Nadie duda que el presidente de EEUU tenga el elevado IQ que afirma tener, lo que no está claro es si ser tan dotado le sirve para no ahogarse en «la cloaca», urdimbre social que compone el mundo político de Washington, así defin id o por Trump; el tiempo dirá la última palabra. Por lo […]
Nadie duda que el presidente de EEUU tenga el elevado IQ que afirma tener, lo que no está claro es si ser tan dotado le sirve para no ahogarse en «la cloaca», urdimbre social que compone el mundo político de Washington, así defin id o por Trump; el tiempo dirá la última palabra. Por lo pronto, para los que ven los toros de lejos, parece imposible que su gobierno se salve de un ‘impeachment’. Y no es para menos, su único triunfo, luego de casi un año de mandato, es la aprobación de la ley de reducción de impuestos que, según sus detractores, favorece a las corporaciones grandes e incrementa el déficit fiscal de ese país en casi bill ón y medio de dólares . ¿ Con qué piensa n cubrirlo? Con el bolsillo de los más perjudicados, los que tienen los ingresos más bajos. B ernie Sanders, quien no fue electo presidente de EEUU debido a chanchullos de los demócratas, sostiene: «Espero que cada estadounidense preste atención a lo que dicen el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y otros republicanos… que van a contrarrestar ese gran déficit con recortes a la Seguridad Social y a los programas Medicare y Medicaid».
Así cumplía Trump una de sus principales promesas de campaña, las demás (Anular los tratados comerciales TPP y NAFTA, del que tanto se beneficiaron sus antecesores; colaborar con Moscú para derrotar al Estado Islámico; desmantelar la OTAN, brazo armado creado para mantener el vasallaje de Europa; investigar lo que realmente pasó el 9/11, porque la versión oficial, según Trump, es una mentira que contradice las leyes de la física; auditar al Banco de la Reserva Federal para controlar las finanzas de EEUU…) esperan que el tiempo que pasa y vuela las almacene en el desván del olvido.
A lo mejor, p odría servirle al objetivo de evitar un ‘impeachment’ su nueva doctrina «Estrategia de Seguridad Nacional» que cataloga a China y Rusia como «potencias Revisionistas» que pretenden cambiar el statu quo del mundo, que sin embargo se mueve, pésele a quien le pese, y que hace declarar al Presidente Putin que esta estrategia tiene en el lenguaje diplomático «una naturaleza ofensiva», pero en lenguaje militar es, «sin duda, agresiva», por lo que Rusia «debe tenerlo en cuenta», por su obvio carácter imperial. Por su parte, China insta a EEUU a renunciar a su «obsoleta mentalidad de la Guerra Fría», que perjudica a la paz mundial, y aconseja la cooperación en beneficio mutuo como la única opción viable. Lo cierto del caso es que en esta doctrina hay el reconocimiento implícito del fracaso de la política de provocar el enfrentamiento entre Rusia y China, que ahora aúnan sus fuerzas en pos enfrentar y derrotar cualquier agresión en su contra, del tipo que sea.
Trump, sin cambiar en un ápice la tradicional política pro israelí de republicanos y demócratas, decidió cumplir con otra de sus promesas de campaña y con la decisión del Congreso de EEUU del 23 octubre de 1995, según la cual «Jerusalén debe ser reconocida como la capital del Estado de Israel, y la embajada estadounidense en Israel deberá establecerse en Jerusalén no más tarde del 31 de mayo de 1999».
Lo que es novedoso y no le sirve para evitar un ‘impeachment’ es intentar amedrentar al mundo con amenazas pueriles de tipo «verás lo que te va a pasar si…» por ser contraproducentes. Por más que Nikki Haley, representante de Trump en la ONU, se esforzó para » que nuestra buena voluntad sea reconocida y respetada», apuntó los nombres de los que durante esta votación criticaron la posición de EEUU y amenazó con que Trump iba a eliminar todo tipo de ayuda financiera a los países que votaran a favor de la resolución y no acataran la decisión de reconocer a Jerusalén como capital de Israel, la Asamblea General de la ONU aprobó con 128 votos a favor, 9 en contra y 35 abstenciones una resolución que rechaz aba tal reconocimiento, r esultado que era de esperar puesto que, un poco antes, el Consejo de Seguridad de la ONU confirmó el estatus internacional de Jerusalén y dejó sin efecto legal la decisión estadounidense, proyecto que fue vetado sólo por EEUU.
Este rechazo mayoritario aísla como nunca en la arena mundial a la Casa Blanca, porque ni sus más firmes aliados la han querido acompañar en esta quijotería loca . En Latinoamérica sólo apoyaron a EEUU, Guatemala, que fue invadida para que frene sus aspiraciones de libertad, encarnadas por los gobiernos democráticos de Arévalo y Arbenz, y Honduras, que ha sufrido el golpe de Estado aupado por la Sra. Clinton y el vergonzoso fraude electoral actual, para mostrar al mundo que son países esbirros.
Tampoco puede ayudar le a Trump la mágica impresión de dólares sin respaldo. Acostumbrados a vivir endeudados, tanto en lo público como en lo p ersonal , los estadounidenses, el gobierno, la banca y las empresas privadas elevaron sus deudas a niveles insostenibles y nadie conoce cuándo esta pirámide infernal caerá, sólo se sabe que este colapso es inevitable.
A este atolladero ha conducido a EEUU la política terca de hacer lo que le da la gana, tanto de demócratas como de republicanos, pues no siempre se sale con la suya el matón del barrio ni aprieta lo suficiente el que pretende abarcar todo lo ajeno.
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