En Zaragoza, a 4 de abril de 2006, los y las (más de 180) participantes en el VI Seminario de Solidaridad Política aprobamos por unanimidad la siguiente declaratoria: Repsol-YPF, una de las empresas españolas con más éxito en el mundo debido a su audaz intervención de capital y saqueo en América Latina durante una larga […]
En Zaragoza, a 4 de abril de 2006, los y las (más de 180) participantes en el VI Seminario de Solidaridad Política aprobamos por unanimidad la siguiente declaratoria:
Repsol-YPF, una de las empresas españolas con más éxito en el mundo debido a su audaz intervención de capital y saqueo en América Latina durante una larga década, es hoy por hoy responsable de violación de derechos sociales, políticos y ambientales en todos los países donde tiene presencia, incluido el Estado español.
Las organizaciones sociales de Arauca, en el oriente de Colombia, llevan tiempo denunciando la represión y el genocidio de que son víctimas en las zonas donde se ubican los campos petroleros de Repsol. Allí han sido cometidos muchos de los 816 asesinatos ocurridos durante los últimos 3 años en la región de Arauca. Se acusa a esta empresa de ser responsable del mayor número de asesinatos selectivos a líderes sociales y atropellos a la población indígena; de no permitir la organización sindical de sus trabajadores; de impedir veedurías sociales, ambientales y de derechos humanos en sus campos; de hacer pagar un tributo de guerra contra el pueblo y de confabularse con los ejércitos oficiales y escuadrones de la muerte (paramilitares) para cuidar su infraestructura petrolera agrediendo a la población civil.
En el Primer Foro Social Humanitario realizado en agosto del 2005 en Arauca (Colombia), se visibilizó la grave crisis social y humanitaria a la que se ve sometido el pueblo Araucano como consecuencia de la política estatal de represión y persecución, en la lógica del control de la explotación del petróleo para Occidental Petroleum y Repsol y con la complicidad de los gobiernos norteamericano y español respectivamente.
La crítica a las petroleras y la denuncia por sus crímenes han estado protagonizadas por las organizaciones sociales de Arauca, las cuales son la manifestación viva de los movimientos populares y sociales de la región (campesino, juvenil y estudiantil, obrero, comunal, cooperativo, de mujeres y de defensores de derechos humanos) que luchan por alternativas diferentes a la explotación, la destrucción, y la miseria del actual modelo económico-petrolero.
Consideramos imprescindible y urgente:
1. Detener la exploración en territorios indígenas Uwa en las áreas que ahora controla Repsol, amparada en contratistas o en la empresa estatal petrolera colombiana.
2. Detener la ofensiva militar y jurídica en contra de los dirigentes sociales de Arauca que se han opuesto a las medidas autoritarias estatales y a la irracional actividad petrolera en la región.
3. Contribuir a la reconstrucción del movimiento social en la región, que ha sufrido los embates de gobierno, el paramilitarismo y los mercenarios del petróleo.
4. Obligar a las empresas petroleras a reparar los daños cometidos en contra de la naturaleza y las comunidades.
5. Contribuir a una discusión abierta sobre la irracionalidad del actual modelo de explotación protagonizado por las empresas petroleras y, desde ahí, construir e implementar políticas, estrategias y acciones por la autonomía y la soberanía de los pueblos, para las cuales el petróleo no sea motivo de destrucción y muerte.
Seminario de Solidaridad Política