto de referencia. ¿Les ha llegado su hora a las ONGs colombianas también?

Debate izquierda revolucionaria vs centroizquierda (socialdemocracia)

Sin lugar a dudas la izquierda colombiana sigue aún atomizada y dispersa. No obstante, pasa por un nuevo dinamismo y renacer acompañado de un tibio fortalecimiento político e ideológico. Pero hay razones que explican su estado de salud actual. Para ello tendríamos que tener en cuenta no solo los errores históricos propios, su sectarismo, dogmatismo, etc., sino también la masiva deserción de los intelectuales y dirigentes que se convirtieron a la ideología de la clase que antes combatían; y por supuesto, a la masiva despolitización a que contribuyeron las ONGs y su diáspora de intelectuales «orgánicos» al servicio del estado y las instituciones que hoy financian su precaria  y replegada existencia.

Está abierto el debate sobre el papel e impacto de las ONGs en el conjunto del movimiento social y político colombiano. Están en juego muchas cosas, sobre todo el posicionamiento de éstas en cuanto a su sumisa relación con sus patrocinadores, los estados y las instituciones que financian no solo sus proyectos, sino que mantiene vigente el sistema capitalista, el consumismo el neocolonialismo, y la alienación de los pueblos.

Hemos sostenido que la socialdemocracia ha jugado un papel nefasto en Colombia, no solo desde que se desarmó políticamente y desmovilizó sus fuerzas insurgentes, sino por la gran confusión y engaño que creó en toda una generación. Ya esto lo he señalado en otros artículos(i).

El retiro ayer de la candidatura presidencial de Antonio Navarro Wolf, del Polo Democrático Alternativo, deja el camino abierto a Carlos Gaviria para aspirar como candidato único de la izquierda a la presidencia. Este es un gesto que valoramos como muy positivo y saludable. Eso nos demuestra que el debate ideológico entre las posiciones revolucionarias y la socialdemocracia o centro izquierda empieza a arrojar sus frutos. Esa es la esencia de la política y la batalla de ideas.