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Película brasilera en la competición internacional del Festival de Locarno

Vientos de agosto soplan también en Suiza

Fuentes: Rebelión

Entre ficción y documental, aproximación antropológica y arte puro, el primer largo metraje del joven realizador brasilero Gabriel Mascaro se estrenó este viernes en Locarno. Único film de ese país sudamericano en la Competición Internacional de la 67ma edición, «Vientos de Agosto» muestra la potencialidades, ambivalencias y desafíos de un nuevo cine latinoamericano emergente. Realizado […]

Entre ficción y documental, aproximación antropológica y arte puro, el primer largo metraje del joven realizador brasilero Gabriel Mascaro se estrenó este viernes en Locarno. Único film de ese país sudamericano en la Competición Internacional de la 67ma edición, «Vientos de Agosto» muestra la potencialidades, ambivalencias y desafíos de un nuevo cine latinoamericano emergente. Realizado en general por profesionales jóvenes y con muy escasos recursos.

«Para mí no existe contradicción entre la ficción y la realidad. Tampoco entre la vida y la muerte». Son componentes de un «todo único», enfatiza Mascaro en entrevista exclusiva con este corresponsal. Mi intento, en todo caso, fue de «avecinarme con una mirada de convergencia a la vida y a la muerte convencido de que hacen parte de la misma experiencia del cine».

Para comprobar estas hipótesis, el realizador y un equipo pequeño de cinco personas, se adentró por algunas semanas a mediados del 2012 en el pequeño pueblito costero de Patacho, en el estado nordestino de Alagoas. Periodo de los violentos vientos atlánticos, marco y pretexto principal del guión de la película, estreno mundial en Locarno.
Cuando domina lo cotidiano

Shirley, en la actuación de Dandara De Morais, abandona la vida citadina para llegar a ese pueblo costero y ocuparse de su anciana abuela que vive sola.

Conductora de tractor en una plantación de nuez de coco, encuentra a Jeison -Geová Manoel Dos Santos-, que trabaja en la misma plantación y que en sus horas libres práctica la pesca submarina en apnea.

Las tormentas tropicales de agosto golpean regularmente la costa, en el momento en que un especialista de vientos -interpretado por el mismo Mascaro- llega al pueblito atlántico para localizar la zona de convergencia intertropical y escuchar el sonido del viento. El descubrimiento de un esqueleto antiguo en el fondo del mar y la muerte accidental del recién llegado llevan a los jóvenes Shirley y Jeison a confrontarse a la dualidad entre vida y muerte, duelo y recuerdos, viento y mar.

Una ficción con base antropológica
Vientos de Agosto cuya producción fue realizada con un presupuesto de menos de 40 mil francos suizos es una realización colectiva interpretada por actores amateurs.

A la excepción de Dandara De Morais, la actriz principal, todos los protagonistas fueron seleccionados entre la misma gente del pueblo. Lo que implicó un encuentro intercultural fuerte entre el equipo llegado de la ciudad y los locales.
A pesar de ese encuentro de dos mundos, «no podría hablar de un film antropológico», explica Mascaro. Del momento en que existen personajes externos que le dan fuerza a la ficción, ya se trata esencialmente de cinematografía y no de etnografía, aunque pueden haber referencias antropológicas en la idea de base», subraya.

«Fue una experiencia muy desafiante. Yo fui a vivir con María, -que en el film representa a mi abuela- en su casa muy humilde. Sin agua corriente ni baño. Apenas con una cama y un colchón», explica Dandara De Morais .

Pasamos tres semanas juntos con los actores locales -recuerda la protagonista- y de ese intercambio activo fue naciendo la versión final del film. «Yo tuve mucha libertad de guión. Pude improvisar constantemente. Pero los otros como no son profesionales, debieron aprender casi de memoria sus papeles para no perder el hilo rojo y darle coherencia al guión», señala.

El encuentro y la convivencia con María constituyeron hechos fuertes, insiste. «Se crearon en poco tiempo lazos afectivos profundos. Ella me incorporó como a una verdadera nieta, me contaba sus historias de vida. Yo la peinaba, la escuchaba, la mimaba, lo que nos permitió establecer una gran confianza que se expresa en nuestros diálogos que aparecen en el film».

Locarno: «algo increíble»

La presentación de la película en la competición internacional, aparece hoy para Dandara De Morais, «como un sueño hecho realidad, algo realmente increíble», que marca el inicio de un camino que anticipa ser prometedor.
Con la perspectiva creciente de una distribución asegurada en Brasil. En busca de compradores en otros países. Seleccionada para el próximo Festival de Brasilia.

Un desarrollo que causa sorpresa en el director y en el equipo. «Siempre quise ser actriz pero nunca imaginé que en solo dos años iba a pasar de bailarina a ser protagonista de una película y estar presente en una pantalla tan prestigiosa como la que ofrece este Festival», concluye.

Sergio Ferrari en colaboración con swissinfo.ch